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domingo, 9 de septiembre de 2012

La evolución podría explicar el efecto placebo

Qué existe ya se sabe. El problema es explicar por qué y cómo funciona exactamente.
Hablamos del efecto placebo, el hecho de que en determinadas circunstancias un medicamento falso puede curar como uno verdadero.
Funciona hasta tal punto que es necesario tenerlo en cuenta cuando se hacen pruebas sobre la eficacia de una medicina antes de comercializarla.


Ahora nuevas evidencias basadas en una simulación por ordenador indican que el sistema inmunológico tiene un interruptor, producto de la evolución, que es controlado por la mente.

Otros animales

Todo empezó al observar que otros animales también experimentan un fenómeno similar al efecto placebo, le dijo a BBC Mundo el encargado del estudio, Peter Trimmer, biólogo de la Universidad de Bristol, en Inglaterra.
"En el caso de los humanos también hay un mejor y un peor momento para activar el sistema inmune"
Peter Trimmer, biólogo de la Universidad de Bristol
Existen animales que tienen una respuesta inmunológica mayor o menor a infecciones, dependiendo de la época del año de la que se trate. Un ejemplo es el hamster siberiano.

Estos roedores no hacen mucho por luchar contra una infección cuando las luces de sus jaulas simulan los días cortos y las noches largas de invierno. Mientras que si se les hace creer que es verano, su respuesta inmunológica se invierte.

Según Trimmer la explicación es simple: "Es mejor curarse en verano, cuando uno sabe que no le va a faltar comida. Y es por eso que la respuesta inmunológica de los hamster siberianos es más fuerte en verano que en invierno".

Esto se debe, dice el investigador, a que el sistema inmunológico es costoso de mantener. "Tan costoso, que una respuesta contundente y sostenida puede disminuir severamente las reservas del animal y ponerlo en peligro", explica.

En otras palabras, si la infección no es letal, es mejor esperar a una señal de que luchar contra la infección ya no pondrá en riesgo la vida del animal.

El modelo reveló que en medios ambientes difíciles los animales vivían más y se reproducían mejor si soportaban infecciones sin provocar una respuesta inmune. En cambio, en medios ambientes más favorables, era mejor impulsar una respuesta inmunológica y recuperar un estado saludable lo antes posible.

Estos resultados muestran claramente un beneficio evolucionario al encender y apagar el sistema inmune dependiendo de las condiciones medioambientales.

Contexto

Trimmer le explicó a BBC Mundo, que en el caso de los seres humanos también hay un mejor y un peor momento para activar el sistema inmune.
La respuesta inmunológica de los hamsters siberianos es más fuerte en verano que en invierno
"Si te rompes un pié, normalmente pones todo tu esfuerzo en el sistema inmunológico para curarte cuanto antes. Pero si ves que se te está acercando un depredador -un león por ejemplo- es mejor no concentrar tus esfuerzos en curarte sino en escapar", explicó el científico.

"Hoy en día, cuando alguien te ofrece una pastilla que te asegura que te va a ayudar a curarte, no sólo importan los efectos curativos de la medicina, sino también el contexto que nos rodea", añadió.

"Es fundamental el hecho de que te encuentras en un sitio seguro, rodeado de gente que te apoya y te dice que este es el momento para sanarte. Tampoco tenemos que preocuparnos de depredadores o de buscar comida", señaló Trimmer, "eso ayuda a que encendamos el interruptor del sistema inmunológico".

De todas maneras, admitió que no es el único mecanismo que explica el efecto placebo. Hay otros muchos factores que lo pueden provocar, como el hecho de que una persona esté convencida de que está ingiriendo un medicamento que lo va a curar.

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