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viernes, 19 de julio de 2013

El papa da un paso en la reforma de la estructura económica de la Santa Sede

El papa Francisco dio hoy un paso más en la reforma de las instituciones vaticanas al crear una comisión para reformar la estructura económica administrativa de la Santa Sede, que se une a otra para reformar el banco del Vaticano y al grupo de ocho cardenales nombrados para revisar la Curia.


Mediante un quirógrafo, documento escrito a mano y firmado, con fecha 18 de julio -el mismo método usado para crear el pasado 26 de junio la comisión que investigará el Instituto para las Obras de Religión (IOR)- Francisco ha creado esta comisión, cuyo objetivo es "la simplificación y racionalización" de los organismos existentes y una más cuidadosa planificación de las actividades económicas de todas las administraciones de la Santa Sede.

Con esa simplificación y racionalización el papa Bergoglio pretende "soluciones estratégicas de mejoras, necesarias para evitar dispendios de recursos económicos, favorecer la transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios y perfeccionar la administración del patrimonio mobiliario e inmobiliario".

También para operar "siempre con mayor prudencia en el ámbito financiero, asegurar una correcta aplicación de los principios contables y garantizar asistencia sanitaria y seguridad social a todos los que tengan derecho".

La comisión está formada por ocho personas, siete laicos y un sacerdote, incluidos dos españoles: el sacerdote Lucio Ángel Vallejo Balda, de 52 años, secretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos del Vaticano, organismo encargado de la vigilancia, control, programación y orientación de las actividades económicas de la Santa Sede, y el economista Enrique Llano.

Como presidente de la comisión, el papa ha nombrado al economista Josep Zahara, de Malta, y el secretario será Vallejo Balda.

Los otros miembros son Enrique Llano (España), Jean Baptiste de Franssu (Francia), Jochen Messemer (Alemania), Francesca Inmacolata Chaouqi (Italia), Jean Videlain Sevestre (Francia) y George Yeo (Singapur).

La comisión recogerá información, que presentará directamente al pontífice, y cooperará con el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede.

Asimismo, podrá colaborar con el grupo de trabajo formado por ocho cardenales, creado el pasado 13 de abril para estudiar la reforma de la constitución apostólica Pastor Bonus, sobre la Curia Romana.

La primera reunión la celebrará la comisión tras el regreso del papa Francisco de su viaje a Río de Janeiro (del 22 al 29 de julio) y se disolverá cuando el pontífice lo crea conveniente.

Un mes después de convertirse en papa, tras los casos de curas pederastas y el escándalo Vatileaks, que desveló enfrentamientos y supuestos casos de corrupción en la Curia Romana, Francisco creó el 13 de abril un grupo de ocho cardenales para que le aconsejen en el gobierno de la Iglesia y para que estudien un proyecto de revisión de la Curia Romana.

Entre ellos se encuentran el chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa y el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, como coordinador.

La primera reunión se celebrará los próximos días 1 y 3 de octubre y, según ha asegurado Maradiaga, la decisión papal ha levantado gran expectación en América Latina.

El 26 de junio pasado, Francisco volvió a sorprender al crear una comisión de investigación para reformar el banco del Vaticano, envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros, compuesta por cinco miembros y que tendrá carta blanca para investigar todo lo que ocurra en la sede del "Banco de Dios", como es conocido.

De la comisión forma parte el español Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru.

A principios de la década de los ochenta el IOR se vio salpicado por el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982.

Aunque el Vaticano siempre rechazó cualquier responsabilidad, sí admitió su "implicación moral" y pagó 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad.

El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II, y el 30 de diciembre de 2010 Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de entrar en la llamada "lista blanca" de Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero.

El pasado 1 de julio dimitieron el director general, Paolo Cipriani, y el vicedirector, Massimo Tulli, tres días después de la detención del prelado italiano Nunzio Scarano, acusado de fraude y corrupción en el marco de una investigación sobre supuestas irregularidades financieras en el IOR.

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