La Asociación Dominicana de Controladores de Tránsito Aéreo Inc. (ADCA) lamenta profundamente tener que salir a desmentir las denuncias "apátridas, irresponsables y temerarias" del presidente de la Asociación Nacional de Pilotos ANP, hechas al margen del criterio general de la membresía de ese gremio de profesionales de la aviación, con respecto a la calidad de los servicios de control de tránsito aéreo en la República Dominicana.
Nada más falso que esas declaraciones, dirigidas a causar pánico en la población y desestabilizar el turismo y la economía nacional; ya que el documento manipulado maliciosamente por dicho señor, originado por la propia Unidad de Prevención de Incidentes ATS del IDAC, lo que reporta son ocurrencias rutinarias que, si se lee el texto, no constituyen peligro alguno que afecte la seguridad ni la regularidad de los servicios de control de tránsito aéreo sino, por el contrario permiten la oportuna intervención de los controladores para garantizar la integridad de las aeronaves y sus ocupantes.
La Unidad de Prevención de Incidentes ATS, tal y como su nombre lo indica, se encarga de alertar a los controladores aéreos sobre los errores latentes que existen en todo sistema, de identificarlos, analizarlos y divulgarlos entre los controladores aéreos con fines didácticos y de prevención, con la finalidad de asegurar que se tomen las medidas de lugar para evitar la posibilidad de ocurrencia de una colisión. En eso consiste precisamente la Gestión de Amenazas y Errores (TEM, por sus siglas en inglés).
Un incidente, ocurrencia o desviación operacional en aviación puede ser algo tan insignificante como el hecho de que una aeronave se retrase 5 minutos, que un plan de vuelo depositado se venza antes de iniciar el vuelo, o que una aeronave que debía pasar un punto en el aire a una hora específica lo haga con una diferencia de 3 minutos o más.
Todos esos “INCIDENTES’’ son colectados por la Unidad de Prevención de Incidentes, quienes los analizan y lo envían como datos estadísticos precisamente para hacer de este sistema, que ya es seguro de por sí, un sistema más robusto y más seguro aun, libre de conflictos potenciales
La función primordial de los controladores de tránsito aéreo es prevenir colisiones; y eso es lo que precisamente hacen a diario en todas las decisiones, instrucciones y autorizaciones que emiten a las diferentes tripulaciones de vuelo que utilizan la vía aérea como medio de transporte.
Los servicios de control de tránsito aéreo en nuestro país nunca antes habían sido tan seguros como ahora. Las declaraciones arriba citadas, además de ser irresponsables y atentar contra los intereses de la nación, se descalifican por sí mismas, en virtud de que:
1) Ningún sistema, independientemente de su naturaleza y de la actividad a la cual sirva, se puede mantener en funcionamiento con una cantidad tan escandalosa de errores fatales, mucho menos un sistema de Control de Tránsito Aéreo;
2) En el caso de que existiera tan alta tasa de incidentes ATS propiamente dichos en nuestra Región de Información de Vuelo, existiría igual cantidad de reportes de incidente ATS tramitados oficialmente por los pilotos y las empresas aéreas, tanto directamente como a través de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
3) De ser ciertas las denuncias en cuestión, los organismos internacionales encargados de velar por la seguridad de la aviación civil habrían tomado una acción responsable y oportuna contra el Estado Dominicano, declarando como inseguro nuestro espacio aéreo e impidiendo a las aerolíneas ingresar al mismo.
4) Contrario a todo lo anteriormente expuesto, resulta que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos de América, la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (COCESNA) y la Representación en el país del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otros organismos y entidades estatales relacionadas con la actividad aeronáutica, han externado oficialmente su reconocimiento al nivel de seguridad y eficiencia presente en la aviación civil dominicana; de todo lo cual poseemos suficiente evidencia documental.
Los citados organismos internacionales nos atribuyen un papel de liderazgo en la región, hecho este que se puso de manifiesto en el mismo mes de enero, cuando los controladores de tránsito aéreo de la República Dominicana jugaron un papel protagónico en el manejo de las misiones aéreas relacionadas con el lamentable terremoto que afectó a nuestros vecinos de Haití y que dejó el sistema de control de tránsito aéreo de ese país en una profunda crisis; teniendo nuestros controladores que asumir gran parte de las responsabilidades de los controladores haitianos para que llegaran las diferentes ayudas humanitarias a nuestros hermanos haitianos.
El accionar de los controladores aéreos de la Republica Dominicana durante los días siguientes al terremoto de Haití, ocurrido precisamente en el mes que irresponsablemente el presidente de la ANP toma como ejemplo, ha sido altamente valorado y reconocido en todos los ambientes de la aviación a nivel nacional e internacional, recibiendo incluso una placa de reconocimiento de parte de los Controladores Aéreos Haitianos, en agradecimiento a toda la ayuda que le brindáramos durante la crisis que afectó esa hermana nación, hecho que se llevó a cabo dentro del desarrollo de la 49va Conferencia Mundial de la Federación Internacional de Controladores de Tránsito Aéreo, IFATCA por sus siglas en inglés, que se celebró en las instalaciones del Hotel Meliá de Bávaro, Punta Cana, del 12 al 16 de abril del presente año.
Es lamentable que una persona llamada a obrar profesionalmente, conocedor del tratamiento que debe dársele a toda información que pueda comprometer la buena marcha de la aviación civil internacional, se dedique sistemáticamente a evidenciar a toda costa sus carencias de índole mental y moral, chantajeando reiterativamente a las autoridades del IDAC y escandalizando a la ciudadanía con informaciones sin fundamento. Resulta igualmente lamentable el daño ocasionado alegremente a la imagen de la República Dominicana por dicho señor, el cual lleva alrededor de cuatro años sin volar una aeronave, ya que evidentemente el chantaje, la extorsión vulgar, la calumnia mediática y el rol de mercenario al servicio del mejor postor generan más dividendos que el trabajo digno y honrado.
Finalmente, queremos dejar constancia de nuestro respeto y reconocimiento a la labor de los pilotos dominicanos, razón por la cual reiteramos nuestro pesar por tener que salir a desmentir las infortunadas declaraciones de quien en estos momentos representa a ese colectivo profesional; por lo que hacemos un llamado a la sensatez y a la cordura, a fin de no dañar con acciones irresponsables, motivadas por la avaricia personal, una actividad tan sensible e importante para la economía nacional.
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