Por Humberto Marte
Lider espiritual y comunicador dominicano residente en Estados Unidos
Oh mi Dios quien soy yo para pedirte algo, quien yo soy para hablar contigo, no soy digno de llamarte padre ni de alzar mis ojos en busca de tu atención sabiéndome pecador en demasía y no acto para merecer que tu me escuches
Pero señor se de tu inmensa misericordia y de tu infinito amor por tus hijos, se que no haces obra en beneficio de ningún mortal con privilegios terrenales, y que nos miras a todos con igualdad y que por tu sabiduría infinita nos mides a todos con una misma vara
Señor perdóname por insistir en que me escuches, pero ya han pasado muchos días y no se ha sabido quien mató a tu sierva yasmin, mira Dios amado lo que ha pasado con quienes sin hipocresía te han servido desde los días de tu hijo Jesús hasta nuestros tiempos,
Padre mi impotencia me obliga a preguntarte
¿Que hizo yasmin para merecer que con ella se cometiera esa infamia?
Sabes tu padre amado que el hombre no tiene capacidad para ser justo cuando la justicia que aplique le perjudica, por eso te imploro con la humildad que tu me inspiras, que derrames sobre el criminal tu espíritu perturbador para que el tormento de su desvergüenza lo conduzca a la desesperación y desnudo sin el manto de la coherencia manifieste arrepentimiento y renuncie a ser protegido por el escudo que el diablo le proporciona, que entienda que el tormento que le espera no lo podrá evitar, que pierda la facultad de alimentar a los ratoncitos que actúan como jueces para frenar la justicia, porque tu ira se hará mas grande
Padre si existe en el criminal el propósito de seguir haciendo el mal a quienes vea como tropiezo frénalo, protege a quienes pudieran ser sus victimas y hazle entender a el y a los que le protegen que un hombre se hace grande cuando reconoce su equivocación, que el perdón terrenal es pasajero pero el tuyo es eterno y es el que importa
Dios amado lo que te he pedido lo he hecho con humildad reconociendo mis pecados sin juzgar al criminal solo pidiéndote que no veas en el lo peor,---- condéname a mi ------pero a él solo dale valor para que reconozca su infamia y que los días que le quedan no sean de tormento, perdón señor amado, perdón por mi plegaria quien soy yo para hacerlo. Sss Humberto Marte
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