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lunes, 1 de febrero de 2010

Un Criminal llamado Trujillo llenó de sangre el Carnaval de Santiago.‏


Un domingo caluroso del mes de febrero del año 1952, bajo los saboreos del Ron Bermúdez, el montón de lechones de la Joya dirigidos por Tony Vargas, provistos de cuchillos, machetes, chavetas, punzones, piedras, palos; hambrientos de aventuras peligrosas, sudorosos, cuan guerreros belicosos irrespetando los limites jurisdiccionales, trepaban en modo de provocación hacia el sector el Maco-Villa Belén e iniciar la batalla en el parque Los Chachases.




Pero agazapados detrás de las arboledas estaban esperando su llegada al territorio enemigo “Los Pepineros”, quienes un domingo anterior habían tenido que lavar, curar las heridas sufridas por la última pelea de orgullo barrial y donde la derrota le había vuelto acompañar.





El frontal del cementerio de la calle 30 de marzo era la emboscada para cobrar el descalabro que habían aguantado el domingo anterior.





-Mantengan la rumba de piedras preparadas, que ellos van a saber quienes somos nosotros hoy, esta vez si van a llevarse “una pela de falda alzá”, esos infelices que se creen hombres machos, dejen que pasen después de la puerta del cementerio, las armas blancas sosténganlas fuera de las baquetas y cuidado quien se manda a correr..Carajo…coooño





Así rugía la voz ruidosa de Guarino de la Cruz, el defensor y rey de los lechones pepineros, un guerrero de alta estatura que secando su sudor con sus dos blancas pañoletas de seda sujetadas a la morcilla de su vestidura impecable, sostenía en sus ásperas manos su machete y su foete de cabuya.





Por la avenida los Laureles (hoy Avenida Hermanas Mirabal), con el coraje y la jactancia de invencible, un travieso joyero rechinaba:

-¡Pa’ lante coño, ¿que se creen Guarino y esos pendejos? somos Joyeros y les vamos a romper el culo otra vez a esos babosos y mal paridos ;





Respingaba la voz del Jefe de pueblo abajo, Tony Vargas,

Las hembras ocultaban en sus senos, carteras y macutos las piedras inmaculadas y filosas conseguidas en el borde del Río Yaque, los punzones y otras armaduras destinadas para la contienda.





Desplomaba la tarde e inconscientemente cayeron los Joyeros en la bien tramada emboscada, los sorprendieron como borreguitos, ingresaron en la trampa, las piedras iniciaron el combate, les sucedieron los foetes, las armas blancas, los gritos unos de ofensivas y otros de sorpresas no tardaron en retumbar en las sepulturas del camposanto de la calle 30 de Marzo.





Fueron sorprendidos los joyeros, pero no se amedrentaron, se escudaron como nunca, las caretas emprendieron a elevarse despedazadas al ser golpeadas por los pedruscos, los palos, foetazos de ambos lados.



Los matices rojos de la sangre de combatientes machos manchaban los trajes de diablos,





Las féminas soltaban las piedras y las dagas para socorrer a los heridos y golpeados.





Alguien dio la voz de alerta:





La guardia….. La guardia carajo, vámonos todos!

Intervino el ejercito canallesco dominicano, los disparos, patadas, macanazos interrumpieron este retozo de machos.

El temido y verdugo ejército puso fin a este domingo carnavalesco santiaguero, donde no hubo vencedores, solo un perjudicado.



Un muerto

Un cadáver acribillado con heridas de bayonetas y a tiros de fusiles.





¿Que criminales salvaguardaban nuestra patria, asesinando inocentes que participaban de un juego tradicional?





Lo más doloroso de esta historia es que el criminal que desgobernó esta media isla y sus séquitos, acusaron al pueblo de Santiago como el autor de ese crimen.

Nunca en ningún carnaval popular santiaguero se utilizó armas de fuego para las peleas, mucho menos las afiladas y mortíferas bayonetas castrenses.





Solo hizo que El Chacal de San Cristóbal el cual nunca tuvo una niñez ni adolescencia sana, impartiera la orden de obstaculizar este juego de individuos matando un inocente y lastimando otros que se recreaban.





Nos preguntamos: ¿no existen otros juegos como la corrida de toros que se juegan las vidas los participantes?

¿No es también el carnaval un juego arraigado, universal, violento y alegre?





Trujillo a partir de esa fecha prohibió el juego del carnaval popular de Santiago de los Caballeros. Es de las pocas veces en la historia universal que un juego ancestral es prohibido sobre el planeta tierra y, por desgracia tenia que ser en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, mientras el pueblo sufría esta abusiva condena, los salones aristocráticos de la ciudad del Yaque gozaban del carnaval social clasista y deshonesto.





El harén de hembras santiagueras eran preparados en cada fiesta de carnaval en homenaje al jefe supremo, los esposos concedían las caricias de sus cónyuges, los padres vendían la virginidad de sus hijas, el hermano la castidad de su hermana. Era una verdadera orgía para el déspota lo que se representaba en cada una de las recepciones carnavalescas en los salones de la oligarquía santiaguera de ese entonces.





-Todo aquel que a partir de esta fecha se disfrace de lechón en la ciudad de Santiago: La Guardia Nacional esta apoderada a bañarlo en su sangre (apalearlo), meterlo preso y forzarlo a pagar una multa de RD$5.75.





Así rezó la orden del siniestro hijo de San Cristóbal.





Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Texto Isaías Amaro tomado del lilbro mi Carnaval de Santiago tomo II

Fotos
Archivo Historico de Santiago y Natalio Puras APECO.


























1 comentario:

  1. ESO QUE HIZO TRUJILLO ESTA CORRECTO EXCEPTUANDO LA MUERTE YA QUE ERA UN PURO SALVAJISMO LO QUE HABIA AQUI, AL IGUAL QUE EL ASUNTO DE SAN ANDRES QUE DURO HASTA LOS AÑOS 1980 CREO YO, QUE DEBIO PROHIBNIRSE TAMBIEN...

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