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jueves, 18 de octubre de 2012

Adolescente requiere de educación especializada, pero familia carece recursos

Osvaldo José, de 15 años, se muestra activo y asiste a la escuela, pero no asimila ni aprende a leer; su madre, pobre, no puede cubrir el tratamiento que necesita

Escrito por: Lusbania Santos (lusbaniasantos@gmail.com)
 RIO SAN JUAN.    A unos hay que insistirles, o más bien rogarles, para que vayan a la escuela, sin embargo, otros anhelarían la camisa azul y el pantalón caqui para ir a un centro educativo  y  por lo menos aprender a leer y escribir.


 Osvaldo José es uno de esos casos, un niño con muchos sueños que al parecer se han visto estancados por una situación a la que nadie le ha encontrado una solución.

Allí, en ese  poblado perteneciente a la provincia María Trinidad Sánchez, pasa los días este niño que a la edad de 15 años  no ha podido desarrollarse, sólo sabe hacer garabatos y por más esfuerzos que ha hecho su madre para ayudarlo no ve un avance en el desarrollo de su intelecto.

No es extraño encontrarlo con un libro en manos “el que lo ve cree que él sabe leer y que está en la escuela, pero es sólo el anhelo que  tiene”,  contó su madre  Magdalena Píter, quien manifestó su sufrimiento al ver que pasan los años y su hijo sigue igual, viendo a otros ir a la escuela, leer, poder hacer un oficio y él sólo con el deseo de poder hacerlo.

“Yo sé que algo se puede hacer, aunque también sé que para eso se necesita del dinero con el que yo no cuento”.
Asimismo indicó que le gustaría que su hijo pudiera aprender algún oficio, que pueda ser un niño independiente, porque “no sé qué va a ser de él cuando yo le falte”.

El niño empezó a asistir a la escuela, pero por su condición especial no pudo continuar en el centro educativo donde pasaban los días y él seguía igual, dijo la madre del menor quien, además, aprovechó para agradecer a su prima que la deja vivir en su casa y que la ha ayudado con su hijo.

“Pero ella no puede ayudarnos más aunque quisiera, porque también tiene una familia, y  al igual que yo ha tenido que salir adelante con la ayuda de Dios”.

Asimismo, dijo  que en la escuela donde llevaban al niño “a la única que hay aquí en el pueblo, nos dijeron que él lo que necesita es educación especial y que no iba a poder aprender aquí, porque los niños que vienen a esta escuela aprenden con otro ritmo, pero, aquí no hay escuelas de ese tipo y tampoco tenemos los recursos para trasladarnos a otro lugar”.

Dijo que estaría dispuesta a ir donde esté el bienestar para su hijo “lo que quiero es que él se desarrolle, que no se quede estancado, que no llegue a ser un adulto dependiente, sino que pueda aprender un oficio y que dentro de sus limitaciones pueda desarrollarse.

LA FRASE
Confiada en Dios
Es un buen niño, me ayuda mucho en la casa, incluso cuando me ve desesperada, él mismo me da palabras alentadoras.  A veces me desespero  porque no sé qué hacer para ayudarlo”. Confío en que Dios algo hará para ayudar a mi niño,  que tiene mucho deseo de hacer algo. Sé que con la ayuda de Dios saldremos adelante”, Magdalena Piter, madre del niño.

UN APUNTE
Es muy activo
Al hablar con él, te das cuenta que mentalmente  no es un niño de 15 años, sino de mucho menos, aunque con mucho deseo de hacer algo, se mueve de un lado hacia el otro, trae  el agua, organiza la mesa, ayuda a su mamá, en fin no es un niño estático.

Sin embargo,  la timidez, propia de los niños en sus primeros años, sale a relucir desde que empieza el reper.

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