| Abel Martinez |
La Cámara de Diputados no contempla otorgar
incentivos ni privilegios a los siete legisladores de ultramar
escogidos en las elecciones del pasado 20 de mayo.
Se informó que a esos siete diputados se les pagará el mismo sueldo, viáticos y gastos de representación que a sus colegas.
Algunos de esos nuevos diputados habrían planteado la posibilidad de
que la Cámara Baja les costeara los boletos aéreos para mantenerse en
contacto con sus comunidades y la instalación de una oficina en el
exterior.
La elección de los diputados de ultramar fue calificado por algunos
sectores como un invento de los políticos para complacer a dirigentes
del exterior que hacen aportes económicos a sus organizaciones.
Otros entienden que la diáspora dominicana debe estar representada en el Congreso Nacional.
Se comunicó a El Nacional que esos diputados tendrán que residir aquí
para sesionar y cumplir su deber, porque los reglamentos de la Cámara
Baja y la Constitución así lo disponen.
Los siete diputados de ultramar fueron escogidos en tres
circunscripciones en que los dividió la Junta Central Electoral (JCE)
por medio de una ley.
La uno comprende en Estado Unidos a New York, Rhode Island, New
Jersey. En Canadá a Toronto y Montreal. En esta circunscripción se
escogieron tres diputados por aglutinar el mayor número de dominicanos
en el exterior.
La circunscripción número dos incluye a Miami, Panamá, Puerto Rico,
Venezuela y San Martin. Esta también tiene dos, igual que la tres que
aglutina a Madrid y Barcelona en España, a Amsterdan en Holanda,
Milano en Italia y Zurich en Suiza.
Muchos entienden que es impracticable y muy costoso que un representante responda a comunidades distantes.
La habilitación de una oficina en el exterior le saldría muy costosa a la Cámara de Diputados.
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