En el pasado, la creencia
generalizada era que después de que una mujer había tenido un parto por
cesárea todos sus partos futuros debían llevarse a cabo con este método.
Las nuevas técnicas quirúrgicas, sin embargo,
permiten -por lo general- que después de tener una cesárea la mujer
pueda elegir si desea tener un parto vaginal.
Pero ahora dos nuevos estudios
señalan que la repetición de la cesárea conlleva menos riesgos tanto
para la madre como el bebé de tener complicaciones severas.
Uno de los estudios, llevado a cabo en
Australia, encontró que las mujeres que habían planeado una cesárea para
su segundo nacimiento tuvieron menos riesgo de parto muerto que
aquellas que optaron por el parto vaginal.
El segundo estudio, realizado en el Reino Unido,
encontró que las posibilidades de sufrir ruptura uterina se redujeron
con la repetición planeada de la cesárea.
Los autores de ambas investigaciones subrayan
que los riesgos de estas complicaciones son bajos tanto en el parto
vaginal como en la cesárea.
Y tal como señalan los expertos, las mujeres deben siempre discutir sus opciones con sus parteras u obstetras.
Elección
En muchos países existe una creencia equivocada de que "después de una cesárea siempre será cesárea".
Esto se debe a que en el pasado solía realizarse
en la operación de cesárea una incisión que cortaba las fibras
musculares del útero lo cual dificultaba tolerar las contracciones de un
parto vaginal futuro.
Actualmente, sin embargo, las cesáreas se llevan
a cabo con una incisión horizontal paralela a las fibras musculares la
cual ayuda a que el útero mantenga su integridad y quede listo para un
posible parto vaginal.
Por eso en muchos países las mujeres que
tuvieron a su primer bebé con cesárea pueden elegir, si no se presentan
complicaciones, tener a su segundo bebé con un parto vaginal.
Las nuevas investigaciones, publicadas en la revista PLoS Medicine, siguieron a varias mujeres embarazadas, algunas de las cuales ya habían tenido una cesárea previa.
La investigación británica, realizada en la
Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal de la Universidad de Oxford,
estudió el riesgo de ruptura uterina, una complicación grave durante el
embarazo que causa hemorragia severa en la madre y pone en riesgo al
nonato.
"A pesar de que el parto vaginal presenta un riesgo ligeramente más alto de ruptura después de una cesárea previa, esta operación también conlleva riesgos, como coágulos, períodos más largos de recuperación "
Dra. Virginia Beckett
Los científicos identificaron 159 casos de
ruptura uterina entre 2009 y 2010, y la vasta mayoría de los casos (139)
ocurrieron en mujeres que habían tenido una cesárea.
Entre las mujeres con cesárea previa, el riesgo
de ruptura uterina fue siete veces más alto cuando optaron por un parto
vaginal que cuando planearon otra cesárea.
El riesgo de muerte del bebé fue tres veces más alto.
El segundo estudio siguió a más de 2.000 mujeres
en 14 hospitales de Australia que estaban planeando su segundo parte
después de una cesárea previa.
Los científicos del Centro Australiano de
Investigación para la Salud de la Mujer y el Bebé encontró que las
mujeres que planearon una cesárea experimentaron menos hemorragias
severas durante el nacimiento que aquéllas que eligieron un parto
vaginal.
También se encontró entre las mujeres de cesárea un riesgo reducido de muerte del bebé en el útero.
Los expertos calculan que una muerte de nonato podría prevenirse por cada 66 cesáreas planeadas después de una cesárea.
Y concluyen que "entre las mujeres con una
cesárea previa, planear la repetición de una cesárea en lugar de tener
un nacimiento vaginal está asociado con un menor riesgo de muerte fetal o
del infante o de una complicaciones graves en el neonato".
En un comentario sobre ambos estudios, la
doctora Virginia Beckett, portavoz del Colegio Real de Obstetras y
Ginecólogos del Reino Unido expresa que "elegir un nacimiento vaginal o
una cesárea conlleva diferentes riesgos y beneficios".
"Pero en general cualquier elección puede ser segura con riesgos muy pequeños".
"A pesar de que el parto vaginal presenta un
riesgo ligeramente más alto de ruptura después de una cesárea previa,
esta operación también conlleva riesgos, como coágulos, períodos más
largos de recuperación".
"Es importante que las mujeres discutan las opciones de sus casos individuales con su partera u obstetra" agrega la experta.
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