Las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado
cubano han pasado por diferentes momentos, desde el choque frontal de
los años '60 hasta la colaboración actual en temas tan delicados como la
liberación de presos o la mediación con otros gobiernos.
La tensión llegó a tal grado que hace medio
siglo Fidel Castro fue excomulgado por Juan XXIII lo cual no impidió que
el Papa Juan Pablo II lo visitara en el año 1998 y Benedicto XVI repita
el viaje 14 años después.
Pero esta visita tiene un carácter muy definido,
según Enrique López Oliva, profesor de Religión en la Universidad de La
Habana, el Papa "viene en primer lugar para darle un espaldarazo a la
política del cardenal Jaime Ortega" en su acercamiento con el gobierno.
El obispo Juan de Dios Hernández confirma que
"hay un diálogo respetuoso, que lo ha habido y que se está dando
también, unas veces con unos acentos, otras veces con otros" y que "la
Iglesia siempre ha tratado de tirar el puente del diálogo".
La Iglesia gana espacios
López Oliva asegura que "el sector más
negociador de la iglesia domina el Episcopado Católico, ha habido una
renovación con gente joven, gente que quizás no sufrió o no participó en
el conflicto iglesia-estado de las décadas del '60 o '70".
Según el profesor, la Iglesia aspira a que se le
abra el acceso a la educación y a los medios de prensa, "pero ya poseen
la única revista independiente de crítica política de Cuba, Espacio
Laical, en la que escriben académicos oficiales, críticos y de la
iglesia".
Además "el seminario de San Carlos y San
Ambrosio se ha convertido en el centro de diálogo Félix Varela de la
Cultura, donde se reúnen para debatir problemas nacionales figuras de la
revolución, voces de la iglesia e inclusive algunos opositores".
Estos espacios son importantes para el clero
porque "la Iglesia ha perdido muchísimos fieles en Cuba, tú vas un
domingo y las iglesias católicas están semivacías o vacías, mientras que
en los templos pentecostales la gente no cabe dentro".
Arde la disidencia
"Han propagado la doctrina de que hay que darle un voto de confianza a Raúl, apoyar los cambios. Eso es tomar una posición política desde la iglesia"
Osvaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano de Liberación
Durante los últimos años la Iglesia Católica
tomó distancia de los laicos opuestos al gobierno, como es el caso de
Osvaldo Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación. Además
cerraron la revista Vitral, dirigida por el también disidente Dagoberto
Valdés.
Payá aseguró a BBC Mundo que el acercamiento al
gobierno es promovido por los "laicos que dirigen las revistas (Espacio
Laical y Palabra Nueva). Tienen posiciones de mucha influencia y cuentan
con el apoyo del Cardenal (Jaime Ortega)".
Agrega que "ha sido capturada la voz de la
iglesia por esas publicaciones y de manera abierta y directa emiten
posiciones políticas de apoyo al gobierno, que no comparte la mayoría
del pueblo de Dios en Cuba, los no religiosos, laicos, obispos y
sacerdotes".
"Yo soy parte de esta comunidad, Jaime es mi
pastor, lo respeto y quiero pero hay criterios políticos que no
comparto. Han propagado la doctrina de que hay que darle un voto de
confianza a Raúl, apoyar los cambios. Eso es tomar una posición política
desde la iglesia".
El diálogo con Raúl Castro
El obispo Juan de Dios Hernandez confirma que la
Iglesia participa del diálogo y aspira "a un espacio en los medios de
comunicación más sistemáticos" y también a "una posibilidad en el ámbito
educativo", es decir, volver a tener escuelas católicas como antes de
1959.
"Todo espacio que la Iglesia logra en este
diálogo es un espacio también para el pueblo, desde la fe evidentemente.
No hubiera sido posible la salida de los presos (políticos) sin ese
diálogo y tampoco hubiese sido posible el indulto de dos mil y pico de
presos (comunes)", nos explica.
El obispo participó en encuentros con el
presidente Raúl Castro y lo describe como "una persona muy directa, de
agenda y de puntos concretos, no da vueltas, tiene un concepto operativo
de la vida, con una gran sentido de eficacia, trata de que las cosas
salgan y que no se queden en puro discurso".
A las críticas de la disidencia, el obispo
responde que la Iglesia se niega a "afiliarse a una realidad de manera
total porque ya eso por sí mismo la hace excluyente y si algo no puede
ser la iglesia es excluyente. Por el contrario debe educar en la
pluralidad, en la diferencia y en el diálogo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer