La
antropóloga Francoise Barbira-Freedman se encontraba recogiendo
información para su doctorado en la Amazonia peruana cuando sintió un
dolor "insoportable" en sus muelas del juicio. A falta de dentistas y de
medios de transporte veloces para ir a una clínica, decidió tomar el
camino de la medicina natural.
Los indígenas con quienes se encontraba le
recomendaron la planta Acmella oleracea -conocida como spilantes-, que
resultó "muy efectiva" para su dolor y que ahora espera transformar en
un gel que sirva como un anestésico periodontal.
Entre el dolor inicial de la
científica y los planes de elaboración del producto pasaron décadas,
como le explicó la antropóloga al periodista Justin Webb, del programa
Today, de Radio 4 de la BBC.
"La vida continúa en el Amazonas. Agradecí el
tratamiento, pero se me olvidó por completo hasta unos 20 años después,
cuando un neurofarmacólogo basado en Cambridge me pidió que trajera
algunos ejemplares de plantas que pudieran tener algún efecto en el
sistema nervioso", dijo Barbira-Freedman.
"Entonces me acordé y me reuní con colegas
peruanos para pedir los permisos para traer las plantas", dijo la
antropóloga médica de la universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Poderoso gel
Barbira-Freedman explica que el equipo de
trabajo produjo un gel con base en la planta que puede funcionar como un
"potente anestésico".
El gel podría competir con anestésicos como la
novocaína o la lidocaína y evitaría la necesidad de inyecciones para
dolorosos tratamientos periodontales.
Actualmente se están realizando pruebas médicas en Perú y se espera que el producto comience a ser vendido en 2014 o 2015.
Originalmente, la planta es cultivada por
miembros de la tribu indígena Keshwa Lamas en el jardín medicinal
Yakumamay, cerca de Iquitos.
Los indígenas utilizan la planta de manera
habitual para su limpieza dental y la cultivan en una reserva manejada
por la comunidad y que cuenta con una especie de "farmacia indígena".
Modelo de retribución
La científica, que fue la primera occidental en vivir con la comunidad, resalta que su proyecto busca beneficiar a la tribu.
"Ya se benefició con el acuerdo de
licenciamiento y también creamos un modelo de retribución para los
habitantes locales que esperamos sea exitoso", le dijo Barbira-Freedman a
Webb.
"La compañía pertenece en su mayoría a la
universidad de Cambridge y diseñamos cuidadosamente un modelo para
invertir las regalías en educación y conservación, de la mano de los
habitantes locales", señaló la antropóloga a Radio 4 de la BBC.
"Todavía hay muchas otras plantas anestésicas
que deben ser investigadas y creo que este remedio puede alertar aun más
a las personas sobre la potencial riqueza del conocimiento indígena y
su sofisticación".
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