Hasta hace poco, Hugo Chávez -quien este viernes
regresó a Venezuela proveniente de Cuba- hablaba de mantenerse en el
poder hasta 2031.
Pero aunque su retorno seguramente tranquiliza
por algún tiempo a sus simpatizantes, no despeja las interrogantes
planteadas por la recurrencia del cáncer que afecta al mandatario y que
lo llevó a la isla caribeña para someterse a una tercera operación.
Aún se desconoce la gravedad de la
enfermedad de Chávez, pero las intervenciones quirúrgicas a las que
debió someterse en los últimos ocho meses tornan inevitable la cuestión
de si el mandatario estará en condiciones o no de soportar la campaña
electoral de cara a las elecciones presidenciales de octubre y, en caso
de ganar, mantenerse seis años en el poder.
Son preguntas que dan pie a otras: ¿Hay chavismo
más allá de Chávez? ¿En su ausencia, qué futuro tienen la Revolución
Bolivariana y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)?
Para muchos, la primera consecuencia de una "falta absoluta" de Chávez sería una feroz lucha interna en el partido gobernante.
Públicamente, sin embargo, la posibilidad de un conflicto ha sido rechazada por los directivos del PSUV.
Y el gobierno ha insistido en que la "sucesión
de la candidatura" del actual mandatario para las elecciones
presidenciales de octubre simplemente "no está planteada".
"La combinación de talentos y habilidades que ostenta el presidente se dan pocas veces. Cuando un líder de esta estatura desaparece, se requieren generalmente varios lustros o décadas hasta que alguien aparezca que pueda llevar la bandera del fundador"
Heinz Dieterich, impulsor del "socialismo del siglo XXI"
Es que el desafío de un chavismo sin Chávez es
inmenso: único en su carisma, nadie tiene la capacidad de conexión que
Chávez mantiene con buena parte de la población.
"La combinación de talentos y habilidades que
ostenta el presidente se dan pocas veces", le dice a BBC Mundo Heinz
Dieterich, el sociólogo alemán –residente en México– que acuñó el
término "socialismo del siglo XXI" y que fuera defensor de la Revolución
Bolivariana.
"Cuando un líder de esta estatura desaparece, se
requieren generalmente varios lustros o décadas hasta que alguien
aparezca que pueda llevar la bandera del fundador", explica.
Como Perón
Dieterich cree que el chavismo sin su líder "podría existir a la manera, como existe en Argentina un peronismo sin Perón”.
"Para eso requeriría un líder (o lideresa) que
es sentido por las mayorías como legítimo heredero del fundador del
proyecto y circunstancias objetivas que permitan una coyuntura económica
con reducción del desempleo y mejoramiento social de las mayorías",
dice.
Las opciones de Dieterich
Heinz Dieterich, cree que la eventual sucesión de Chávez podría recaer en el almirante retirado Orlando Maniglia. ¿Los motivos? "Porque
es de la Fuerza Armada, que es el último decisor en una situación como
la venezolana; porque representa el sector centrista de la Fuerza
Armada, ni la derecha, ni la izquierda; porque (Chávez) lo conoce desde
su juventud y lo ve como amigo confiable; porque ha desarrollado su
capacidad y discurso político enormemente en los últimos años y es un
discurso que es aceptable para el centro político del país, que decidirá
las elecciones".
Sobre los otros eventuales sucesores, Dieterich ha dicho lo siguiente:
Sobre los otros eventuales sucesores, Dieterich ha dicho lo siguiente:
- Elías Jaua, vicepresidente: "Es, en términos comunicativos, un plomo. Por lo mismo, no es un prospecto viable".
- Nicolás Maduro, canciller:"Chávez mismo desmontó a su delfín Nicolás Maduro, lanzándolo a la gobernación de Carabobo, cuando éste se aceleró para reemplazar al presidente, que pensaba que iba a morir pronto".
- Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional:"Mago de la política del inframundo, se ha ganado la antipatía nacional con creces y nunca ganaría una elección presidencial".
- José Vicente Rangel, exvicepresidente:"Tiene el perfil idóneo, pero la biología se opone a su candidatura". Rangel tiene 82 años.
- Tarek William Saab, gobernador de Anzoátegui: "A quién Fidel alguna vez le calentó la oreja con la idea de que él podía ser el futuro presidente, ya no juega en la Primera Liga".
Dieterich, sin embargo, reconoce que la
revolución sin Chávez, o con un Chávez disminuido, corre "sin duda" un
riesgo. "Ahora, el grado de disminución de la fuerza del proceso
dependerá del sucesor que designe y de la política injerencista de
Washington", explica el analista.
El director de la firma de opinión pública
Datanálisis, Luis Vicente León, también echa por tierra los comentarios
de quienes aseguran que no habrá "chavismo sin Chávez".
"Lo que no sé –dice– es proyectar la fuerza de
ese movimiento y tampoco sé si puede ganar una elección. Claro que corre
riesgo, la revolución está muy basada en Chávez pero eso no significa
que sea el fin".
"Cuando Chávez no esté, los chavistas duros, que
son en torno al 35% no van a votar por (el principal candidato de la
oposición) Capriles, con esa base decir que el chavismo sin Chávez no
existe me parece atrevido", agrega.
Y Nicmer Evans, profesor de Teoría Política de
la Universidad Central de Venezuela, también descarta que el chavismo
corra riesgo de "desaparecer" o de "desestabilizarse" porque –asegura–
"están las condiciones dadas para tomar medidas para continuar el
proceso".
"Una tendencia del proceso revolucionario dice
que el proceso va mucho más allá de Chávez, aunque la mayoría del
chavismo lo ve como el líder fundamental", agrega.
En los sectores más duros dentro del chavismo
hay lealtad al presidente pero también convencimiento de que este
proceso está por encima de individualidades.
"Chávez ha dicho que no era imprescindible, a
esta revolución no la detiene nada, esta revolución no tiene marcha
atrás", le dice a BBC Mundo David Romero, fundador del Colectivo
Salvador Allende, ubicado en el bastión chavista del barrio 23 de enero,
en Caracas.
Romero asegura que por ahora no reconocen
ninguna transición ni sucesión, "sólo al comandante" y dice que en caso
de que el presidente no pueda continuar, "Chávez saldría a decir que
tiene un compañero para liderar y lo vamos a apoyar".
El problema del "hiperliderazgo"
Evans, por su parte, advierte sobre la
posibilidad de que la salud del presidente termine siendo la salud del
proceso revolucionario y cuestiona la contradicción de la consigna "Con
Chávez todo, sin Chávez nada".
"Sería importante que Chávez deje una sucesión clara, que la valide y lo deje como algo natural"
Luis Vicente León, director de Datanálisis
"Deben tomarse medidas necesarias para asegurar
la unión", dice y habla de algo que ya mencionó el propio Chávez, "el
presidente reconoce el hiperliderazgo y la necesidad de ir cambiando el
modelo directivo".
El analista ha cuestionado la excesiva
dependencia dentro del chavismo del liderazgo de Chávez, asegura que "ha
sido producto del temor a tener iniciativas propias (…) una cosa es la
lealtad y otra la sumisión" y señala que esa "omnipresencia y
omnipotencia" presidencial de manera paulatina ha "mermado las
alternativas".
León coincide. Para él, la clave pasa por evitar
el conflicto interno: "Sería importante que Chávez deje una sucesión
clara, que la valide y lo deje como algo natural".
"Pero Chávez –explica el director de
Datanálisis– ha destruido a cualquier actor que le ha intentado hacer
sombra. Mientras Chávez esté ahí tiene que ser Chávez el que los unja",
alguien que en palabras de Evans sería el "bateador emergente, cuya
única legitimidad (…) estaría basada en ser propuesto por Chávez".
En algunos sectores del chavismo, sin embargo,
la sola mención de una posible candidatura que no sea la de Chávez
produce escozor.
Y en el caso de Adán Chávez, hermano mayor del
presidente y gobernador de Barinas, genera llamados a "detectar y
denunciar" a quienes puedan traicionar la revolución.
Adán, exembajador en Cuba, es considerado el más
radical de los Chávez. Fue uno de los que volvió a la palestra tras el
anuncio del cáncer en junio pasado.
"Sería imperdonable –dijo el año pasado–
limitarse tan solo a lo electoral y no ver los otros métodos de lucha,
incluso la lucha armada para obtener el poder, que es el instrumento
indispensable para aplicar y desarrollar el programa revolucionario".
Posibles sucesores
En las encuestas sobre eventuales sucesores, Adán Chávez marcha cuarto.
Primero se ubica el vicepresidente Elías Jaua,
seguido del canciller Nicolás Maduro –quienes supuestamente pelearán por
la gobernación de Miranda y Carabobo, respectivamente– y del presidente
de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Pero son sondeos que hay que tomar con pinzas,
dice León, porque todavía los encuestados no imaginan el escenario
electoral sin la presencia de Chávez.
Y el mismo Diosdado Cabello -uno de los posibles
ungidos, que cobró protagonismo en los últimos meses tras ser nombrado
vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y
presidente de la Asamblea Nacional- ha dicho públicamente que "el
candidato de la revolución es y será Hugo Chávez ".
"Independientemente de mi destino personal, la revolución ya tiene su impulso y nada ni nadie podrá detenerla"
Hugo Chávez, presidente de Venezuela
"No hay –agregó–, ni se ha pensado, ni se ha
evaluado, ni lo hemos estudiado (otro candidato), tenemos la certeza que
ese es el candidato de la revolución y no solo la certeza, sino que
estamos seguros que va a triunfar", dijo Cabello.
Pero la salud de Chávez podría hacer que la historia sea otra. Y el presidente parece haber empezado a preparar a sus huestes.
"Independientemente de mi destino personal –dijo
Chávez días atrás– la revolución ya tiene su impulso y nada ni nadie
podrá detenerla".
En el chavismo prenden velas para que la frase del líder se haga realidad.
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