Impactantes nuevas imágenes de tres lunas de Saturno
fueron captadas por la nave espacial Cassini. Una de ellas, Encélado,
es, según los astrónomos, uno de los lugares claves en la búsqueda de
vida extraterrestre.
"Es el lugar más promisorio que conozco para una
búsqueda astrobiológica. Ni siquiera necesitamos rascar la superficie.
Podemos volar y tomar muestras. O podemos aterrizar en la superficie,
buscar y sacar la lengua", explicó Carolyn Porco, a cargo del equipo de
imágenes en Cassini.
La sonda hizo su pasada más baja
sobre el polo sur de los géiseres de Encélado a una altitud de 74
kilómetros, lo que le permitió captar los chorros de vapor de agua y
hielo que la luna lanza hacia el espacio.
Según los científicos, hay pruebas de que esos
flujos son alimentados por un océano de agua líquida bajo la capa
externa de hielo de Encélado que podría estar en contacto con el núcleo
rocoso de la luna.
Ese potencial océano hace de esta luna un
objetivo aún más importante en la búsqueda de vida fuera del sistema
solar ya que las rocas podrían aportar al océano los ingredientes
químicos que se consideran esenciales para la vida.
"Es cuando la erupción llega al espacio que
podemos tomar muestras. Suena increíble, pero sobre la superficie de
este pequeño mundo podrían estar lloviendo microbios", añadió.
Similar a la Tierra
"El tipo de ecología que Encélado podría
albergar podría ser como aquellas presentes en la profundidad de nuestro
propio planeta", explicó Carolyn Porco, a cargo del equipo de imágenes
en Cassini.
"Cassini ha volado varias veces a través de este
géiser y lo ha probado. Y hemos encontrado que aparte del agua y del
material orgánico, hay sal en las partículas de hielo.
La salinidad es
la misma que la de los océanos de la Tierra", agregó Porco en una
entrevista para el sitio web de la NASA.
La zona habitable de Encélado podría ser comparativamente fácil de acceder mediante misiones espaciales con robots.
La fuente de calor de Encélado parece ser el
propio Saturno. La luna se mueve alrededor del planeta en una órbita
distorsionada, con forma ovalada más que circular.
Esto hace que sea atraída y apretada por la gravedad de Saturno, induciendo el calor que hace posible la actividad geológica.
Imágenes de los géiseres
Antes del acercamiento más profundo a Encélado,
las cámaras de Cassini habían capturado imágenes de los géiseres, que
contienen compuestos orgánicos junto con hielo y vapor.
Los chorros salen de quiebres, o fisuras calientes, ubicadas en el polo sur que se conocen como "rayas de tigre".
La nave de la NASA también realizó sobrevuelos
relativamente cercanos a otros dos satélites de Saturno, Dione y Janus,
el 28 y 29 de marzo.
Pero captar esas fotografías fue un proceso complejo.
Al pasar por Encélado, las cámaras de la nave
realizaron un mosaico de nueve cuadros de la superficie del hemisferio
principal de Encélado.
Posteriormente, Cassini voló cerca de la pequeña
luna Janus, con un acercamiento muy próximo, de 44.000 kilómetros. El
planeta aparecía al fondo de algunas de esas imágenes.
El 28 de marzo, la nave pasó por Dione a
aproximadamente la misma distancia y capturó, entre otras observaciones,
un mosaico de nueve cuadros que muestra el lado de la luna que mira en
sentido opuesto al de Saturno.
Los científicos recientemente presentaron
evidencia de que Dione tiene características que se parecen a las "rayas
de tigre". Y además posee un criovolcán, que escupe amoníaco acuoso o
metano en lugar de roca fundida.
No está claro si hay realmente actividad
geológica en Dione, pero de ser así, es casi con certeza a un nivel más
bajo que en Encélado.
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