La comisión encargada de investigar la
nacionalidad del presidente de Haití, Michel Martelly, halló
irregularidades en por lo menos cinco de los ocho pasaportes que entregó
el mandatario la semana pasada, según el informe preliminar presentado
ayer de manera oficial ante el pleno del Senado.
Entre las
anomalías observadas por la comisión se encuentran algunos pasaportes de
Martelly que tienen el mismo período de validez, estatutos
matrimoniales contradictorios así como problemas de visado con respecto a
su residencia norteamericana, destacó la prensa local.
La
presentación estuvo a cargo del senador por el departamento del Oeste,
John Joel Joseph, del partido Inité (en la oposición), y había sido
anunciada la víspera.
La comisión puso de relieve que las dudas
en torno a la nacionalidad del mandatario salieron a relucir el 13 de
mayo del 2011, un día antes de la investidura del presidente Martelly, y
que la indagación sigue su curso.
El organismo también solicitó
de nuevo la tarjeta de residencia de Estados Unidos del presidente para
certificar su identidad, sobre la cual persisten dudas.
La
investigación de la nacionalidad del mandatario haitiano se inició el
año pasado en represalia por la detención de un diputado de la asamblea
nacional, y provocó hace tres semanas la renuncia del primer ministro
Garry Conille, distanciado de Martelly entre otras razones por la forma
en que manejó el caso.
La Constitución prohíbe la doble
nacionalidad y prevé la destitución del presidente de la República, del
primer ministro, de los miembros del gabinete, de senadores y diputados
que se encuentren en esa situación.
La semana pasada, Martelly
intentó despejar las dudas en torno a su nacionalidad al presentar al
país los documentos que supuestamente avalan su ciudadanía haitiana.
“Espero
que este gesto sea un ejemplo para todas las instituciones del país”,
dijo Martelly en una rueda de prensa en el palacio nacional, sede del
Ejecutivo.
La declaración del mandatario haitiano se hizo en
presencia de los miembros de su gobierno, del cuerpo diplomático, de la
prensa local y de representantes de la organización “Religión para la
paz”, a la que Martelly entregó sus documentos.
Antes, el
embajador de Estados Unidos en Haití, Kenneth Merten, aseguró que
Martelly no es un ciudadano norteamericano y afirmó que éste tenía una
tarjeta de residencia en Estados Unidos que entregó a las autoridades de
su país el 2 de mayo de 2011.
El informe preliminar presentado
ayer puso en duda el sello de salida en el pasaporte que Martelly
presentó el 21 de noviembre del 2007, fecha que debería aparecer en los
manifiestos de la compañía American Airlines, de la que espera una
respuesta porque hasta ahora no han sido encontrados.
Según la
comisión del Senado, ningún rastro del presidente aparece en los
sistemas de inmigración desde 2008, aunque refrendó otros datos como la
extensión de la validez de algunos pasaportes ya que fue una práctica
común antes de 1999, así como la adición de una hoja suplementaria al
pasaporte de 32 páginas.
La acusación había sido hecho por el
senador Jean-Baptiste Bien-Aimé, quien mencionó la ubicación del número
del documento y la parte perforada en la parte superior de las páginas
como dos elementos que comprobaban las irregularidades que “pudo
determinar gracias a su experiencia en el servicio diplomático
haitiano”.
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