Ellie Lavi, una estadounidense radicada en Israel,
terminó convertida en el centro de una discusión legal sobre ciudadanía
por tener hijos en el extranjero y con material genético donado.
Lavi, soltera y también israelí, quedó
embarazada en una clínica de fertilidad gracias a esperma y óvulos
donados de manera anónima, una práctica común en algunos lugares del
mundo. Como vivía en Israel, dio a luz allá a dos mellizas.
Pero cuando pidió la ciudadanía
estadounidense para sus bebés, la petición fue rechazada. La razón:
debía probar que los óvulos o la esperma provinieran de ciudadanos de
Estados Unidos, un hecho muy difícil por los acuerdos de
confidencialidad en algunos hospitales.
El caso de esta mujer es muy específico y, sin
embargo, ya ha sido cuestionado porque pone en duda la forma como se
comprenden elementos universales como la maternidad o la ciudadanía y
porque revela cómo los avances tecnológicos no siempre vienen
acompañados de adaptaciones legales.
Familia y paternidad
La historia de Lavi tocó las fibras de algunas personas porque ejemplifica dos fenómenos sociales y culturales.
El primero es que los conceptos tradicionales de
familia y de paternidad ya no sólo incluyen el tridente de padre, madre
e hijo. Ahora es más común que haya individuos que quieran tener un
bebé solos o parejas homosexuales que deseen ser padres.
El segundo va de la mano: para lograr su
cometido, parejas de todo tipo están aprovechando avances tecnológicos
como la fertilización in vitro, la donación de material genético o las
madres sustitutas.
Y lo hacen, aunque para ello deban cruzar medio
mundo. No en vano se ha popularizado el concepto de turismo
reproductivo, que incluye estos avances.
Adaptación
Sin embargo, según los expertos consultados por
BBC Mundo, algunas leyes de Estados Unidos no parecen haberse adaptado a
estos fenómenos, algo que ejemplifica el caso de Lavi.
"El concepto preponderante es que cuando esto lo
hacen solteros, parejas homosexuales o parejas casadas, el bebé es su
hijo legalmente, financieramente y emocionalmente, así hayan utilizado
una madre sustituta o donantes", dice Sanford Benardo, un abogado
estadounidense especializado en tecnología reproductiva asistida.
"No darle la nacionalidad es como si el gobierno le estuviera diciendo que ella no es la madre que cree ser", añade.
Por su parte, Marna Gatlin, fundadora de de la organización Parents Via Egg Donation
(Padres a través de la donación de óvulos), opina que "los legisladores
no adaptaron la ley a esta época en que la donación de óvulos ocurre en
todo el mundo".
"Un ADN perdido no debería determinar la ciudadanía de un hijo", comentó a BBC Mundo.
Lo que dice la ley
La Oficina de Asuntos Consulares del
Departamento de Estado tiene una sección en la que explica las leyes
que rigen las peticiones de nacionalidad para ciudadanos que estén
pensando en utilizar técnicas de reproducción asistida.
Explica que la transmisión de ciudadanía estadounidense por nacimiento está regida por la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés). El Departamento de Estado interpreta que la ley obliga a los padres a tener una conexión biológica con su hijo para pedir la ciudadanía.
En otras palabras, el ciudadano estadounidense debe ser el donante de esperma o de óvulo para transmitir la ciudadanía a un hijo concebido a través de tecnologías de reproducción asistida.
La interpretación completa puede encontrarse en este vínculo:
http://travel.state.gov/law/citizenship/citizenship_5177.html
Explica que la transmisión de ciudadanía estadounidense por nacimiento está regida por la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés). El Departamento de Estado interpreta que la ley obliga a los padres a tener una conexión biológica con su hijo para pedir la ciudadanía.
En otras palabras, el ciudadano estadounidense debe ser el donante de esperma o de óvulo para transmitir la ciudadanía a un hijo concebido a través de tecnologías de reproducción asistida.
La interpretación completa puede encontrarse en este vínculo:
http://travel.state.gov/law/citizenship/citizenship_5177.html
Sobre este asunto, un
informe de junio de 2011 de la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado da luces sobre la posición del gobierno.
Posición oficial
El documento admite que "los desarrollos
recientes en la tecnología reproductiva asistida añadieron una nueva
dimensión a la documentación de niños como ciudadanos estadounidenses".
Explica que la adjudicación de ciudadanía es más
difícil en estos casos que en las peticiones tradicionales y que el
potencial de fraude es claro y la documentación puede ser poco
fidedigna.
La Oficina de Asuntos Consulares dice que está
al tanto de que "las regulaciones y las leyes no han seguido el ritmo de
la tecnología y está trabajando con asesores legales y otras agencias
para actualizar las políticas como sea apropiado".
El Departamento de Estado, por su parte, dice
que comprende la situación de Lavi y sus hijas, como le dijo una vocera
de la entidad a BBC Mundo.
"Sin embargo, nuestra labor es administrar de
manera consistente y precisa las leyes que promulga el Congreso, y lo
hacemos lo mejor que podemos".
"Cada caso es diferente. La labor de nuestros
funcionarios consulares es confirmar todos los requerimientos para la
transmisión de la ciudadanía".
Vínculos biológicos
Las leyes estadounidenses requieren que haya
relación tanto sanguínea como legal entre los padres y los hijos para
que estos últimos puedan recibir la nacionalidad. También existen
algunas excepciones sobre cuánto tiempo residieron los padres
estadounidenses en su país antes de tener el hijo en el extranjero.
En esta situación particular, como la
fertilización in vitro o las madres sustitutas, las autoridades pueden
pedir evidencias adicionales del vínculo consanguíneo.
El problema, según señala la abogada de temas
reproductivos Melissa Brisman, es que las regulaciones sobre el tema
fueron creadas en épocas en que esas situaciones particulares no se
habían popularizado.
"Se trata de una regulación creada cuando la biología no podía 'separarse' de una mujer", le dijo a BBC Mundo.
"Antes de que llegara la tecnología
reproductiva, una mujer normalmente tenía que usar sus óvulos para dar a
luz. Ahora que puede tener óvulos que no son suyos, es posible que esté
dando a luz a un hijo que no es biológicamente suyo", le dijo a BBC
Mundo.
Esta situación legal ha dado pie a que algunos opinen que hay iniquidad entre diferentes regulaciones de ciudadanía.
Adopción
Eso ocurre, por ejemplo, cuando se compara el
caso de Lavi con otras maneras en que es posible obtener la ciudadanía,
como la adopción en el extranjero.
Es posible que una pareja estadounidense pueda
adoptar a un bebé en otro país y darle la nacionalidad, aunque no tenga
vínculos biológicos con sus padres ni haya sido gestado por una
estadounidense.
"El mensaje final es este: es un tema complicado y ya no lo vemos sólo desde la perspectiva médica. Hay aspectos legales que deben comprenderse de antemano para crear un camino que todo el mundo entienda."
Sanford Benardo, abogado
En este caso, según explica Benardo, la diferencia está en que las leyes sobre adopción sí se actualizaron con la práctica.
Otro problema es que el caso de Lavi puede abrir
las puertas para que la donación genética termine influenciando otras
peticiones de nacionalidad.
Benardo comenta que una pareja europea que haya
buscado un donante estadounidense para tener su hijo en Europa podría
pedir la nacionalidad estadounidense para su bebé, aunque este no tenga
relación efectiva alguna con Estados Unidos.
Por eso, para evitar situaciones complejas como la de Lavi, el abogado recomienda que las parejas reciban asesoría legal.
"El mensaje final es este: es un tema complicado
y ya no lo vemos sólo desde la perspectiva médica. Hay aspectos legales
que deben comprenderse de antemano para crear un camino que todo el
mundo entienda".
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