El austriaco Felix Baumgartner ya está de camino a establecer el récord mundial de caída libre.
El jueves, el aventurero europeo se lanzó desde una cápsula a 22 kilómetros sobre el nivel del mar en Nuevo México para probar.
Con la ayuda de la acción de la fuerza de la gravedad, tomó tierra ocho minutos más tarde.
Ese salto sirvió para probar el sofisticado equipamiento con el que se lanzará desde 36,5 kilómetros de altura.
Si lo consigue, sobrepasará la marca establecida por el coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Joe Kittinger en 1960.
Selecto club
Pero tan sólo su salto de prueba ya puso a
Baumgartner en un selectísimo grupo formado por Kittinger y el ruso
Eugene Andreev, los dos únicos seres humanos que han saltado desde más
alto.
Baumgartner, famoso por cosas como haber saltado
desde las Torres Petronas, en Kuala Lumpur, usa un traje especial para
poder sobrevivir la falta de oxígeno y el frío extremo de la
estratosfera.
Su equipo calcula que el jueves alcanzó 586
kilómetros por hora en su caída y que estuvo en caída libre durante tres
minutos y 43 segundos antes de abrir su paracaídas.
Desde la cápsula al suelo, el salto tomó ocho minutos y ochos segundos.
"Casi no podía mover las manos. Vamos a tener que trabajar en eso", dijo.
El austriaco también comentó que las
extraordinarias dimensiones del mundo visto desde la estratosfera es
algo a lo que acostumbrarse toma tiempo.
"Quería abrir el paracaídas después de un rato
cayendo, pero me di cuenta de que todavía estaba a una altura de más de
15.000 metros".
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