La mujer quien deberá realizar visitas periódicas al tribunal para firmar cada 15 días, debido a la medida de coerción que le fue impuesta, contó las penurias que sufrió junto a su verdugo, quien ahora deberá exponerse ante el juez por abuso a ella.
Rosemary Peña Rosario explicó que durante casi siete años, soportó golpes y hasta puñaladas, evitando que sus hijos se enteraran y su familia para no traerle problemas.
Reveló que tiene un hijo que es boxeador pero que soportó hasta lo último para evitarle problemas. El juez conocerá una medida de coerción a Nolasco Vilorio por maltrato físico contra su mujer esta semana.
La mujer debió quitarse parte de su vestimenta ante las autoridades judiciales, debido a la reiteración de su verdugo de que nunca había maltratado a su mujer y que ese era un argumento para evadir los celos.
La mujer que se dedica a la tapicería y la costura, mostróa los abogados y magistrados los golpes y puyones, que supuestamente le provocò su concubino, Martires Nolasco Vilorio, a quien según dijo, tuvo que darle una lección el pasado domingo, provocándole una herida que casi le lleva de tajo su miembro viril. Finalmente se repone de la herida.
Manifestó que durante largo tiempo soportó pelas, trompadas, planazos con machetes y puyones de cuchillos en diversas partes de su cuerpo. También mostró hematomas y cicatrices que su marido le provocó.
Dijo que el hombre entró en celo con un dirigente comunitario por lo que no salía del hogar en acecho permanente. "Yo vivía en una prisión en mi propia casa, me negaba a hablar con las vecinas, no podía saludar a ningún hombre, porque desde que estábamos solo me entraba a trompada y me puyaba con cuchillos y navajas", dijo la mujer que fue puesta en libertad después de demostrar su maltrato ante el juez de instrucción.
Sin embargo, la mujer expresó que no volverá con él, aunque reconoció que lo sigue amando.
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