Los lazos con la comunidad hispana son fuertes pero hay desilusión.
Una de las preguntas que será respondida con los resultados de las elecciones de mitad de período de Estados Unidos el próximo 2 de noviembre es si la postura en contra de la reforma migratoria terminará beneficiando al Partido Republicano.
Tras la aprobación en el Senado de Arizona de la ley 1070 en abril de este año y la ola de propuestas y medidas en contra de la inmigración de indocumentados que se desató entre líderes republicanos, muchos daban por seguro que el partido de oposición en EE.UU. se encaminaba hacia la derrota en las votaciones del próximo martes ya que se estaban ganando el rechazo del influyente voto hispano.
Ahora, en vísperas de los comicios, los electores latinos dicen favorecer a los demócratas sobre los republicanos dos a uno, según sondeos.
Sin embargo, encuestas realizadas a principios de octubre indican que el 50% de los electores latinos no pensaba acudir a las urnas en esta ocasión, en gran parte porque están desencantados con el partido de gobierno pues no ha cumplido con su promesa electoral de concretar una reforma migratoria.
Voto decisivo
El partido Demócrata y los hispanos son como una familia y en la bronca entre familias, el que se mete siempre sale salpicao
José Cancela, Hispanics USA
La apatía del voto hispano podría beneficiar al partido Republicano que, según los sondeos, está en camino de obtener la mayoría de los escaños en la Cámara de Representantes, quebrar la mayoría absoluta que gozan los demócratas en el Senado y apoderarse de la gobernación de 27 estados de la Unión.
Analistas políticos se preguntan si la postura contra la inmigración de indocumentados fue desde un principio una táctica republicana para aislar a los latinos del proceso electoral.
“El latino ha sido un voto decisivo en las últimas dos elecciones”, le señaló a BBC Mundo el investigador John García, de la universidad de Michigan. “Pueden inclinar el resultado hacia un lado o el otro”.
En mayo, cuando la Casa Blanca emitió una serie de mensajes contradictorios sobre su intención de impulsar la reforma migratoria, García advirtió que con su ausencia los latinos podrían afectar el resultado de estos comicios.
Decepción latina
Se pensó que la actitud de la derecha iba a incitar a los latinos a votar, pero no.
Oscar Martínez, profesor de historia de la universidad de Arizona, también piensa que posiblemente la participación electoral entre los latinos será baja.
“Hay mucha decepción en la comunidad hispana, especialmente entre los mexicanos-americanos”, le dijo el historiador a BBC Mundo.
No obstante, Martínez consideró que aunque la comunidad hispana siente que los demócratas no han hecho lo suficiente para lograr la reforma a las leyes de inmigración, los latinos de EE.UU. saben que han sido los republicanos quienes han impedido que se apruebe la medida.
“La mayoría de los votantes hispanos comprenden muy bien cuál ha sido el problema respecto a la agenda migratoria”, añadió el experto, quien vaticinó que a pesar del desánimo, la participación de los latinos “va a ser más alta de lo que se cree”.
Impulso electoral
Desde que se empezaron a divulgar las encuestas sobre la apatía de los electores latinos, activistas comunitarios han desarrollado una intensa campaña para movilizar a los hispanos hacia las urnas.
Los lazos con la comunidad hispana son fuertes pero hay desilusión.
Como consecuencia, las cadenas de televisión hispanas como Univisión y Telemundo han incrementado la transmisión de avisos públicos llamando a los latinos a acudir a las urnas y grupos como la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), el Consejo Nacional de la Raza (NCLR) y Mi Familia Vota han duplicado sus esfuerzos para entusiasmar a la comunidad.
Para organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, como Americas Voice, la avanzada ha dado resultados.
“Hace cuatro semanas, solo el 40,3% de los latinos dijo que estaban muy entusiasmados y hoy la cifra alcanza el 58,3%”, aseguró Latino Decisions, entidad que ha estado conduciendo sondeos semanales entre los electores hispanos.
Sin embargo, aunque es buena noticia para los demócratas, este nivel de entusiasmo está muy por debajo del que se registró durante las elecciones parciales de 2006, cuando 89% de los electores hispanos indicaron su disposición de salir a votar y aún más lejano del 92% logrado en los comicios presidenciales de 2008.
Una familia
José Cancela, presidente de la firma consultora Hispanics USA, afirmó que ha sido un fracaso la táctica republicana de aislar el voto hispano.
“El partido Demócrata y los hispanos son como una familia y en la bronca entre familias, el que se mete siempre sale salpicao”, expresó el experto en campañas mediáticas.
Cancela afirmó que el nivel de entusiasmo electoral entre latinos “va a superar las expectativas y será el anticipo para la fuerza que tendrá el voto hispano en 2012”.
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