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lunes, 21 de diciembre de 2009

Félix Fermin, apagó las luces del Estadio Cibao, en Navidad




Un Momentito con Miguel






Por Miguel De Jesús
El autor es el Director de este Blog



Disfruté la victoria de los Gigantes del Cibao, frente a las Águilas, fue ponerle punto final, a los mal sanos comentarios de ingratos fanáticos y mediocres cronistas deportivos que olvidando los triunfos dados por Félix Fermín como jugador y en los últimos años como manager.

Esas luces que el mantuvo encendidas en cada Navidad , ahora estarán apagadas, las plumas aun vuelan en el valle de los muertos, al llegar al Play me acerqué a mi amigo y después de un abrazo, me dijo, aquí, para seguir adelante,  sentí su seguridad al hablarme, y  dije, ganamos esta noche y así fue.

Hombre autentico,descente ,seguro de si mismo y de lo que es, sembró rosas y la entregó sin espinas a esos cobardes que lanzaban dardos envenenados a nuestro manager mas ganador, hombre que nunca pierde la calma, aún en medio de la mas fuerte presión.


Cinco carreras por Cero, derrota  humillante, ha pesar de la llegada de los tres reyes magos como bautizaron los alcahuetes a Tony Peña, Miguel Diloné y Denio Gonzáles, espero que hayan aprendido la lección y el egoísmo no limite la capacidad de amar y agradecer.

Noche de suspiros, risas, colores, y como la lealtad no se vende, me puse el color de los Gigantes, y desde las gradas mis aplausos con entusiasmo a cada jugada, ojalá sirva de experiencia a los que hablan de pelota por radio y televisión, que vean el lado humano del pelotero, antes de ensañarse contra un atleta.

Mis manos, mí Alma y mi Corazón se encontraron con las de Félix, lo sentí feliz,contento,pleno,me sobran motivos para sentirme bien, envuelto en la mágica experiencia de la clasificación de un equipo de jóvenes peloteros dirigidos, por un Gigante, celebremos sin pensar en los enemigos silenciosos del triunfo.

Fermín, no cambies nunca, sigue como te conocí desde que éramos niños allá en nuestra Patria chica, allá en nuestro adorado Mao,sigue transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes te rodeamos, la lluvia caída mojó las alas de las Águilas ,pero no detuvo el paso de unos Gigantes, decididos a clasificar, en  hora buena, Félix Fermín



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