La historia empieza con una pareja joven pasando unos días tranquilos en la playa, una idea y dos máquinas de coser.
La marca de trajes de baño Salinas comenzó a
hacer sus primeros bikinis en una fábrica casera en Rio de Janeiro hace
30 años, abrió su primera tienda en 1990 y hoy en día es una de las
marcas de bikinis más importantes de Brasil.
Cuenta con 45 tiendas en todo el
país y vende sus productos a 39 países. Sus bikinis aparecen en portadas
de revistas como Vogue y Sports Illustrated, y los lucen celebridades
como Madonna y Naomi Campbell.
A principios de la década de 1980 en esa playa,
Jacqueline y Antonio De Biase, quienes nacieron en Rio, todavía eran una
joven pareja que pensaba en su futuro.
Ella solía trabajar como modelo y consideró la
posibilidad de convertirse en veterinaria; él se acababa de graduar en
arquitectura, y ambos pasaban mucho tiempo con amigos en la playa.
"En aquel entonces, las chicas improvisábamos
bastante al hacer nuestros propios bikinis, porque aún no teníamos esta
industria del bikini. Los que teníamos eran muy tradicionales, venían de
los años 1960, del traje de baño de dos piezas", recuerda Jacqueline De
Biase.
La pareja decidió invertir sus ahorros en comenzar una compañía que fabricara los tipos de bikini que sus amigas querían lucir.
Experimentando
"Lo primero que hice fue descoser un bikini para ver lo que salía: hilo, lycra y elástico. Así supe qué necesitaba para armarlo de nuevo", cuenta De Biase.
Junto con dos asistentes de costura, estableció
una fábrica casera en una pequeña casa en Santa Teresa que le prestó su
abuela, un tranquilo vecindario residencial en las colinas de Rio.
En el transcurso de un año ya tenían la capacidad de vivir de los ingresos iniciales de la compañía.
Después de tres años estaban produciendo unos 2.000 bikinis al mes.
Al principio los vendían a otras tiendas que les
estampaban sus propios logotipos. Entonces empezaron a desarrollar la
imagen de su propia marca, invirtiendo sus ganancias para hacer crecer a
la incipiente compañía.
Hoy en día, 425 personas trabajan para Salinas
en Rio. En 2007, la empresa se unió a Richards, una marca de ropa de
hombres de la misma ciudad, y tres años más tarde ambas se convirtieron
en parte de InBrands, un holding que invierte en la industria de la moda.
Mientras que InBrands maneja el negocio,
encargándose de las finanzas y todos los asuntos operativos, ella se
ocupa de patrones, modelos, tejidos, estilo y tendencias.
"Hoy, Salinas es muy grande. Es muy diferente",
dice De Biase. "Comencé haciendo todo yo sola, dibujando sin saber cómo
dibujar, diseñando sin saber cómo diseñar, dirigiendo sin saber cómo
dirigir. Todo era muy experimental en esa época, basado en ensayo y
error".
Dibujando inspiración
La oficina creativa de Salinas es el laboratorio
experimental donde De Biase y su equipo desarrollan cada nuevo modelo
de bikini. Ocupa el tercer piso de un viejo edificio industrial de
ladrillos, compartido con Richards y otras marcas.
Hay color por todas partes: en estantes
atiborrados de muestras de distintas telas, en paneles en las paredes
donde están desplegadas variedades de patrones y en anaqueles con
perchas en forma de cuerpos humanos adornados con bikinis y otras
prendas.
Los bikinis siguen siendo el producto insignia,
pero con el tiempo Salinas empezó a confeccionar ropa y accesorios para
la playa, como sombreros, sandalias, camisas y vestidos, que en la
actualidad representan un 30% de la producción. También comenzó a hacer
lencería y trajes de baño deportivos para hombres.
Brasil próspero
La compañía ha crecido en 60% desde 2008,
estimulada por la expansión interna en Brasil, que ahora es la sexta
economía más grande del mundo.
Pero la crisis financiera global hizo que la
compañía reconsiderara sus planes de expansión internacional. La moneda
brasileña, -el real- está fuerte y esto ha afectado sus ventas en el
exterior, afirma.
"El mundo está tomando un respiro, así que éste no es un momento para forzar una expansión", señala De Biase.
Por otra parte, dice, "las cosas en Brasil están
prosperando... desde 2007 hasta ahora, hemos duplicado la cantidad de
tiendas que tenemos aquí".
Pero abrir un negocio en Brasil puede ser difícil, agrega.
"Todavía hay demasiada burocracia, aunque era
peor antes, y los impuestos son muy altos. Eso no facilita las cosas
para los negocios que están empezando".
"A veces hay incentivos para empresas pequeñas,
pero entonces tiene que ser realmente pequeña para contar con este
beneficio o realmente grande para que estos gastos se distribuyan dentro
del negocio".
Jacqueline De Biase cumplirá 50 años en febrero.
Ha visto a los bikinis reducirse y después crecer otra vez; convertirse
en tangas o lucir como pantaloncitos; y agregar encajes, lazos y rizos.
La constante, indica, es el malestar que algunas
mujeres sienten cuando se miran en el espejo tratando de escoger el
bikini correcto para esconder sus imperfecciones imaginarias, incluso si
ellas son las únicas que las pueden ver.
"El truco es observar mucho y entender que cada
detalle puede hacer una diferencia cuando nuestra clienta se prueba un
bikini. Debemos tener en mente todas las diferencias en el cuerpo de una
mujer cuando desarrollamos una colección", concluye.
See amazing Sofia Jamora bikini pictures.
ResponderEliminarExcelente blog!!!!!!!!!