El estreno de la película del
director Steve McQueen "Shame" ha traído el tema de la adicción al sexo
al tapete. A la edad de 27 años, el comediante Jeff Leach se ha acostado
con más de 300 mujeres y desea enfrentar su problema.
Soy un mujeriego y, para ser franco, con mucho
éxito; he llegado a acostarme con más de 10 mujeres en una semana. Pero
ahora me he propuesto cambiar.
Quiero ver si soy capaz de mantener una relación de compromiso. Necesito descubrir en qué me he equivocado.
Ver a cada mujer como una aventura sexual en
potencia me cansa, me hace sentir miserable, vacío, superficial y, en
última instancia, muy solo.
Ahora que estoy aproximándome a los 30 años, mis
amigos están sentando cabeza y me doy cuenta que no puedo seguir así
por siempre. Se dice que el hombre británico promedio ha tenido 13
parejas y la mujer sólo siete. Estoy muy por encima de esa escala.
He comprendido que mi actitud en torno al sexo
no es normal. Haber conquistado ya la mayor parte de los aspectos
problemáticos de mi existencia relacionados con mi naturaleza adictiva
-mis locuras con el trago y las drogas- este parece ser el último
obstáculo en mi carrera.
Una ayuda inesperada
No quiero morir solo y deseo ser padre. Hablé
con mis examantes, para tratar de entender por qué no puedo ser un
hombre de una sola mujer.
Dormir con más de 300 mujeres significó muchas
llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de Facebook y
Twitter. Exnovias, examantes y exaventuras de una sola noche
respondieron con mensajes positivos de apoyo y un deseo genuino de
ayudarme en mi viaje.
Mi exnovia Nicola me llamó egocéntrico. "Eras muy egoísta", dijo. "Me hiciste sentir incómoda en muchas ocasiones".
Claire, con quien tuve mi relación más extensa, me comentó que siempre temía ser herida.
"No pensaba que serías capaz de ser un buen
novio. No quería estar en una relación contigo.
No creía que podía
satisfacerte como novia y mantener tu atención. Además, si me engañabas,
me destruirías", dijo Claire.
Eso fue molesto. ¿Cuántas oportunidades como esa tuve en el pasado, en que las mujeres prefirieron alejarme para protegerse?.
Otra exnovia -también llamada Clare- señaló
nunca le mostré mi lado vulnerable. Tengo miedo de ser herido como con
mi primer amor, pero ¿cómo me permito ser vulnerable?
La inevitable terapia
¿Qué es la adicción al sexo?
- Los terapeutas del sexo argumentan que es una adicción real con graves consecuencias
- Pero otros en el campo de la psiquiatría y la psicoterapia opinan que no se compara con la adicción a las substancias y no debería clasificarse como tal
- La adicción puede empezar viendo pornografía en internet por unas horas al día y escalar a partir de eso
- "Es un modo de escapar de la baja autoestima y los sentimientos de ira e inseguridad", dice la consejera sexual y de relaciones Paula Hall. "No es realmente acerca del sexo. Es impulsada por la vergüenza"
Al limitar mi tiempo con amantes individuales,
viendo a una chica una noche, haciéndola sentir que era todo para mí y
después dejar de verla por dos o tres semanas, me permití distanciarme.
Cuando fui a ver a Paula Hall, una psicoterapeuta sexual y de relaciones, me explicó los síntomas.
"La adicción al sexo es cualquier conducta
sexual que se siente fuera de control. Si actúas de una manera sexual y
ya no sabes realmente qué estás sacando de ella, por qué lo estás
haciendo, con frecuencia lamentas lo que has hecho pero lo sigues
haciendo, entonces probablemente eres un adicto".
"Tienes que aprender a amarte y a vivir en tu propia compañía".
Recuerdo ser muy feliz de niño con mi familia,
saliendo de vacaciones, en los hombros de mi padre y con una buena
relación entre mis padres. Pero entonces, cuando tenía siete u ocho
años, sólo recuerdo verlos discutir.
Me pregunto si hay un elemento en mí que piensa:
"he visto lo miserables que pueden ser algunas relaciones y no quiero
pasar por eso".
Búsqueda de la felicidad
Hall cree que mucho de mi comportamiento sexual podría ser realmente "regulación de intimidad".
"La usas para mantenerte fuera de una relación.
Al tener continuamente múltiples relaciones, no estás poniendo todos los
huevos en una canasta", piensa Hall.
"Sospecho que en la raíz de tu adicción está
aquel niñito que aún no ha expresado sus sentimientos y necesidades.
Continuarás ahogando tus miedos con alcohol, drogas o sexo hasta que los
enfrentes".
Lo que estoy aprendiendo es que el estilo de
vida que he estado llevando tiene una vida útil limitada. Quiero que las
mujeres reconozcan mi sexualidad pero que piensen que mi naturaleza
aventurera no implica que no sea un tipo decente, capaz de amar y ser
amado.
Me he dado cuenta de que, hasta que no sea feliz conmigo mismo y me ame, eso no será posible, así que lo voy a conseguir.
Es una enfermedad
Resultó ser mucho más difícil de lo que pensé.
Profundizar en asuntos de la niñez con una psicoterapeuta y permitir que
un montón de exparejas abandonadas señalaran dónde me equivoqué
ciertamente me deprimió mucho.
Pero el proceso me ha dado una nueva oportunidad
de vida respecto a mi control sobre mis deseos sexuales y a las
renovadas amistades establecidas con mujeres.
Estoy en un camino de entendimiento en cuanto a
por qué soy como soy y por qué siento los inusuales deseos que
experimento como adicto.
Puede que nunca me curaré de mi enfermedad -y
créanme que es una enfermedad- pero ahora me puedo mirar al espejo y
saber que tengo el valor para tratar de mejorar mi situación.
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