Después de haber interpretado a Malcolm X, a
Huracán Carter o a Steve Biko, parecía lógico que Denzel Washington
interpretara a Barak Obama en el cine, pero el actor desmiente a Efe:
"Son sólo rumores. No voy a interpretar a Obama. Todavía tiene que
vivir, la película no está terminada".
Denzel Washington ha presentado hoy en Madrid
"Safe House", una película de acción dirigida por el sueco de origen
chileno Daniel Espinosa, sostenida en dos personajes -el suyo y el de
Ryan Reynolds- y que hace la colada con los trapos sucios de la CIA.
Mientras con la crisis de 1929 cineastas como
Frank Capra insistían en que había que confiar en el sistema para
salvarlo, en pleno siglo XXI el público parece más interesado en
buscarle las fallas al modelo actual.
"Creo que todavía tenemos que confiar en el
sistema como decía Capra, pero vivimos en una sociedad en la que todo se
examina, por eso queremos examinar el sistema.
Lo engañoso de
organizaciones como la CIA es que tienen que trabajar con secretos, y
vivimos en la era de la información en la que queremos saber todo y eso
es imposible", asegura Washington en una entrevista con Efe.
Después de especializarse en personajes de moral
impecable en la década de los noventa, con cintas como "Philadelphia",
"Pelican Brief" o "Cry Freedom", Denzel Washington comenzó a saborear
las mieles de la villanía en "Training Day" (2001).
Por este filme se convirtió en el primer actor
negro en conseguir el Óscar al mejor actor principal desde Sidney
Poitier -el de secundario lo ganó por "Glory" (1989)- y ahora, en plena
forma física a sus 57 años, retoma el pulso de la maldad en "Shafe
House", cinta que además produce.
Tobin Frost es el nombre de su nueva creación, un
traidor a la CIA que "no es ni siquiera un cínico. Se ha rendido y todo
le da igual. Es egoísta, hace lo que sea por dinero, mata o miente a
quien haga falta.
No decimos que la CIA hace todo mal y él quiera
vengarse, sino que está enfadado con la sociedad y el poder en general",
explica.
Pero tras su perfidia se sigue escondiendo el
mensaje ejemplarizante. "En 'Training Day' mi personaje vivía de la
manera posible, trata a la gente de la peor manera posible y tenía que
morir de la peor manera posible. Quería enviar ese mensaje", asegura.
"Safe House" transcurre en Ciudad del Cabo, en
Sudáfrica, y allí, a pesar de un reparto de secundarios con nombres de
altura como Sam Shepard, Brendan Gleeson, Vera Farmiga o el músico
latino Rubén Blades, se centra en las relaciones de dominación entre los
dos protagonistas: él y su perseguidor.
"No creo que esta sea una película de acción. Es
una cinta conducida por los personajes, ¡pero conducen muy rápido!",
explica, en relación a la importancia que tienen las escenas
automovilísticas en ese juego de dominación entre el inexperto e
incorrupto Reynolds y el amoral pero sabio Washington.
Y, de hecho, se ha preparado durante seis meses
este papel, estudiando concienzudamente la documentación y basándose
sobre todo en el libro "The Socipath Next Door", de Martha Stout, pues
el actor considera a su personaje, por encima de todo, un sociópata.
A la espera de la acogida que tenga "Safe House"
-que se estrena este fin de semana en Estados Unidos-, Washington, que
desde "American Gangster", de Ridley Scott, no ha combinado taquilla con
prestigio, tiene ahora su gran baza en "Flight", la película que acaba
de rodar con Robert Zemeckis.
"Es su primera película de acción real desde 'Cast
Away' y es una historia muy oscura, sobre un alcohólico que trabaja
como piloto para una importante compañía aérea. Es un filme muy fuerte
que saldrá, espero, a finales de año", adelanta. EFE
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