Cuba continuará en el futuro con
un sistema socialista de partido único, según anunció el presidente
Raúl Castro en la clausura de la Conferencia Nacional del Partido
Comunista, PCC, celebrada este fin de semana en La Habana.
El también Primer Secretario de la organización
comunista aseguró que habría que construir una sociedad más democrática,
con una mejor relación entre el Partido y el pueblo y con una prensa
profesionalmente más preparada.
Uno de los temas que tocó fue el de
la corrupción, llamando a todos los ciudadanos, militantes o no, a
combatirla. Sin embargo, esta vez su discurso fue más optimista al
asegurar que Cuba tiene capacidad de acabar con los corruptos.
Un solo partido
El presidente Raúl Castro aseguró que "renunciar
al principio de un solo partido equivaldría sencillamente a legalizar
al partido o los partidos del imperialismo en suelo patrio", en
referencia a los grupos opositores apoyados económica y políticamente
por EE.UU.
Propone, en cambio, "promover la mayor democracia en nuestra sociedad, empezando por dar el ejemplo dentro de las filas del Partido", con "el más amplio y sincero intercambio de opiniones" con la población y con una prensa de "mayor profesionalidad".
Propone, en cambio, "promover la mayor democracia en nuestra sociedad, empezando por dar el ejemplo dentro de las filas del Partido", con "el más amplio y sincero intercambio de opiniones" con la población y con una prensa de "mayor profesionalidad".
Sin embargo, no explicó cuál sería las fórmula
para avanzar en esa dirección, si el PCC establecería nuevos mecanismos
para relacionarse con la sociedad civil o si relajaría al férreo control
que ejerce sobre todos los medios de prensa nacionales.
El peor enemigo
La corrupción de cuello blanco volvió a estar en
el centro de los debates aunque esta vez convocó a los militantes y
ciudadanos a sumarse a la lucha y argumentó que de esta forma la
correlación de fuerzas los favorecerá.
Aseguró que "nuestro país puede ganar la batalla
a la corrupción, primero frenarla y luego liquidarla sin
contemplaciones de ningún tipo" pero reconoció que entre los implicados
hay militantes que ingresaron al PCC para escalar socialmente.
Justamente uno de los temas en debate en la
Conferencia Nacional fue terminar con la praxis de exigir la membrecía
al PCC como requisito para poder alcanzar puestos de dirección en el
Estado, el gobierno e incluso en las empresas nacionales.
Los cambios en el PCC
Sostuvo que en el futuro el PCC continuaría
siendo la fuerza rectora de la sociedad pero agregó que "su fuerza es
moral no jurídica", abogó por terminar con el "mandonismo" y ejercer
tareas de control político más que administrativas.
Esto requerirá un ejercicio completamente nuevo
para la militancia, acostumbrada a mandar desde el control que ejercen
sobre el aparato del Estado, el gobierno, el parlamento, las empresas
públicas y la dirección de las organizaciones sociales.
Los dirigentes del partido en el futuro solo
podrán mantenerse en el cargo por dos periodos de cinco años. La medida
pretende lograr una mayor rotación de cuadros, obligando a la creación
de una cantera que permita esa renovación constante.
En Cuba no solo los máximos dirigentes se han
mantenido por décadas ocupando los mismos cargos, también algunos
ministros, directores de empresas e incluso personajes de la cultura. La
renovación generacional es un tema delicado en todos los sectores.
Hacia el nuevo modelo
Queda así definido el nuevo modelo cubano, un
socialismo con cierta apertura al mercado y a diferentes formas de
propiedad y producción.
El Partido Comunista asume la dirección de la reforma y se mantiene como la única fuerza política de la nación.
Las transformaciones en el terreno político serán mínimas y no parecen pretender cambiar las herramientas sino mejorar su eficiencia.
Precisar el papel social del PCC, perfeccionar su relación con la población o dar un poco más de información a la prensa.
Sin embargo, es de esperar que las reformas económicas aceleren su ritmo en la medida en que las bases del partido dieron el visto bueno político e ideológico a la reforma en su conjunto, dificultando en el futuro la labor de los sectores "obstruccionistas".
El Partido Comunista asume la dirección de la reforma y se mantiene como la única fuerza política de la nación.
Las transformaciones en el terreno político serán mínimas y no parecen pretender cambiar las herramientas sino mejorar su eficiencia.
Precisar el papel social del PCC, perfeccionar su relación con la población o dar un poco más de información a la prensa.
Sin embargo, es de esperar que las reformas económicas aceleren su ritmo en la medida en que las bases del partido dieron el visto bueno político e ideológico a la reforma en su conjunto, dificultando en el futuro la labor de los sectores "obstruccionistas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer