El presidente de Cuba, Raúl Castro, comprometió
hoy a su país a trabajar con dedicación, altruismo y compromiso por la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y seguir
siendo solidario y compartir su pobreza.
A nuestro país, férreamente bloqueado, no le sobra
ningún recurso, más bien le falta de todo, pero está dispuesto a
compartir su pobreza con los que tienen menos, manifestó Castro en un
discurso leído en la inauguración en Caracas de la cumbre constitutiva
de la nueva instancia de integración regional.
Recordó un letrero que dijo leyó recientemente en
Quito, en la Capilla del hombre, del pintor ecuatoriano Oswaldo
Guayasamín, y que confesó le impresionó: Cuando era niño lloraba porque
no tenía zapatos hasta que un día vi un niño que no tenía pies.
"Por más difícil que pueda ser la situación de un
país, siempre hay alguien más pobre que nosotros, siempre hay un niño
sin pies", prosiguió el sucesor y hermano mayor del líder cubano Fidel
Castro, quien pidió, en ese contexto, actuar a favor de Haití.
América Latina y el Caribe, dijo, "tiene la
responsabilidad histórica y ética con esta república hermana, la primera
en independizarse del yugo colonial" y que en la actualidad "requiere y
merece" aportes "más sustantivos".
Añadió que, "en términos estratégicos", la
creación de la CELAC brinda la oportunidad de "aunar voluntades" en
busca del desarrollo regional, a pesar de que los gobernantes de las 33
naciones que asocia no exhiben "un ideario homogéneo".
La CELAC se alza como el "instrumento político
requerido" para "solidarizarnos los unos con los otros", aunque "no
tenemos un ideario homogéneo ni coincidimos en todas las posiciones
políticas", sostuvo.
Castro también recordó que los más de 20 millones
de kilómetros cuadrados que ocupan las 33 naciones asociadas en la CELAC
están libres de armas nucleares, "un privilegio" del que gozan pocas
regiones en el mundo, y exhortó a que próximamente también se vea libre
de "bases militares extranjeras".
Aunque reconoció la fortaleza regional frente a
"la crisis global", Castro identificó entre lo que llamó "deformaciones
que obstaculizan el desarrollo" las desigualdades en la repartición de
las riquezas, lo que incide en la existencia de 180 millones de pobres,
de los cuales 62 millones viven en extrema pobreza.
Entre ellos figuran, recordó, 81 millones de
niños, y 13 millones de ellos "ni siquiera pueden acceder a una
alimentación adecuada en una zona que produce más nutrientes de los que
necesita".
Más allá del Río Grande y de la Patagonia, la
reacción ciudadana contra "la corrupción y el abuso del poder", entre
otros factores, es un "fenómeno expresado" en el norte de África, el
Oriente Medio, Europa y Norteamérica, apuntó Castro al aludir a
situaciones allende las fronteras de la CELAC.
Son expresiones, evaluó, "del colapso de
despiadados modelos" que han creado organismos tales como la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que valiéndose de
"pretextos y manipulaciones" para perpetrar "crímenes internacionales",
remató, amenazan "con convertirse en modelo" en otras partes del
planeta. EFE
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