2011 fue el año en el que la Autoridad Nacional
Palestina decidió solicitarle a Naciones Unidas que se reconociera a un
Estado Palestino como un miembro de pleno derecho.
Como símbolo de su deseo, la delegación llegó en
septiembre con una silla de terciopelo azul similar a la que usan los
delegados.
Su petición fue uno de los dilemas diplomáticos más espinosos del año, y aún no ha tenido resolución.
Entre tanto, ¿qué pasó con la silla?, se preguntó BBC Mundo y Ema Reverter fue a preguntar.
Cuando habló con Rabii Hantouli, un diplomático
de la Misión Permanente Observadora Palestina ante las Naciones Unidas,
empezó por recordar que los responsables de esta iniciativa simbólica se
pasearon con el mueble por el Líbano –país que tenía la presidencia de
turno del Consejo de Seguridad de la ONU en ese momento-, y por varias
ciudades de Europa antes de llegar a su destino final en Nueva York,
coincidiendo con la Asamblea General.
"Sé que fue entregada a la oficina de Protocolo de la ONU y a partir de ese momento no sé que pasó con la silla y sinceramente me encantaría saberlo", agregó.
"Sé que fue entregada a la oficina de Protocolo de la ONU y a partir de ese momento no sé que pasó con la silla y sinceramente me encantaría saberlo", agregó.
El responsable de la oficina de protocolo de las
Naciones Unidas, Desmond Parker, le confirmó a BBC Mundo que la silla
elaborada por artesanos palestinos estuvo hasta octubre en su despacho.
El plan era entregarla en un acto privado al equipo de la ONU responsable de gestionar los regalos de estados y organizaciones.
"Lamentablemente, el regalo no podrá ser exhibido en el centro de visitantes porque en estos momentos la sede está en obras. Tenemos un centro de visitantes provisional en un edificio anexo y los regalos permanecerán en un almacén hasta que terminen las obras", matizó.
"Lamentablemente, el regalo no podrá ser exhibido en el centro de visitantes porque en estos momentos la sede está en obras. Tenemos un centro de visitantes provisional en un edificio anexo y los regalos permanecerán en un almacén hasta que terminen las obras", matizó.
¿Cuando?
Una fuente de la ONU explicó que no se dispone
de una fecha exacta de conclusión de las obras pero que todo parece
indicar que los funcionarios empezarán a regresar a sus antiguos puestos
de trabajo a mediados de 2013 y que el centro de visitantes remodelado
no estará listo hasta 2014.
Con este margen, la ONU no tiene que preocuparse
por ahora por el posible malestar que podría generar el hecho de
exponer la silla en su centro de visitantes, especialmente entre los
enviados de Israel.
Pero los diplomáticos palestinos no sólo se
preguntan sobre el destino de la silla, sino que siguen esperando una
respuesta a su solicitud de ser Estado de pleno derecho, tramitada hace
tres meses –una aspiración que, si se lograra, les daría un asiento en
la Asamblea General-.
Al igual que la entrega de la silla, la petición
palestina tiene un fuerte componente simbólico pero pocas posibilidades
reales a corto plazo. Pasar del estatus de observador que tiene en la
actualidad la Autoridad Nacional Palestina, con derecho a voz pero no a
voto, a Estado de pleno derecho no ha sido ni será fácil.
Falta ver qué verá la luz antes: un veredicto sobre la petición o la ajetreada y almacenada silla de terciopelo.
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