Ante
los acontecimientos del pasado fin de semana que han colocado nuestra
institución en la palestra, esta es nuestra versión:
A
partir del pasado 31 de agosto, al asumir el Dr. Rolando Báez la dirección de
ésta institución, fueron anunciadas iniciativas importantes de corto plazo,
para dar seguimiento al programa de readecuación de todo el conjunto
hospitalario.
Según
este programa, el pasado VIERNES18 de Noviembre, el hospital, en
conferencia de prensa, anunciaba que a partir del LUNES 21, iniciaban las labores de
remodelación del área de emergencia, lo que implica un cambio total en la
operatividad de la unidad (limitaciones obvias por cambio de espacio físico,
modificación de los protocolos, circulación, etc.)
Es
en medio de esta circunstancia que se presenta una persona con atavío médico y
manejo diestro de la terminología, identificándose como emergenciólogo del
Hospital Traumatológico Profesor Juan Bosch, en misión de apoyo (es
completamente ordinario que para los ciclos navidad – año nuevo y semana santa,
se realicen operativos de reforzamiento en hospitales específicos por personal
del ministerio, defensa civil, etc.), Los que cubren el hospital como fuente,
saben que es así.
Esta
persona timó a parientes de los paciente Johnny Quiroz y Juan Jáquez. Toda
persona que ha visitado el hospital, ha visto (porque su distribución es
amplia, desde hace mucho tiempo), carteles donde se avisa no entregar dinero a
nadie por ningún concepto, y ubica explícitamente a departamentos y personas, con
números telefónicos, localizables en todo momento, a los cuales referir
irregularidades eventuales.
En
este contexto, considerando una institución hospitalaria regional, (con residentes
de cuatro universidades), con más de dos mil seiscientos servidores, y la
coincidencia diaria de entre ocho y diez mil personas, la ocurrencia trasciende
nuestras medidas, que no han sido consideradas por estos usuarios, lo que no
quiere decir que no ha merecido nuestra atención.
En
ningún momento la seguridad de persona alguna ha estado comprometida. El
protocolo estricto no permite que médico o persona extraña pueda accionar en
sala de cirugía alguna o área crítica, salvo operativos específicos, para los
que rige un protocolo a propósito.
Cualquier
información diferente distorsiona verdad.
HRUJMCB –
Departamento de Relaciones Públicas
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