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jueves, 22 de diciembre de 2011

Argentina recurre a perros para evitar la fuga de capitales

Cuando uno atraviesa un paso fronterizo en cualquier país no es raro cruzarse con perros rastreadores entrenados para detectar artefactos explosivos, drogas o mercadería contrabandeada.

Pero en Argentina, los canes no sólo se utilizan para combatir el terrorismo y el narcotráfico. Aquí las autoridades los usan para luchar contra otro delito que les preocupa: la salida de dólares no declarados.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) -el fisco argentino- desplegó en puestos aduaneros a perros especialmente adiestrados para detectar la moneda estadounidense.

Es parte de una serie de medidas que adoptó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para frenar la creciente  fuga de capitales que, según expertos consultados por BBC Mundo, se ha convertido en uno de los principales flagelos de la economía argentina. 

Según cálculos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en los primeros nueve meses de 2011 la salida de capitales alcanzó los US$16.200 millones. La fuga más alta se registró en el tercer trimestre, cuando US$7.900 millones quedaron fuera del sistema bancario.

Esa tendencia se habría mantenido en los últimos tres meses del año, por lo que se estima que la cifra anual será de US$24.000 millones.

Se trata de la fuga más grande de los últimos 20 años, según Nicolás Bridger, director de la asesora financiera Prefinex.

Recuerdos del corralito

Aeropuerto de Ezeiza
Se cree que los responsables de la fuga de capitales son principalmente pequeños ahorristas.
Estadísticas oficiales revelan que dos tercios del dinero sacado del sistema entre enero y septiembre de este año corresponden a unos 3 millones de personas que se llevaron montos inferiores a los US$250.000.
Eso sugeriría que muchos de los responsables de la fuga de capitales son ahorristas minoristas.

Para Bridger, la desconfianza en el sistema bancario argentino es un legado de la crisis económica de finales de 2001, cuando el gobierno decretó un "corralito financiero", restringió el retiro de los depósitos bancarios y luego "pesificó" los ahorros en dólares, convirtiéndolos a la moneda local.

Este mes se cumple una década desde esos sucesos, pero según el economista "aún se siente su huella" en la sociedad argentina.

Más allá de la desconfianza que generó la crisis de 2001, hay factores más recientes que habrían ahondado la salida de capitales.

Según Mariano Lamothe, jefe de la consultora económica Abeceb.com, la incertidumbre respecto a la política económica del gobierno habría hecho que la mayoría de los ahorristas prefiera la alternativa del dólar.
También la inquietud por los comicios presidenciales de octubre habría profundizado la tendencia.

Medidas anti-fuga

Para Bridger, medidas como la de los "perros busca dólares" –como los apodó la prensa argentina- tendrán muy poco impacto para frenar la salida de dólares.

Según las autoridades, en los últimos seis meses los canes lograron detectar US$2,7 millones que no habían sido declarados en las fronteras con Uruguay, Paraguay y Bolivia (la cifra máxima que se puede sacar del país es US$10.000)

Sin embargo, el experto observó que iniciativas como esta o la normativa para regular la compra de divisas -que entró en vigencia a fines de octubre y que ha reducido sensiblemente la compra de dólares en el país-, podrían tener el efecto contrario del que buscan, al generar aún más desconfianza entre los ahorristas.

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