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lunes, 26 de diciembre de 2011

Los jubilados públicos chinos también se vuelven empresarios

El fuerte crecimiento económico chino experimentado en las últimas décadas ha ido acompañado de la creación de un sin número de nuevas iniciativas empresariales.


Sin embargo, ese espíritu empresarial en la segunda mayor economía del mundo no sólo está reservado para los jóvenes. Meng Fang Ning está en sus sesentas y es dueña y gerente de una empresa que vende por internet refrigerios y otros productos a clientes en toda China .
Meng trabajó en el departamento de recursos humanos de una empresa pública durante muchos años. Se jubiló en 2005, pero luego se enfermó de cáncer.

Mientras se recuperaba de la enfermedad, se vino a vivir con su hija en Pekín y se mantuvo ocupada cuidando a su nieta. Sin embargo, cuando la niña ya tenía edad para ir al colegio, la señora Meng se quedó sin mucho que hacer.

Fue entonces que le empezaron a llamar la atención los juegos de computadora que entretenían a su nieta y comenzó a dedicarles tiempo hasta que quedó enganchada. Sin embargo, su hija, Meng Yingqi, recuerda que no era muy buena jugando.

"Se ponía un poco molesta porque siempre perdía. A veces se quedaba despierta hasta las dos o tres de le mañana, intentando recuperar los puntos que había perdido", dice.
Fue así que Meng Yingqi y su esposo decidieron alentarla a que utilizara su tiempo en una actividad de computación más productiva como lanzar un negocio en internet.

Comunismo contra capitalismo

"Crecí en una economía planificada donde la sociedad nos enseñaba que 'las cosas buenas de la vida no deberían ser disfrutadas individualmente, sino compartidas con otros'"
Men Fang Ning, empresaria china
El único problema era que Meng estaba muy orgullosa de ser integrante del Partido Comunista, una organización a la que había pertenecido durante muchos años.

Meng dice que cuando su hija le sugirió comenzar una compañía no le pareció una buena idea y le dijo: "Tu mamá nunca hizo nada que tuviera que ver remotamente con negocios en su vida; me pides que comience una tienda de Internet. Debes estar bromeando".

"Crecí en una economía planificada donde la sociedad nos enseñaba que 'las cosas buenas de la vida no deberían ser disfrutadas individualmente, sino compartidas con otros'", agrega.

"Sin embargo cuando haces negocios, entonces uno le está sacando dinero del bolsillo a otras personas para ponerlo en el de uno, así que me tocó experimentar un cambio sicológico bastante difícil".

No obstante, Meng Yingqi siguió insistiendo en la idea de fundar una empresa en internet, diciéndole a su madre que sería una buena forma de mantenerse activa, hacer nuevos amigos y acelerar su proceso de recuperación de la enfermedad.

Finalmente, Meng decidió intentarlo aceptando la idea de vender refrigerios y alimentos saludables por internet. Ella recuerda la emoción de hacer su primera venta.

“Fue de unos pocos yuanes, pero después de cerrar la venta la satisfacción fue abrumadora. Estaba tan contenta – era mucho más interesante que vender juegos. Así que pensé en seguir haciéndolo”, relata.
En un principio sólo vendió una pequeña cantidad de artículos pero ahora su ramo se ha expandido hasta incluir más de 200 productos como dátiles secos, champiñones Linghzi y espinos secos.

Meng logró no sólo reconciliar sus valores con las realidades de manejar un negocio sino que también encontró una forma de celebrar sus creencias personales.

Dice que intenta seguir las enseñanzas del fallecido líder chino Deng Xiaoping, quien habló de cruzar el río tocando las piedras "Cuando la anciana abre una tienda en Internet, también avanza tocando las piedras".
Menge escogió el nombre en pantalla de "Anciana marxista" que, según ella, deja en claro a los clientes y socios comerciales cuales son sus valores, siendo uno de los más importantes la honestidad.

Política de honestidad

Todo no ha ido viento en popa, aclara Meng señalando que intenta mantener un alto estándar de servicio al cliente, aunque las cosas no siempre salen como quisiera.

Su tienda está incluida en el sitio de comercio electrónico Taobao, que incluye comentarios críticos y un sistema para evaluar la reputación tanto de compradores como vendedores. Meng recuerda que un cliente de un lugar remoto del país le dio un mala puntuación de ocho flores negras debido a un retraso en la entrega.

En un comienzo se molestó ante la reacción porque había trabajado duro en ese pedido, intentando encontrar una compañía local que se encargara de hacer la entrega a tiempo. Sin embargo, añade que “cuando me calmé pensé que si hubiese sido la compradora y necesitaba esperar tanto tiempo por los productos también me hubiese enojado”.

A continuación se tomó su tiempo para escribirle al cliente, pidiéndole disculpas y explicando los pasos que había tomado para hacerle llegar el paquete y dándole una buena marca a sus comentario. Para su sorpresa, el cliente le respondió señalando que entendía ahora la situación y que cambiaría su feedback de negativo a positivo.

Meng dice que recibió muchos comentarios alentadores sobre este caso por parte de otros clientes porque muchas veces puede resultar difícil cambiar los comentarios negativos

"Trabajar duro"

Meng señala que muchas veces le piden sus consejos sobre cómo abrir una tienda en Internet.
Ella dice que muchos minoristas olvidan el simple hecho de que si bien "todos son compradores, sólo son unos pocos los que venden". Si uno quiere tener éxito es crucial mantener en la mente el punto de vista del cliente.

Añade que uno no debe dejarse sentirse amilanado por el esfuerzo que se requiere.
"Cuando uno quiere hacer algo, hay que trabajar duro para lograrlo…Las tortas no van a caer del cielo… el éxito quizás no te acompañe toda la vida, pero los obstáculos y los estorbos seguro que sí”.
"Sólo cuando superas todos los obstáculos podrán disfrutar finalmente la prosperidad y el éxito”

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