El
fuerte crecimiento económico chino experimentado en las últimas décadas
ha ido acompañado de la creación de un sin número de nuevas iniciativas
empresariales.
Sin embargo, ese espíritu empresarial en la
segunda mayor economía del mundo no sólo está reservado para los
jóvenes. Meng Fang Ning está en sus sesentas y es dueña y gerente de una
empresa que vende por internet refrigerios y otros productos a clientes
en toda China .
Meng trabajó en el departamento de
recursos humanos de una empresa pública durante muchos años. Se jubiló
en 2005, pero luego se enfermó de cáncer.
Mientras se recuperaba de la enfermedad, se vino
a vivir con su hija en Pekín y se mantuvo ocupada cuidando a su nieta.
Sin embargo, cuando la niña ya tenía edad para ir al colegio, la señora
Meng se quedó sin mucho que hacer.
Fue entonces que le empezaron a llamar la
atención los juegos de computadora que entretenían a su nieta y comenzó a
dedicarles tiempo hasta que quedó enganchada. Sin embargo, su hija,
Meng Yingqi, recuerda que no era muy buena jugando.
"Se ponía un poco molesta porque siempre perdía.
A veces se quedaba despierta hasta las dos o tres de le mañana,
intentando recuperar los puntos que había perdido", dice.
Fue así que Meng Yingqi y su esposo decidieron
alentarla a que utilizara su tiempo en una actividad de computación más
productiva como lanzar un negocio en internet.
Comunismo contra capitalismo
"Crecí en una economía planificada donde la sociedad nos enseñaba que 'las cosas buenas de la vida no deberían ser disfrutadas individualmente, sino compartidas con otros'"
Men Fang Ning, empresaria china
El único problema era que Meng estaba muy
orgullosa de ser integrante del Partido Comunista, una organización a la
que había pertenecido durante muchos años.
Meng dice que cuando su hija le sugirió comenzar
una compañía no le pareció una buena idea y le dijo: "Tu mamá nunca
hizo nada que tuviera que ver remotamente con negocios en su vida; me
pides que comience una tienda de Internet. Debes estar bromeando".
"Crecí en una economía planificada donde la
sociedad nos enseñaba que 'las cosas buenas de la vida no deberían ser
disfrutadas individualmente, sino compartidas con otros'", agrega.
"Sin embargo cuando haces negocios, entonces uno
le está sacando dinero del bolsillo a otras personas para ponerlo en el
de uno, así que me tocó experimentar un cambio sicológico bastante
difícil".
No obstante, Meng Yingqi siguió insistiendo en
la idea de fundar una empresa en internet, diciéndole a su madre que
sería una buena forma de mantenerse activa, hacer nuevos amigos y
acelerar su proceso de recuperación de la enfermedad.
Finalmente, Meng decidió intentarlo aceptando la
idea de vender refrigerios y alimentos saludables por internet. Ella
recuerda la emoción de hacer su primera venta.
“Fue de unos pocos yuanes, pero después de
cerrar la venta la satisfacción fue abrumadora. Estaba tan contenta –
era mucho más interesante que vender juegos. Así que pensé en seguir
haciéndolo”, relata.
En un principio sólo vendió una pequeña cantidad
de artículos pero ahora su ramo se ha expandido hasta incluir más de
200 productos como dátiles secos, champiñones Linghzi y espinos secos.
Meng logró no sólo reconciliar sus valores con
las realidades de manejar un negocio sino que también encontró una forma
de celebrar sus creencias personales.
Dice que intenta seguir las enseñanzas del
fallecido líder chino Deng Xiaoping, quien habló de cruzar el río
tocando las piedras "Cuando la anciana abre una tienda en Internet,
también avanza tocando las piedras".
Menge escogió el nombre en pantalla de "Anciana
marxista" que, según ella, deja en claro a los clientes y socios
comerciales cuales son sus valores, siendo uno de los más importantes la
honestidad.
Política de honestidad
Todo no ha ido viento en popa, aclara Meng
señalando que intenta mantener un alto estándar de servicio al cliente,
aunque las cosas no siempre salen como quisiera.
Su tienda está incluida en el sitio de comercio
electrónico Taobao, que incluye comentarios críticos y un sistema para
evaluar la reputación tanto de compradores como vendedores. Meng
recuerda que un cliente de un lugar remoto del país le dio un mala
puntuación de ocho flores negras debido a un retraso en la entrega.
En un comienzo se molestó ante la reacción
porque había trabajado duro en ese pedido, intentando encontrar una
compañía local que se encargara de hacer la entrega a tiempo. Sin
embargo, añade que “cuando me calmé pensé que si hubiese sido la
compradora y necesitaba esperar tanto tiempo por los productos también
me hubiese enojado”.
A continuación se tomó su tiempo para escribirle
al cliente, pidiéndole disculpas y explicando los pasos que había
tomado para hacerle llegar el paquete y dándole una buena marca a sus
comentario. Para su sorpresa, el cliente le respondió señalando que
entendía ahora la situación y que cambiaría su feedback de negativo a
positivo.
Meng dice que recibió muchos comentarios
alentadores sobre este caso por parte de otros clientes porque muchas
veces puede resultar difícil cambiar los comentarios negativos
"Trabajar duro"
Meng señala que muchas veces le piden sus consejos sobre cómo abrir una tienda en Internet.
Ella dice que muchos minoristas olvidan el
simple hecho de que si bien "todos son compradores, sólo son unos pocos
los que venden". Si uno quiere tener éxito es crucial mantener en la
mente el punto de vista del cliente.
Añade que uno no debe dejarse sentirse amilanado por el esfuerzo que se requiere.
"Cuando uno quiere hacer algo, hay que trabajar
duro para lograrlo…Las tortas no van a caer del cielo… el éxito quizás
no te acompañe toda la vida, pero los obstáculos y los estorbos seguro
que sí”.
"Sólo cuando superas todos los obstáculos podrán disfrutar finalmente la prosperidad y el éxito”
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