El líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, murió de un ataque cardíaco a los 69 años.
Según cita la agencia de noticias estatal KCNA, millones de norcoreanos se encuentran "sumidos en una tristeza indescriptible".
El hijo del gobernante, Kim Jong-un, ya está siendo descrito como "el gran sucesor".
Sin embargo, comienzan a multiplicarse las dudas
en torno a si éste será capaz de mantener unificado un régimen
considerado por muchos en Occidente como el más oscuro y secreto de
todos los gobiernos de facto en el mundo.
"Momento peligroso"
El traspaso del poder siempre es un momento
peligroso para cualquier régimen autoritario, según indica el experto en
temas de seguridad de la BBC, Jonathan Marcus.
"Lo que es peligroso para Corea del Norte también lo es para toda la región", asevera Marcus.
¿Será capaz Kim Jong-un de establecer su propia
autoridad? ¿Buscarán centros de poder como los militares un estilo más
colectivo de liderazgo? ¿Qué impacto tendrá esto en la recomposición
política de Norcorea en su aproximación hacia el mundo exterior?
La política interna de Pyongyang es secreta y
difícil de traducir desde afuera. Pero dos hechos -el hundimiento de un
barco de la marina surcoreana y el bombardeo de una isla de ese país el
año pasado- fueron interpretados por Occidente como una clara señal de
inestabilidad en Norcorea y el preludio de una transición política.
No es de extrañar entonces que las fuerzas militares de Corea del Sur hayan sido puestas en alerta.
Lo que ocurre en la península coreana preocupa,
no sólo por las relaciones entre las dos Coreas, sino por las relaciones
entre Washington -que tiene todavía unos 30.000 efectivos en surcorea- y
Pekín.
China sigue siendo el más importante aliado de Corea de Norte.
En efecto, el período en el cual Pyongyang lucía
querer explorar una mejor relación con EE.UU. sobre su futuro programa
nuclear parece que se terminó.
Durante el último año Corea del Norte ha estado alimentando con más fuerza su relación con Pekín.
Es esta relación la que parece ser crucial.
China podría tener una muy limitada habilidad para influenciar eventos
dentro de Corea del Norte, pero su apoyo económico es vital para un país
que frecuentemente está al borde de la hambruna.
Por ello se cree que China será el país que
Estados Unidos estará tratando de convencer para que juegue un nuevo
liderazgo en el Norte con el fin de evitar cualquier incursión militar
peligrosa.
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