¿Es China capaz de hacer algo más que manufacturas baratas? La respuesta es, cada vez más, sí.
En 2011, las exportaciones chinas fueron ya -más
que productos como juguetes, zapatos y ropa-, tecnología de punta a
través de una serie de nuevas multinacionales.
Ya sea Haier en bienes de consumo,
Huawei en tecnología o Mindray en salud, las empresas chinas están
haciéndose un nombre en mercados como Europa o Estados Unidos.
Aprovechándose de unos costos laborales menores y
su creciente poderío tecnológico, estas empresas buscan ofrecer
productos de alta gama a precios bajos.
Percepción contra realidad
Los problemas que vive la economía global se
presentan como una oportunidad única para estas empresas chinas de cara a
ganar cuota de mercado gracias a que los consumidores apuestan cada vez
más a una buena relación calidad-precio.
Las multinacionales occidentales tienen un
tiempo limitado para adaptar sus estrategias y recuperar su momento
antes de que los nuevos competidores puedan consolidar su presencia en
los mercados clave.
Las empresas chinas son percibidas por algunos
como oportunistas, algo así como usurpadoras; esto muestra una
mentalidad carente de una estrategia bien pensada a largo plazo.
Los
ejecutivos occidentales suelen citar la enorme escala de las inversiones
chinas en África como ejemplo de este tipo de comportamiento.
Los mismos ejecutivos también defienden que el
rápido crecimiento de las multinacionales chinas no será sostenible en
el largo plazo por sus prácticas empresariales cortoplacistas.
La realidad es que hay otro lado de la historia y
es que las compañías chinas han estado desarrollando innovaciones
locales que sirven para su mercado local pero que también pueden ser
adaptados más allá de sus fronteras para multiplicar su actual
crecimiento.
¿Qué hace de estas empresas una novedad?
Huawei, crecer con los clientes
Un ejemplo es Huawei, que tiene su cuartel general en Shenzhen, cerca de Hong Kong.
La empresa es un proveedor líder de soluciones
de telecomunicaciones. Cuenta con 40.000 empleados en unas 100 sedes en
el mundo y unos ingresos anuales que superan los US$18.000 millones.
Los escépticos dicen que Huawei es simplemente
un fabricante de productos de bajo costo. Sus precios suelen estar entre
un 20 y 30% por debajo de sus equivalentes de multinacionales
occidentales.
Huawei subraya que a lo que se dedica es a ofrecer la mejor calidad a un precio más bajo.
Su apuesta es adaptar sus productos a las necesidades de los clientes y colaborar con ellos en sus iniciativas de largo plazo.
A través de estas asociaciones duraderas, Huawei
se ha posicionado de forma que crece con sus clientes. Por ejemplo, en
tanto la tecnología 3G despegó en Turquía con Vodafone y Turkcell, lo
mismo hizo Huawei, que tenía menos de 100 empleados en ese país en 2008,
y ya tiene más de 500.
Mindray: diferente marcas para mercados diferentes
Una exitosa empresa china para los consumidores, tanto en los mercados emergentes como en los desarrollados, es Mindray.
La compañía ofrece servicios de salud para todo
el mundo. Tiene oficinas en Londres, Ámsterdam, Fráncfort, Estambul,
Ciudad de México, Sao Paulo y Toronto.
Se expande de forma agresiva por el mundo
ayudada por más de 1.000 distribuidores y cerca de un millar de
empleados en su sección de ventas.
Su éxito se basa en su capacidad para hacer diferentes cosas para clientes distintos.
En los mercados emergentes, donde los
consumidores pueden gastar menos en cuidados médicos, el eslogan de
Mindray es “Bienestar al alcance”, para expresar que sus productos son
asequibles para quienes no tienen tanta capacidad adquisitiva.
Sin embargo, cerca de un tercio de sus ingresos
llegan de mercados desarrollados, como Europa y EE.UU., donde se vende
como una empresa global. Recientemente ha empezado a usar un nuevo
logotipo gracias a su adquisición de una empresa estadounidense.
Su posicionamiento global la ha colocado al nivel de sus competidores occidentales, como Roche o Johnson & Johnson.
Haier, innovación local para el mundo entero
Con su sede central en la provincial de
Shandong, Haier produce electródomésticos como refrigeradoras, lavadoras
y aparatos de aire acondicionado. Cuenta con una plantilla de 50.000
empleados.
La capacidad de innovación de esta empresa,
tanto en China como en el mundo es lo que la distingue de competidoras
como Electrolux o Whirlpool.
Haier ha instalado ocho centros de investigación
y desarrollo en el mundo para desarrollar productos que interesen a los
mercados locales, como refrigeradores extra anchos para Pakistán, donde
la altura media de la mujer es menor o lavadoras más pequeñas para
Japón, donde las familias suelen ser poco numerosas.
Nuevos campeones para una nueva era
Las empresas chinas se han caracterizado por sus bajos precios, pero también por su baja calidad.
Sin embargo, como los ejemplos de Huawei, Haier y
Mindray demuestran, está claro que una nueva ola de empresas chinas
está emergiendo para competir en el escenario mundial.
Estas multinacionales chinas son capaces de
innovar en los mercados locales para cubrir las necesidades tanto en las
economías emergentes como en las más desarrolladas.
También son capaces de ser más flexibles
ofreciendo productos que suponen soluciones adaptadas a las necesidades
específicas de los consumidores, y establecer relaciones de largo plazo
con sus clientes de cara a que su crecimiento sea sostenido en el
futuro.
En la actualidad, son unas pocas las empresas chinas que están de verdad haciéndose un nombre en el extranjero.
Haier, Huawei y Mindray son la excepción, no la
regla. Pero parece seguro que serán muchos más los actores globales que
provengan de China en los próximos años.
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