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viernes, 30 de diciembre de 2011

Fernández viaja al sur del país para celebrar Año Nuevo antes de ser operada

La presidenta argentina, Cristina Fernández, viajó hoy a la localidad patagónica de Calafate para celebrar junto a su familia el Año Nuevo, antes de someterse el miércoles próximo a una intervención quirúrgica en la que se le extirpará un tumor canceroso en la tiroides. 


La mandataria partió a bordo del avión presidencial desde el Aeroparque de Buenos Aires con destino a la localidad sureña de Calafate, a la que definió en más de una ocasión como su "lugar en el mundo", precisó un comunicado del Gobierno. 

Fernández pasará las fiestas en Calafate, en la provincia de Santa Cruz, con sus hijos, Máximo y Florencia, familiares y amigos, y regresará el próximo lunes a Buenos Aires, donde el miércoles se operará de un tumor en la glándula tiroides. 

La jefa de Estado, quien el miércoles iniciará una licencia médica de 20 días, se someterá a la intervención en el Hospital Austral de la ciudad bonaerense de Pilar, donde se estima que permanecerá durante unas 72 horas, añadió el comunicado. 

Fernández partió a Calafate luego de mantener este jueves una intensa agenda con varias reuniones con funcionarios, dos de ellas con el vicepresidente, Amado Boudou, quien quedará a cargo del Poder Ejecutivo desde el 4 de enero y hasta el 24 de ese mes, cuando la mandataria se reincorporará a sus funciones.

Medios locales señalan hoy que Fernández optó por pasar Año Nuevo en Calafate en vez de hacerlo en Río Gallegos, capital de Santa Cruz, a raíz de los enfrentamientos registrados este jueves en este último distrito entre la policía y trabajadores estatales, con un saldo de al menos 21 personas heridas. 

Los disturbios se desataron por el rechazo de los trabajadores al tratamiento de una serie de leyes en la Legislatura, que resolvió suspender la sesión cuando se disponía a discutir una reforma previsional y un paquete de emergencia económica impulsado por el Gobierno santacruceño.

 Los médicos coinciden en que Cristina Fernández, de 58 años, podrá recuperarse plenamente y llevar una vida normal luego de someterse a la operación. El cirujano Pedro Saco, quien estará a cargo de la intervención quirúrgica, aseguró hoy que es "un honor" poder atender a la presidenta del país y dijo que aplicará el "procedimiento normal, el de todos los casos".

 El especialista, considerado una eminencia en Argentina, reconoció que mantuvo un encuentro con la mandataria, aunque no quiso revelar por qué fue elegido para tan importante misión. EFE

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