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domingo, 29 de julio de 2012

CATARSIS MATINAL‏

Escrito por Benjamin Garcia
Bienvenidos a esta nueva oportunidad. Tengo conocimiento de tus afanes y tu búsqueda. Del esfuerzo denodado por construir nuevos caminos de luz. De asumir el desafío de vivir lleno de entusiasmo. Por eso hoy son estos textos. 
   
Siempre viene la pregunta sobre los motivos para escribir.  Muchas son las respuestas, a veces parcas, otras fluidas.  Hoy quiero compartir estas razones y además un puñado de frases con la intención, la noble intención, de sacudir el polvo de las almas varadas en la desconfianza, para que encuentren en ellas, razones nuevas para llenar de colores la vida.

De escribir es el vicio

Muy temprano, ya me inspiraba decir cosas. Muy temprano quiere decir, antes de documentar mi ciudadanía, de hacer por segunda vez oficial mi presencia en el mundo… decir cosas, así tranquilas, sin rebusque ni aspavientos.  Solo soplar cuanto el alma dictara.  No tuve éxito de entrada, bueno, tampoco de salida, pero bien que fui construyendo el hábito o el vicio, como prefieren los profanos.  Se ha instalado con resistencia, no me abandona ni en el confesionario frente al sol por la mañana, cuando ante su luz excomulgo mis penas y reclamo una indulgencia. Porque eso hago como ritual de entrada a la vida en la mañana que despierta…
   
En la rutina me persigue, y debo callar la lección para manchar un papel perspicaz y travieso haciendo guiños desde la butaca.  Que no lo sepa el magnífico… solo él… pues ya el resto lo sabe y lo celebra.  
   
He detenido el tránsito, literalmente, sin notarlo es obvio, para dictar ante un parlante de caja negra dos rabietas y un conjuro que luego figuro un poema, si así he de llamar a esa pizca de locura con imagen acústica…
  
Decir se me hizo necesario ante la lluvia, cuando su torrencial vibraba en mis venas.  Frente a la luna que buscaba refugio en cada latido de mi pecho.  Cuando miraba sus ojos serenos dibujar horizontes inexistentes. Cuando soñaba sus besos sin refugio. 
   
Decir se me hizo necesario para estimular la sonrisa y el color en el paisaje de una mirada perdida. 
   
Y heme aquí perdido, garabateando laberintos arrebatados al sueño.  Descifrando inconclusas maquinaciones de Ángeles perdidos.
 
Simple que la vida es simple

Olvida el trueno, y se refugia en el arco iris, hace almohada en la piel del agua aunque venga hondo el río. Y da vueltas sobre empinadas pendientes, bajo las luces da vuelta. Camina dejando que las olas vuelvan a ella... Simple como para deshacerse entre los dedos junto con la arena o llevarnos al firmamento en una sonrisa... simple la vida... simple.
   
Simple como piedra de río milenaria, como cántaro sin dueño del que todo disponen para patear hasta la orilla, se agolpa en la semilla para gemir bajo la tierra y brotar abrazada al sol, y hacerse camino.
   
Simple como el llanto del gallo cuando ve cantar la aurora y la brisa aun no despierta su plumaje. Hace de la maya flor, de la abeja miel y caldo de la cebolla.
   
Simple, guarda en la oración un sueño y en el sueño una plegaria, no va de prisa aunque por ella a prisa andemos. Huele a sal bajo la arena y en la roca despierta suave para que la lleve en tu pecho hecha prenda o bajo tus pies alfombra de mármol.
   
Simple la vida simple tejiendo mariposas en los mares o bordando caracoles en las flores… la abeja le hace un guiño a la flor mientras esta le brinda refugio y le ofrece el fruto que luego hace dulce líquido… es simple el coraje de libar en las piedras cuando son adolescentes o el sol ya no las cubre.

Simple hace la hormiga la ruta en tu espalda mientras duermes y se abandona discreta a esperar la señal de construir el cobijo.
   
Abre el pecho, que simple late la vida en su aurora…

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