La revista estadounidense Forbes colocó al mexicano
Carlos Slim en lo alto de su ranking de los más ricos del mundo por
tercer año consecutivo, con una fortuna de US$69.000 millones.
Slim comenzó a construir su imperio en el sector
de las telecomunicaciones y más tarde invirtió en energía, finanzas e
inmobiliarias.
Forbes estimó que la fortuna de Slim
se redujo en el último año en US$5.000 millones pero aún así sigue en
el primer puesto, por delante de los estadounidenses Bill Gates y Warren
Buffett.
Bill Gates acumula una fortuna de US$61.000 millones, mientras que Buffet tiene US$44.000 millones.
En el cuarto y quinto puesto están dos europeos;
Bernard Annault, presidente del conglomerado de marcas de lujo LVMH
(US$41.000 millones), y Amancio Ortega, fundador de la marca de moda
española Zara (US$37.500 millones).
Le sigue Larry Ellison, fundador y presidente de la empresa de sofware Oracle, con un estimado acumulado de US$36.000 millones).
Li ka-Shing ocupa la novena posición como el
asiático más rico con una fortuna de US$25.500 millones. El empresario
tiene su base de operaciones en Hong Kong, donde funcionan Hutchinson
Whampoa y Cheung Kong Holdings, el mayor operador de contenedores del
mundo.
Preocupado por la crisis
En una reciente entrevista exclusiva a BBC Mundo
Slim aseguró que la crisis que afecta a los países desarrollados es un
"cambio de civilización", y al mismo tiempo, se mostró optimista sobre
las perspectivas de México y América Latina.
"Estoy muy preocupado", respondió Slim cuando
BBC Mundo le preguntó sobre la situación actual, especialmente en
Estados Unidos y Europa.
"Es un problema estructural, es un cambio de
civilización y las cosas que deberían haberse hecho no se han hecho. Ese
cambio de civilización no ha sido llevado a cabo para suavizar las
reformas," aseguró durante la entrevista con BBC Mundo en su despacho en
la Ciudad de México.
Slim posee un imperio económico basado en México
que se extiende desde las telecomunicaciones - es el mayor proveedor de
servicios de telefonía celular en América Latina - hasta la
construcción (Grupo Carso), el comercio minorista (las tiendas Sanborns
en México) y los medios (posee más del 8% del periódico estadounidense
The New York Times).
"América Latina es una región de grandes oportunidades para las empresas y de grandes retos para los empresarios, y de esperanza para la pobreza de la gente que está marginada, de que por fin nuestros países vayan saliendo del subdesarrollo"
Carlos Slim.
En repetidas ocasiones durante la entrevista -
que se llevó a cabo en inglés y en español - Slim sostuvo que es
necesario hacer "correcciones" en los países desarrollados para superar
la crisis.
Esas decisiones, asegura, no son "necesariamente" medidas de austeridad.
Como recetas, cita, por ejemplo, la necesidad de
elevar la edad de retiro (jubilación) y sugiere a los gobiernos a
vender o subarrendar algunos de sus bienes.
La necesidad de estas reformas se debe,
argumenta el empresario de 71 años, a que el mundo necesita adaptarse al
nuevo orden económico.
En las últimas décadas, explica Slim, los
avances en la tecnología han hecho que la industria de servicios crezca
de manera exponencial, dibujando un nuevo mapa económico mundial, una
situación que Slim compara la situación con la Revolución Industrial.
En ese orden, los empresarios juegan un rol importante en la solución de los problemas económicos, dice Slim.
Pero, la existencia de empresarios tan prósperos
y poderosos como él, ¿no juega en contra del desarrollo de las pequeñas
y medianas empresas?
"Las empresas grandes no destruyen a las pequeñas; trabajan con ellas. Hay una cadena de negocios", sentencia.
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