La participación de Cuba en la próxima Cumbre de la
Américas se ha convertido en un tema candente, tanto que desde Colombia,
el país anfitrión, viajaron a La Habana la canciller Holguín y el
propio presidente Juan Manuel Santos.
Cuba nunca antes había sido invitada pero la
realidad del continente ha cambiado tanto que a EE.UU. se le hace cada
día más difícil mantener el veto, al punto de que los países miembros de
la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) amenazan con no asistir
si se mantiene la exclusión.
La situación se hizo más compleja
cuando el gobierno de Raúl Castro expresó su interés en participar en el
evento y recibió el apoyo de sus aliados más cercanos que consideran la
marginación de la isla como una vendetta de Washington.
Hasta ahora EE.UU. es el único país de la región
que ha expresado su deseo de mantener a Cuba fuera de estos eventos
aduciendo que no cumple con los parámetros democráticos, algo que según
el presidente Santos, deberá discutirse en esta Cumbre.
En efecto, en la primera rueda de prensa en
español que ofreció este jueves el Departamento de Estado de EE.UU., su
portavoz, Mike Hammer, aseguró que su país seguía los lineamientos de la
Cumbre de Quebec que había establecido que era condición imprescindible
para participar en estos encuentros el principio de que los estados
deben ser gobernados por regímenes democráticos.
Hammer expresó que esperan "ver una muy buena
participación en la Cumbre. La mayoría de líderes de la región ven el
gran mérito que tienen estas reuniones".
Al borde del fracaso
Bruno Rodríguez, canciller de Cuba
- El canciller cubano dijo que es "inaceptable" la exclusión de la próxima Cumbre de las Américas en Colombia y acusó a Estados Unidos de usar su política de bloqueo "genocida".
- Sus declaraciones las dio horas después de que el presidente colombiano anunciara tras una visita relámpago a Cuba que no encontró consenso para invitar a La Habana.
- "No ha habido ninguna sorpresa, ha sido la crónica de una exclusión anunciada, con un enorme irrespeto por Colombia y por América Latina y el Caribe, los voceros norteamericanos desde el primer día habían decretado la exclusión de Cuba", dijo Rodríguez en conferencia de prensa.
- "Expreso enérgica denuncia de que la exclusión de Cuba por parte del gobierno de los Estados Unidos de América es inaceptable e injustificable, es parte de una política de bloqueo económico, político y mediático que es genocida, ilegal, que viola los derechos humanos de los cubanos".
Sin embargo, la Cumbre de las Américas estuvo al
borde del fracaso cuando el presidente ecuatoriano, Rafael Correa,
expresó que si no se invita a Cuba los países del ALBA tampoco
acudirían, lo cual implica la no asistencia de Bolivia, Venezuela,
Ecuador, Nicaragua y varias naciones caribeñas.
El historiador y politólogo cubano, Luis Suarez,
dijo a BBC Mundo que EE.UU. no termina de comprender que la situación
en la región ha cambiado y que “Cuba mantiene hoy las mejores relaciones
de su historia con América Latina y el Caribe”.
“Cuba tiene relaciones con todos los países,
excepto EE.UU., participa en los foros de cooperación e integración que
le corresponden y forma parte de la Troica de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)”, explica Suarez.
Agrega que “cuando Santos dice que no hay
consenso se refiere exclusivamente a EE.UU. porque que yo sepa ningún
otro país se opone a nuestra participación, lo cual demuestra que ellos
no cambian en su política agresiva contra Cuba”.
Un pacto de caballeros
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos,
acudió personalmente a La Habana tras el fracasado viaje de su canciller
María Ángela Holguín, quien había visitado la isla antes sin lograr
destrabar el nudo político creado en torno a la exclusión cubana.
"Cuando Santos dice que no hay consenso se refiere exclusivamente a EE.UU. porque que yo sepa ningún otro país se opone a nuestra participación, lo cual demuestra que ellos no cambian en su política agresiva contra Cuba"
Luis Suárez, politólogo cubano.
Tras reunirse con Raúl Castro, Santos declaró
que "le agradecemos su comprensión y además su manifestación generosa de
no querer crear un problema, ni para la cumbre ni para Colombia", lo
cual hace pensar que llegaron a algún tipo de acuerdo.
Las declaraciones de Santos no dejan mucho
espacio a la duda: "Colombia quiere que la situación de Cuba y su
participación sean discutidas de manera constructiva y con altura en la
cumbre de Cartagena", para que esa "incómoda situación" no se vuelva a
presentar.
El acuerdo parece ser que si los países aliados
de La Habana no sabotean el encuentro, la región en su conjunto
emplazará a EE.UU. para que levante el veto, con lo cual Cuba se
convertirá en uno de los temas centrales de la Cumbre de las Américas.
La gente en Cuba
La mayoría de los cubanos no le ha prestado mucha atención al asunto.
Manuel Toledo, un joven ingeniero informático,
nos dice que no sabe nada pero una vez enterado asegura que “no afectará
a Cuba porque ahora hay un montón de gobierno amigos”.
Por su parte, la disidente Marta Beatriz Roque
afirma que “es justo aplicar la cláusula democrática, todo lo que sea
apretarle las tuercas a Cuba es bueno para que el gobierno reaccione
aunque no creo que por eso se vaya a democratizar. Santos se fue con las
manos vacías”.
La escritora Gisela Arandia dijo a BBC Mundo que
lo que ocurre es que “EE.UU. no nos perdona que no hayamos bajado la
cabeza, que no seamos sumisos, que tengamos ideas propias y sobre todo
no nos perdonan que les hayamos ganado la carrera de resistencia”.
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