El Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos
anunció hoy que admitió a trámite las querellas contra la reforma del
sistema sanitario, considerada el logro legislativo más destacado del
Gobierno del presidente Barack Obama.
Se espera que el tribunal escuche los argumentos
orales a partir de marzo, lo cual colocará la controversia en plena
campaña electoral.
El anuncio representa una victoria para los
oponentes de la ley, que argumentan que el requisito de que todos los
ciudadanos estadounidenses deban contratar un seguro médico es
inconstitucional, y representa una expansión de la autoridad del
Gobierno que los republicanos se niegan a aceptar.
La reforma ha sido el objeto de demandas en más de
30 tribunales y cortes de apelaciones del país, entre las que algunas
la han refrendado como constitucional en algunas y otras la han
invalidado.
El Gobierno de Obama recurrió el mes pasado uno de
esos mandatos ante la Corte de Apelaciones de Washington, que valoró la
ley como constitucional y abrió así el camino para su trámite en la
máxima instancia judicial del país.
En su audiencia, de cinco horas y media de
duración, el Supremo escuchará los argumentos de 26 estados en los que
el gobernador es republicano y varios grupos empresariales, así como del
Gobierno federal.
La Casa Blanca, que se jugará en la audiencia la
que se ha considerado su gran victoria política, celebró hoy que el
Supremo haya aceptado el caso.
"Sabemos que la reforma de la salud es
constitucional, y estamos seguros de que el Tribunal Supremo estará de
acuerdo", dijo el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan
Pfeiffer, en un comunicado.
Gracias a la medida, aseguró Pfeiffer, "un millón
más de jóvenes tienen seguro de salud, las mujeres están teniendo acceso
a mamografías y servicios preventivos sin pagar ni un centavo más de su
bolsillo y las compañías de seguros tienen que gastar más en las primas
de cuidado de salud en lugar de en publicidad y bonos".
Aunque la ley no entra en vigor oficialmente hasta
2014, y los estadounidenses no están obligados a adquirir un seguro
hasta entonces, la Casa Blanca ha iniciado ya el proceso de aplicación
de algunos de sus componentes.
De ser refrendada, se allanaría el camino para que
los casi 50 millones de personas que actualmente no tienen cobertura
médica pasen a percibirla.
El Supremo mantendrá en total cinco horas y media
de audiencia, de las cuales dos evaluarán la constitucionalidad del
requisito de que cada estadounidense obtenga un seguro, y otros 90
minutos estarán dedicados a decidir qué pasará si ese punto es declarado
inconstitucional: si se anula toda la ley o sólo algunas partes. EFE
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