Un acuario de Tokio está intentando por todos los
medios dar con el paradero de un ave fugitiva: un pingüino Humboldt de
un año de edad.
La última noticia que tuvieron de él fue cuando
se lo vio nadando en la desembocadura de un río de la capital japonesa,
pero todavía es un misterio cómo llegó allí.
Un funcionario del acuario dijo que el ave podría haber saltado por encima de un muro.
El joven pingüino vivía junto a otros 134 ejemplares de la misma especie en el Parque de Vida Marina de Tokio.
Y no es que los cuidadores de pronto hayan
notado su ausencia: si se dieron cuenta de la fuga fue la misma forma en
que nos enteramos de casi todo hoy en día, en forma digital.
"Notamos por primera vez que podía haberse
escapado cuando el director de un zoológico vecino nos envió un mail el
domingo con una foto", le dijo Takashi Sugino, responsable del parque
marino, a la agencia AFP.
Y, por el momento, con la foto han tenido que conformarse.
Takashi aseguró que los encargados de
perseguirlo estaban esforzándose al máximo ya que el pingüino en fuga
nadaba "a una velocidad tremenda".
Inalcanzable
El ave, de 60 centímetros de altura, fue
retratada en las aguas de la desembocadura del río Kyu-Edo, que llega a
la Bahía de Tokio.
"Notamos por primera vez que podía haberse escapado cuando el director de un zoológico vecino nos envió un mail el domingo con una foto."
Takashi Sugino, responsable del acuario Sea Life Park de Tokio.
Una autoridad del centro marino le dijo a la BBC
que se estaban realizando grandes esfuerzos para encontrarlo, y además
reconocieron que no tienen del todo claro cómo logró escapar.
Los pingüinos Humboldt se reproducen en la costa del Pacífico en Sudamérica y en islas de Chile y Perú.
Desafortunadamente, el número de ejemplares va cayendo con los años.
Una de las razones es el aumento de la
temperatura causada por efecto de El Niño y la cada vez más escasa
provisión de alimentos.
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