Los niños que roncan, que sufren apnea durante el
sueño o tienen otros problemas de respiración al dormir están en riesgo
de presentar problemas de conducta, afirma una investigación.
Según los científicos del Colegio de Medicina
Albert Einstein de la Universidad Yeshiva, en Nueva York, el apnea de
sueño y los ronquidos incrementan el riesgo futuro de que el niño
presente problemas como hiperactividad.
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, analizó datos de unos 11.000 niños en el Reino Unido.
Según la doctora Karen Bonuck, quien dirigió el
estudio, es probable que los problemas durante el sueño perjudiquen el
desarrollo cerebral.
Estudios pasados calculan que uno de cada 10 niños ronca regularmente y entre 2 y 4% sufren apnea durante el sueño.
Este trastorno, uno de los problemas
respiratorios más frecuentes durante el sueño tanto en adultos como
niños, se caracteriza por pausas anormales para inhalar o una reducción
anormalmente baja o interrupción del flujo de aire a los pulmones
durante el sueño.
A menudo la responsable del apnea durante el sueño es la inflamación de las amígdalas o adenoides.
En los adultos, este trastorno puede resultar en
un cansanció excesivo durante el día y algunos estudios han sugerido
que problemas como el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) podría estar vinculado al apnea de sueño en los
niños.
Ahora la nueva investigación, que estudió una
muestra suficientemente amplia de niños, ofrece evidencia más clara
sobre este vínculo.
Abastecimiento de oxígeno
En el estudio se pidió a los padres que
completaran un cuestionario en el que debían registrar tanto el nivel de
ronquidos como apnea que presentaron los niños durante sus primeros
seis o siete años de vida.
"Este estudio muestra claramente que los síntomas realmente preceden a los problemas conductuales y esto es evidencia firme de que están causando estos problemas"
Dra. Karen Bonuck
Y también debían de hacer un análisis del comportamiento de sus niños.
Según la explica la doctora Bonuck, la
comparación de esos datos reveló que los niños que tenían problemas de
respiración durante el sueño mostraron entre 40 y 100% más
probabilidades de desarrollar "problemas neuroconductuales" al cumplir
los siete años.
E incluso los niños cuyos síntomas se
resolvieron cuando cumplieron los 18 meses mostraron un riesgo de entre
40 y 50% mayor de desarrollar problemas conductuales a los siete años
que los niños que nunca mostraron los trastornos.
Según la investigadora los trastornos de
respiración al dormir pueden causar problemas conductuales por varias
razones: al reducir el abastecimiento de oxigeno al cerebro, interrumpir
los "procesos de restauración" de sueño o interrumpir el equilibrio de
los agentes químicos cerebrales.
"Hasta ahora, realmente no contábamos con
evidencia firme de que la respiración interrumpida en el sueño
ciertamente era un precedente de conducta problemática, como la
hiperactividad" afirma la doctora Bonuck.
"Pero este estudio muestra claramente que los
síntomas realmente preceden a los problemas conductuales y esto es
evidencia firme de que están causando estos problemas", agrega.
Según la investigadora estos resultados muestran
que los problemas de respiración al dormir deben ser atendidos cuanto
antes, incluso en el primer año de vida del niño.
Esto puede incluir un monitoreo detallado o
tratamiento como cirugía de extracción de amígdalas o adenoides, dice la
doctora Bonuck.
Por su parte Marianne Davey, de la Sociedad
Británica de Ronquidos y Apnea de Sueño, expresa que hasta ahora no se
ha reconocido la importancia del vínculo entre los problemas durante el
sueño en los niños y la mala conducta.
"A menudo los padres no hacen la conexión ni lo
mencionan a su médico general, así que se coloca en el niño la etiqueta
del TDAH y en ocasiones incluso se le da medicamento".
"Eso no está bien, porque si se ataca el problema del sueño la conducta mejorará casi de inmediato" agrega la experta.
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