Jirón Tarata es una calle estrecha en el corazón de
Miraflores, el distrito financiero de la capital peruana, Lima. Hoy en
día es un tranquilo paseo peatonal; sin embargo, el 16 de julio de 1992,
un carro bomba rompió el escenario con una enorme devastación.
"Fue un jueves, a las 9:05 de la noche",
recuerda Gregorio Ramiro, que aún trabaja como portero en uno de los
edificios. "La primera explosión fue para llamar la atención", detalla a
la BBC.
Ramiro, como muchos otros en la
calle, se dirigió a las ventanas para ver qué había provocado el ruido.
Una vez allí, nadie escapó de lo que vino después.
"La segunda explosión fue horrible. Esa fue la
que causó la matanza", describe. Veinticinco personas murieron y decenas
más resultaron heridas.
La explosión fue tan poderosa que lanzó a Ramiro varios metros atrás. Él todavía tiene cicatrices visibles en su rostro y brazos del cristal afilado que le cortó y perforó la piel.
La explosión fue tan poderosa que lanzó a Ramiro varios metros atrás. Él todavía tiene cicatrices visibles en su rostro y brazos del cristal afilado que le cortó y perforó la piel.
Todo, ventanas, puertas y muebles, fueron arrancados de sus lugares. Sólo el esqueleto de los edificios quedó en pie.
Uno de los residentes todavía cuenta con lágrimas lo que pasó aquella vez. "Había gente llorando y gimiendo", señala María Teresa Passarelli.
Uno de los residentes todavía cuenta con lágrimas lo que pasó aquella vez. "Había gente llorando y gimiendo", señala María Teresa Passarelli.
"Fue peor que un terremoto porque un sismo es un
fenómeno natural. Esa explosión surgió de la maldad de los seres
humanos", comenta.
El atentado fue el más mortífero del movimiento guerrillero Sendero Luminoso, en un intento de derrocar al gobierno.
Dos meses más tarde, su fundador y líder, Abimael Guzmán, fue detenido. Y con su captura, la fuerza y la influencia de la organización maoísta fue debilitada severamente.
En la actualidad, sólo permanecen unos pocos focos de resistencia. Un líder de lo que queda de Sendero Luminoso, conocido como camarada Artemio, fue capturado a mediados de febrero.
Dos meses más tarde, su fundador y líder, Abimael Guzmán, fue detenido. Y con su captura, la fuerza y la influencia de la organización maoísta fue debilitada severamente.
En la actualidad, sólo permanecen unos pocos focos de resistencia. Un líder de lo que queda de Sendero Luminoso, conocido como camarada Artemio, fue capturado a mediados de febrero.
"Un golpe contra el tráfico de drogas"
Muchos peruanos admiten que el grupo guerrillero
ya no representa una amenaza grave para el gobierno como en otras
épocas, cuando sus combatientes trataron de instalar un Estado
comunista.
Pero mientras que el movimiento sigue siendo
reseñado por EE.UU. y la Unión Europea como una organización terrorista,
los expertos sugieren que sus objetivos han cambiado con los años.
"La captura de Artemio no fue un golpe para el
terrorismo", detalla Jaime Antezana, experto en el tema. "No fue la
estocada final contra la subversión terrorista. Fue un duro golpe al
tráfico de drogas", agrega.
Fernando Rospigliosi, otro destacado analista y exministro del Interior, está de acuerdo.
"Después de la caída de Abimael Guzmán, los
grupos que quedaron se enfocaron cada vez más al tráfico de drogas.
Mantuvieron su discurso político, pero era sólo una excusa de lo que
realmente son: personas que viven del tráfico de drogas", comenta a la
BBC.
La posición del gobierno
El vínculo entre Sendero Luminoso y las drogas ilegales está ampliamente documentado.
El camarada Artemio, cuyo nombre real es
Florindo Eleuterio Flores Hala, no sólo ha sido acusado de terrorismo
sino también de tráfico de drogas.
Las dos áreas en las que rebeldes de Sendero
Luminoso aún están activas, el Alto Huallaga y los valles del
Ene-Apurímac, son también las regiones de las que proviene la mayoría de
la cocaína peruana.
Antezana considera que hasta la fecha ningún
gobierno ha tenido una voluntad política seria para hacer frente al
problema de drogas de Perú. Ello incluye, subraya, al gobierno del
presidente Ollanta Humala. "En sus primeros seis meses de gobierno no ha
dado señales de cambio en ese sentido", comenta.
"El tráfico de drogas es mucho más difícil de combatir que Sendero Luminoso. Hay demasiadas personas involucradas que tienen mucho dinero. En cuanto a la corrupción, ya está metida en las instituciones del Estado"
Fernando Rospigliosi, exministro peruano
"Lo que hemos oído por parte del gobierno desde
la captura de Artemio es que la prioridad en el Perú es la lucha contra
el terrorismo", agrega Antezana.
"Eso significa que está tratando de desmantelar
la estructura armada de Sendero Luminoso. Mientras tanto, el tráfico de
drogas sigue subiendo".
El gobierno de Humala aprobó recientemente su estrategia contra los estupefacientes para los próximos cinco años.
La erradicación de las plantaciones de coca, la materia prima para la fabricación de la cocaína, va a continuar. Así mismo el gobierno también prometió tomar más medidas para controlar el blanqueo de dinero y el flujo de los productos químicos que pueden ser utilizados para la fabricación de cocaína.
La erradicación de las plantaciones de coca, la materia prima para la fabricación de la cocaína, va a continuar. Así mismo el gobierno también prometió tomar más medidas para controlar el blanqueo de dinero y el flujo de los productos químicos que pueden ser utilizados para la fabricación de cocaína.
Perú aumenta su producción de cocaína
Rospigliosi se muestra escéptico frente al plan
del gobierno. "Los políticos hablan y hablan pero no hacen nada. El
tráfico de drogas es mucho más difícil de combatir que Sendero
Luminoso", subraya.
"Hay demasiadas personas involucradas que tienen mucho dinero y muchos intereses. En cuanto a la corrupción, ya está metida en las instituciones del Estado".
"Hay demasiadas personas involucradas que tienen mucho dinero y muchos intereses. En cuanto a la corrupción, ya está metida en las instituciones del Estado".
"Todo lo que podemos hacer es contener el problema", agrega.
Los días de los atentados como el de Tarata, no
obstante, han terminado. La policía de Miraflores en Lima ahora lucha
contra la pequeña delincuencia, no contra insurgentes armados. Y la
cocaína barata es la droga preferida en los clubes nocturnos del
distrito.
La producción de cocaína está creciendo en Perú, y el país poco a poco va superando a Colombia como el principal exportador de la droga ilícita.
La producción de cocaína está creciendo en Perú, y el país poco a poco va superando a Colombia como el principal exportador de la droga ilícita.
Sendero Luminoso es parte del problema, pero nadie puede predecir qué forma tomará ahora tras la captura de Artemio.
Tanto Antezana como Rospigliosi opinan que
aunque el gobierno ponga más recursos en la lucha contra el
narcotráfico, el grupo armado no va a desaparecer.
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