La dieta, particularmente una rica en grasas saturadas, puede tener un impacto en la calidad del esperma.
Una nueva investigación llevada a cabo en
Estados Unidos encontró que los sujetos que comían regularmente dietas
de comida chatarra o altos niveles de grasas saturadas, tenían una menor
concentración y conteo espermáticos.
Estudios pasados han mostrado un
vínculo entre la mejor calidad de esperma y el consumo de ácidos grasos
omega 3, que se encuentra en el pescado y los aceites vegetales.
Y aunque la nueva investigación, publicada en Human Reproduction, fue llevada a cabo con un grupo pequeño de hombres, la misma confirma el impacto de la dieta en la fertilidad de un individuo.
En el estudio, dirigido por la profesora Jill
Attaman de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en Boston, 99
hombres respondieron a cuestionarios sobre su dieta y sometieron
muestras de esperma para análisis durante cuatro años.
Los resultados mostraron que los sujetos que
comían los niveles más altos de grasas saturadas tenían un conteo
espermático 43% menor y una concentración espermática (el volumen de
semen por número de espermatozoides) 28% más baja que quienes consumían
la menor cantidad de grasas.
Por otra parte, los hombres que consumían la
mayor cantidad de ácidos grasos omega 3 tenían esperma con una
estructura más normal que los que comían el nivel más bajo de estos
compuestos.
Más evidencia
"La magnitud de la asociación es bastante
drástica y ofrece más evidencia para los esfuerzos sanitarios de limitar
el consumo de grasas saturadas, dada su relación con otros riesgos a la
salud, como las enfermedades cardiovasculares" afirma la profesora
Attaman.
"La magnitud de la asociación es bastante drástica y ofrece más evidencia para los esfuerzos sanitarios de limitar el consumo de grasas saturadas, dada su relación con otros riesgos a la salud, como las enfermedades cardiovasculares "
Dra. Jill Attaman
Sin embargo, subraya que en el estudio 81% de
los participantes eran obesos o tenían sobrepeso, lo cual puede también
tener un impacto en su calidad espermática.
Además, ninguno de los individuos mostró conteo o
concentración de esperma más bajos de los niveles normales que define
la Organización Mundial de la Salud, de al menos 39 y 15 millones por
milímetro.
Tal como señala la profesora Attaman, "hasta
donde sabemos éste es el estudio más amplio que se ha llevado a cabo
sobre la influencia de grasas específicas de la dieta en la fertilidad
masculina".
"Pero dadas las limitaciones del estudio, en
particular el hecho de que es el primer análisis de una relación entre
grasas y calidad del semen, es esencial ahora confirmar estos hallazgos
en futuras investigaciones".
La profesora Attaman y su equipo planean ahora
investigar cómo los factores de la dieta y el estilo de vida influyen en
la fertilidad masculina y femenina siguiendo un registro de parejas que
se someten a tratamientos de fertilidad.
En un comentario sobre la investigación, el
doctor Allan Pacey, experto de la Universidad de Sheffield, Inglaterra,
afirma que "este estudio relativamente pequeño muestra una asociación
entre el consumo dietético de grasas saturadas y la calidad del semen".
"Quizás no sorprende que parece haber una
asociación razonable entre los dos, con los hombres que comen los
mayores niveles de grasas saturadas con los menores conteos de esperma y
aquéllos que consumen más ácidos grasos poliinsaturados omega 2 con los
conteos más altos".
"Es importante notar que el estudio no muestra
que uno cause el otro y será necesario llevar a cabo más estudios para
clarificar esto".
"Sin embargo, la investigación sí apoya el
argumento de que consumir una dieta sana puede tener beneficios para la
fertilidad masculina y para la salud en general" expresa el científico.
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