Hace medio siglo la norma en
todo el mundo era ser un adulto fumador y, de hecho, se veía con cierta
sospecha a aquellos que optaban por no fumar.
El cigarrillo confería sofisticación y glamour y no había muchos espacios, públicos o privados, libres de humo.
Pero en 1962 se publicó en el Reino
Unido un informe que marcó el comienzo de un cambio en las actitudes del
ser humano ante el cigarrillo.
Aunque ya se habían revelado algunas
advertencias previas que vinculaban al cigarrillo con el riesgo de
cáncer pulmonar, el estudio del Colegio Real de Médicos (RCP) del Reino
Unido, titulado "Fumar y la Salud", hizo mella en la conciencia pública y
política.
En esa época muy poca gente conocía o tomaba con seriedad los peligros de fumar cigarrillos.
Quienes fumaban, que eran muchos, solían consumir en promedio de 20 a 25 cigarrillos cada día.
El pensamiento predominante de la época era que
el final de nuestra vida estaba "en manos de Dios" y no había nada que
pudiéramos hacer para cambiar o retrasar nuestra muerte.
La gente sabía muy poco de la forma en que cada cigarrillo estaba acortando su vida.
El informe del RCP de 1962 fue lanzado en medio
de una gran campaña publicitaria, utilizando lo que hasta entonces era
una técnica desconocida: la conferencia de prensa.
Los autores sabían que necesitaban hacer llegar
el mensaje al público y a los políticos, muchos de los cuales no querían
enterarse porque eran fumadores.
Según cifras oficiales de ese año, en el Reino Unido 70% de los hombres y 40% de las mujeres en el país fumaban.
Hoy, 50 años después, las cosas han cambiado
mucho. Fumar está prohibido en lugares públicos y se ha convertido en
una ocupación de la minoría.
Legado duradero
El profesor John Britton, presidente actual del
grupo asesor sobre tabaco del RCP y director del Centro para Estudios
sobre el Control de Tabaco del Reino Unido, afirma que el informe ha
tenido un legado duradero.
"La política moderna de control de tabaco,
promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y usada
internacionalmente, está realmente basada en las recomendaciones que
hizo ese informe", afirma el experto.
"Así que 50 años más tarde, todavía, en muchos
países, estamos apenas comenzando a hacer uso de las recomendaciones que
se hicieron allí".
"Realmente el estudio estableció el terreno para
políticas efectivas de control de tabaco en todo el mundo", agrega el
profesor Britton.
"La política moderna de control de tabaco, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y usada internacionalmente, está realmente basada en las recomendaciones que hizo ese informe"
Prof. John Britton
Desde su publicación el panorama ha cambiado profundamente y relativamente rápido.
En 1965 se prohibieron los anuncios de
cigarrillos en televisión en el Reino Unido y en 1971 aparecieron
etiquetas de advertencia de riesgo a la salud en los paquetes.
Esto ha culminado en la Iniciativa para un Mundo
Libre de Humo de la OMS que ya ha logrado la prohibición del tabaco en
lugares públicos en muchos países del mundo.
Pero también ha habido un cambio de las actitudes sociales hacia el cigarrillo.
"Si nos remontamos a los 1960, fumar era algo de
clases, tanto para hombres como mujeres, con un énfasis particular en
las clases más acomodadas", explica la doctora Penny Tinkler de la
Universidad de Manchester, Inglaterra.
"Pero a través de las décadas la actitud ha ido
cambiando y ahora en lugar de asociar al cigarrillo con la opulencia,
está más asociado a las desventajas".
"En parte esto se debe a que la gente que puede
permitirse dejar el hábito o que puede permitirse una mejor calidad de
vida, puede renunciar al cigarrillo".
Los fumadores, que una vez formaron la gran mayoría, hoy son rechazados.
"A veces me siento realmente marginada, por
ejemplo cuando voy a un restaurante o un bar", dice una mujer que la BBC
encontró fumando en la calle en Manchester, Inglaterra.
"No estoy contenta ni me siento orgullosa. No
alentaría a mis hijos a que fumaran y por eso fumo afuera de mi casa",
expresa la colega que la acompaña.
Qué diferencia del mundo de los fumadores de los 1960.
Ahora se esperan más cambios. Varios países
están adoptando modificaciones en los empaquetados, que ahora serán de
un sólo color sin leyendas ni marcas de las empresas productoras.
Y algunos gobiernos también están considerando
la introducción de imágenes espeluznantes y bastante aterradoras sobre
los efectos reales que causa el cigarrillo en el organismo humano.
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