Autor Tiberio Castellanos
Comunicador dominicano residente en Miami
En dias pasados me llegó un Email con este título. Ya no recuerdo quien me lo envió, ni tampoco el autor de los muy interesantes pensamientos y razones que él argüía para decirme NO TE RINDAS. No, no estaba dirigido a mi precisamente, si no a cualquiera que se encontrara en difíciles circunstancias.
Y creo que me perdonarán el olvido, ya que
también olvidan el Gobernador Perry y otros mas jóvenes que yo.
Y recordando ese Email recordé también a un valiente que en muy difíciles circunstancias no se rindió: El General Ferrand.
Y como se que alguno querrá, escuchar la historia, otra vez, le diré
que Napoleón, sí, el francés, envió a la Isla de Santo Domingo, con los
fines de recuperar la antigua colonia francesa, un ejército de 55,000
soldados, comandados por el General Leclerc, esposo de Josefina, hermana
del Emperador. Ese formidable ejército fue desarticulado en Haití.
No
por los haitianos, antiguos esclavos de los franceses, como dicen
algunos 'historiadores', si no por la terrible Fiebre Amarilla.
Hago un aparte para decir que ninguno de los médicos con quienes he
hablado de esto, me ha sabido explicar lo de
la Fiebre Amarilla.
Yo concluyo que es el mismo Paludismo que conocí en
mi infancia en Pimentel, donde llovía mucho, y había muchos charcos y
muchos mosquitos (todos dormíamos con mosquiteros).
Para entonces, la
Fiebre Palúdica mataba poca gente, pues ya se manejaban algunos útiles
medicamentos, entre ellos la Quinina. Eso sí, algunos pasaban del
paludismo a la tuberculosis. Y otros, después de las fiebres, quedaban
en condiciones de conseguir un "desability", en el caso de que en el
país lo hubiera entonces.
Bueno, pues la Fiebre Amarilla diezmó grandemente ese lucido
ejército francés. Su propio jefe el General Leclerc, murió de fiebre, y
su viuda, la hermana de Napoleon, no se como escapó a Francia, pues no
la veo en la lista de los muertos.
El caso
es que en vista de esas circunstancias, vino de París la orden de que
los soldados franceses de la expedición, buscaran el modo de rendirse a
alguno de los barcos ingleses que por allí rondaban. No a los haitianos,
que se los almorzaban, igual que hicieron con los colonos de la antes
próspera Saint Domingue (la parte francesa de la isla).
Se rendian a los
ingleses, que los llevaban a la isla de Jamaica. Y después de Waterloo
los devolverían a Francia. Que no en balde el Mariscal Wellington era
todo un caballero.
Así las cosas, nuestro General Ferrand esta en Montecristi con
cuatrocientos soldados.
Y decide no rendirse. En vez de eso marcha hacia
la ciudad de Santo Domingo con sus hombres. Llega allí, destituye al
jefe de la guarnición francesa, que si estaba dispuesto a rendirse,
conquista el orgullo militar de la guarnición y prepara la defensa de la
plaza.
En esto Dessalines el jefe haitiano, vencedor de lo que dejó del
ejercito francés la Fiebre Amarilla, viene con un numeroso ejército hacia
la parte española de la isla. Viene todo el camino "capando y
señalando", como decían en mi pueblo. Hace una masacre en Santiago.
Y
otra mas terrible en la iglesia de Moca. Y llega a las puertas de la
ciudad de Santo Domingo. Pero no puede entrar. El General Ferrand estaba
allí. Los detalles de la épica defensa de la plaza, y de sus demás
protagonistas, están en varios libros que no voy a copiar aquí.
Desalines, no pudo entrar allí, a saco y a cuchillo, como deseaba. La
ciudad se salvó. Porque el General Ferrand decidió no rendirse. Tampoco
te rindas tú.
Un
abrazo.
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