Sir Ben Kingsley y Asa Butterfield |
Algunos conocedores de la industria creen que la
nueva película del director Martin Scorsese, Hugo, representará un hito
para la acción en tercera dimensión, pero teniendo en cuenta que este no
ha sido un gran año para ese sector, vale la pena preguntarse si será
demasiado tarde para salvar el formato.
Los espectadores de cine tienen la opción de
escoger entre el 2D y el 3D, y la tendencia es que cada vez más elijan
la opción más barata. Este año, por ejemplo, la proporción ha sido 60/40
a favor del 3D, mientras que el año pasado fue de 78/22.
Las ventas de los televisores 3D han
sido menores a las previstas y el precio de la consola Nintendo 3DS se
ha reducido considerablemente apenas cinco meses después de su
lanzamiento.
Y ese no es el único problema de la industria
del entretenimiento. Una investigación realizada por la Universidad de
California reveló que las personas que observan contenido en 3D son tres
veces más propensas a sufrir dolor de cabeza, fatiga ocular y visión
borrosa.
Entonces, ¿es posible que la luna de miel de los
espectadores con el 3D haya terminado sólo dos años después de que
Avatar rompiera récords de taquilla?
"Estamos en un momento absolutamente crucial,"
dice Chris Parks de Visión 3, una empresa de Reino Unido que asesora a
la industria del cine en tecnología estereoscópica.
"Era inevitable que la burbuja estallara. Yo
tengo fe en el 3D como medio, pero no creo que ninguna película de
acción lo haya hecho de la manera correcta. Al menos hasta ahora".
El aporte
Algunos críticos sugieren que, precisamente, Martin Scorsese está a punto de cambiar esa creencia.
Según ellos, su película familiar y de fantasía,
Hugo, que se estrena en América Latina a partir de diciembre,
representa "el futuro de los filmes en 3D".
Se trata del director más importante que hace
uso de esta tecnología desde Alfred Hitchcock. Scorsese utiliza la
tercera dimensión como un recurso narrativo que le permite al espectador
viajar a través de escenas frenéticas y de persecución, y dar vida a un
reloj robot que tiene la clave de la trama.
"Creo que Marty ha ofrecido una enorme muestra del potencial del 3D", señala Ben Kingsley, una de las estrellas de la película.
Scorsese, en cambio, es más modesto acerca de su primera incursión en el formato.
"Teníamos miedo", dice. "Era como caminar por la cuerda floja".
Cuando el legendario director, cuyas
credenciales incluyen "Taxi Driver", "Raging Bull" y "The Departed",
anunció que iba a hacer una película en 3D, descubrió que todos a su
alrededor tenían un consejo que ofrecerle... y casi todos era malos.
"La gente empieza a tener reglas: no se puede hacer esto, no hagas aquello", recuerda.
"A todos les dije: 'No quiero escuchar lo que no se puede hacer".
"No iba a dejar que la gente me confundiera. Si no se puedía hacer, nos daríamos cuenta en el plató, en el monitor".
La caja de cristal
En esta película, Scorsese rompe reglas e
incluso lanza objetos de la pantalla a la audiencia, un truco que las
películas modernas en 3D han tratado de evitar.
"Tenía que hacer alguna referencia a la antigua
3D en donde las cosas se dirigían a la cámara", ríe el director, que se
ha encariñado particularmente con una escena en la que un dóberman que
está gruñendo persigue al protagonista de la película por una estación
de ferrocarril.
"¡La boca del dóberman fue perfecta!", dice Scorsese.
"Mientras más exagerábamos esa toma, más nos
hacía reír. Cuando la boca del perro mira hacia el público, tiene una
actitud y la profundidad de esa escena lo resalta. Lo subraya".
"En 2D es bueno, pero en 3D es mejor".
Parks coincide en que las reglas existen para romperse.
"Avatar es un hito", dice. "Sin embargo, creo que la forma en la que James Cameron utiliza el 3D es muy limitada".
"Me cuesta decir esto sin darle la oportunidad de responder... pero su tendencia es mantener todo detrás de la pantalla".
"Todo lo que hace es llamar la atención sobre el
hecho de que existe una pantalla. Parte de la alegría del 3D es el
volumen y mantener ese volumen dentro de una caja de cristal no me
parece justo".
Scorsese es famoso por la valentía de su trabajo
de cámaras. Las ondas en cámara lenta durante una pelea de boxeo en
"Raging Bull" y el impresionante seguimiento a la inversa de
"Goodfellas" son apenas dos ejemplos. ¿Usarán otros directores el 3D de
una manera similar?
Parks cree que el hecho de que Peter Jackson y
Steven Spielberg estén trabajando actualmente en la visión estéreo,
quiere decir que existe esperanza en el futuro.
De las películas en 3D que se estrenarán el año
que viene, la que espera con más ganas es quizá la más inverosímil: "El
gran Gatsby" de Baz Luhrmann.
"El 3D debe hacer reír más, llorar más, provocar
más empatía con los personajes y eso es lo que tratará de hacer "El
gran Gatsby", explica.
"El 3D debe hacer reír más, llorar más, provocar más empatía con los personajes y eso es lo que tratará de hacer El gran Gatsby"
Chris Parks, Visión 3
"Imaginen un primer plano del rostro de una
persona. Una cabeza y un cuello en los que se podrán ver sutiles cambios
de expresión: una cara de sorpresa, un momento de culpa... puede ser
increíblemente poderoso".
"Los seres humanos somos muy buenos en captar esas señales. Creo que filmar rostros de gente en 3D ayudará a comunicar".
Transformación
Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿es
posible que quienes acuden a las salas de cine quieran volver a utilizar
esos lentes incómodos, después de una racha de poca calidad con
películas como "Furia de titanes" o "Linterna verde"?
"Era inevitable que la locura desatada por
"Avatar" en 3D disminuyera con el paso de los años", dice Mark Batey de
la Asociación de Distribuidores de Cine.
"Y eso es todo lo que ha pasado: se ha
convertido en una opción más en los cines. Sin embargo, creo que una
película en 3D todavía sigue generando más revuelo que el resto".
Las estadísticas compiladas por el Instituto de
Cine Británico demuestran que, cuando una película es concebida,
diseñada y grabada específicamente para 3D, los espectadores son más
propensos a elegir esa opción que la versión en pantalla plana.
Sin embargo, a algunos cineastas les preocupa que impulsar la tecnología pueda acortar la vida útil de su trabajo.
¿Y la tv?
Andy Vandervell de la revista Which? considera que la televisión en 3D aún tiene un largo camino por recorrer antes de convertirse en algo común.
"Aún no genera un gran deseo", dice. "Su costo y el hecho de tener que usar lentes no es nada atractivo".
De hecho, esa revista de consumidores asegura
que actualmente no aconsejaría comprar un televisor en 3D debido al poco
contenido existente.
A propósito, Parks considera que la próxima generación de tecnología 3D podría ser más atractiva.
"Las compañías están desarrollando maneras de ver televisión en 3D sin necesidad de los lentes", asegura.
Pero Gareth Edwards, director del filme
independiente "Monsters", no cree que desterrar las voluminosas gafas
estimule el interés.
"Hay una enorme presión para ponerle más píxeles a las imágenes y añadirle nuevas dimensiones a las cosas".
"La idea es que si se le brinda más información,
el espectador tendrá una mejor experiencia pero cualquier artista le
dirá que lo que han aprendido dolorosamente en los últimos años es que
mientras menos información se otorgue, mejor".
Scorsese, sin embargo, opina lo contrario.
"He encontrado aspectos muy interesantes en la
tecnología 3D, como por ejemplo el hecho de que los actores son más
francos. El más leve movimiento y la menor intención se recogen con
mucha más precisión".
"Así que vamos a usar el 3D como parte de la historia. Vamos a aceptarlo", concluye el director.
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