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lunes, 5 de diciembre de 2011

La salvación del cine en 3D "se decidirá" estas Navidades

Sir Ben Kingsley y Asa Butterfield
Algunos conocedores de la industria creen que la nueva película del director Martin Scorsese, Hugo, representará un hito para la acción en tercera dimensión, pero teniendo en cuenta que este no ha sido un gran año para ese sector, vale la pena preguntarse si será demasiado tarde para salvar el formato.


Los espectadores de cine tienen la opción de escoger entre el 2D y el 3D, y la tendencia es que cada vez más elijan la opción más barata. Este año, por ejemplo, la proporción ha sido 60/40 a favor del 3D, mientras que el año pasado fue de 78/22.
Las ventas de los televisores 3D han sido menores a las previstas y el precio de la consola Nintendo 3DS se ha reducido considerablemente apenas cinco meses después de su lanzamiento.

Y ese no es el único problema de la industria del entretenimiento. Una investigación realizada por la Universidad de California reveló que las personas que observan contenido en 3D son tres veces más propensas a sufrir dolor de cabeza, fatiga ocular y visión borrosa.

Entonces, ¿es posible que la luna de miel de los espectadores con el 3D haya terminado sólo dos años después de que Avatar rompiera récords de taquilla?
"Estamos en un momento absolutamente crucial," dice Chris Parks de Visión 3, una empresa de Reino Unido que asesora a la industria del cine en tecnología estereoscópica.

"Era inevitable que la burbuja estallara. Yo tengo fe en el 3D como medio, pero no creo que ninguna película de acción lo haya hecho de la manera correcta. Al menos hasta ahora".

El aporte

Avatar
Avatar consiguió US$760.5 millones en taquilla.
Algunos críticos sugieren que, precisamente, Martin Scorsese está a punto de cambiar esa creencia.
Según ellos, su película familiar y de fantasía, Hugo, que se estrena en América Latina a partir de diciembre, representa "el futuro de los filmes en 3D".

Se trata del director más importante que hace uso de esta tecnología desde Alfred Hitchcock. Scorsese utiliza la tercera dimensión como un recurso narrativo que le permite al espectador viajar a través de escenas frenéticas y de persecución, y dar vida a un reloj robot que tiene la clave de la trama.
"Creo que Marty ha ofrecido una enorme muestra del potencial del 3D", señala Ben Kingsley, una de las estrellas de la película.

Scorsese, en cambio, es más modesto acerca de su primera incursión en el formato.
"Teníamos miedo", dice. "Era como caminar por la cuerda floja".

Cuando el legendario director, cuyas credenciales incluyen "Taxi Driver", "Raging Bull" y "The Departed", anunció que iba a hacer una película en 3D, descubrió que todos a su alrededor tenían un consejo que ofrecerle... y casi todos era malos.

"La gente empieza a tener reglas: no se puede hacer esto, no hagas aquello", recuerda.
"A todos les dije: 'No quiero escuchar lo que no se puede hacer".
"No iba a dejar que la gente me confundiera. Si no se puedía hacer, nos daríamos cuenta en el plató, en el monitor".

La caja de cristal

En esta película, Scorsese rompe reglas e incluso lanza objetos de la pantalla a la audiencia, un truco que las películas modernas en 3D han tratado de evitar.

"Tenía que hacer alguna referencia a la antigua 3D en donde las cosas se dirigían a la cámara", ríe el director, que se ha encariñado particularmente con una escena en la que un dóberman que está gruñendo persigue al protagonista de la película por una estación de ferrocarril.
"¡La boca del dóberman fue perfecta!", dice Scorsese.

"Mientras más exagerábamos esa toma, más nos hacía reír. Cuando la boca del perro mira hacia el público, tiene una actitud y la profundidad de esa escena lo resalta. Lo subraya".
Scorsese en el set de Hugo
Grabar en 3D representó nuevos retos para Martin Scorsese y los actores participantes.
"En 2D es bueno, pero en 3D es mejor".

Parks coincide en que las reglas existen para romperse.
"Avatar es un hito", dice. "Sin embargo, creo que la forma en la que James Cameron utiliza el 3D es muy limitada".

"Me cuesta decir esto sin darle la oportunidad de responder... pero su tendencia es mantener todo detrás de la pantalla".

"Todo lo que hace es llamar la atención sobre el hecho de que existe una pantalla. Parte de la alegría del 3D es el volumen y mantener ese volumen dentro de una caja de cristal no me parece justo".

Scorsese es famoso por la valentía de su trabajo de cámaras. Las ondas en cámara lenta durante una pelea de boxeo en "Raging Bull" y el impresionante seguimiento a la inversa de "Goodfellas" son apenas dos ejemplos. ¿Usarán otros directores el 3D de una manera similar?

Parks cree que el hecho de que Peter Jackson y Steven Spielberg estén trabajando actualmente en la visión estéreo, quiere decir que existe esperanza en el futuro.

De las películas en 3D que se estrenarán el año que viene, la que espera con más ganas es quizá la más inverosímil: "El gran Gatsby" de Baz Luhrmann.
"El 3D debe hacer reír más, llorar más, provocar más empatía con los personajes y eso es lo que tratará de hacer "El gran Gatsby", explica.
"El 3D debe hacer reír más, llorar más, provocar más empatía con los personajes y eso es lo que tratará de hacer El gran Gatsby"
Chris Parks, Visión 3
"Imaginen un primer plano del rostro de una persona. Una cabeza y un cuello en los que se podrán ver sutiles cambios de expresión: una cara de sorpresa, un momento de culpa... puede ser increíblemente poderoso".
"Los seres humanos somos muy buenos en captar esas señales. Creo que filmar rostros de gente en 3D ayudará a comunicar".

Transformación

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿es posible que quienes acuden a las salas de cine quieran volver a utilizar esos lentes incómodos, después de una racha de poca calidad con películas como "Furia de titanes" o "Linterna verde"?

"Era inevitable que la locura desatada por "Avatar" en 3D disminuyera con el paso de los años", dice Mark Batey de la Asociación de Distribuidores de Cine.

"Y eso es todo lo que ha pasado: se ha convertido en una opción más en los cines. Sin embargo, creo que una película en 3D todavía sigue generando más revuelo que el resto".

Las estadísticas compiladas por el Instituto de Cine Británico demuestran que, cuando una película es concebida, diseñada y grabada específicamente para 3D, los espectadores son más propensos a elegir esa opción que la versión en pantalla plana.

Sin embargo, a algunos cineastas les preocupa que impulsar la tecnología pueda acortar la vida útil de su trabajo.

¿Y la tv?

Lentes 3D
Las empresas realizan esfuerzos por encontrar una manera de prescidir de los obsoletos lentes 3D.
Andy Vandervell de la revista Which? considera que la televisión en 3D aún tiene un largo camino por recorrer antes de convertirse en algo común. 

"Aún no genera un gran deseo", dice. "Su costo y el hecho de tener que usar lentes no es nada atractivo".
De hecho, esa revista de consumidores asegura que actualmente no aconsejaría comprar un televisor en 3D debido al poco contenido existente.

A propósito, Parks considera que la próxima generación de tecnología 3D podría ser más atractiva.
"Las compañías están desarrollando maneras de ver televisión en 3D sin necesidad de los lentes", asegura.
Pero Gareth Edwards, director del filme independiente "Monsters", no cree que desterrar las voluminosas gafas estimule el interés.

"Hay una enorme presión para ponerle más píxeles a las imágenes y añadirle nuevas dimensiones a las cosas".
"La idea es que si se le brinda más información, el espectador tendrá una mejor experiencia pero cualquier artista le dirá que lo que han aprendido dolorosamente en los últimos años es que mientras menos información se otorgue, mejor".

Scorsese, sin embargo, opina lo contrario.
"He encontrado aspectos muy interesantes en la tecnología 3D, como por ejemplo el hecho de que los actores son más francos. El más leve movimiento y la menor intención se recogen con mucha más precisión".
"Así que vamos a usar el 3D como parte de la historia. Vamos a aceptarlo", concluye el director.

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