"EL PENTAGRAMA DE JUAN"
Por Juan Colón
El autor,es Catedratico de Musica,con especialidad en Saxofon,radicado en los Estados unidos de Norteamerica.
Las orquestas de merengue de los años 1950 hasta los finales del año 1979 tocaban diferentes géneros de música en los bailes. Por ej., las fiestas comenzaban con un bolero, una salsa, un paso doble, un danzón, una danza, un bossa nova y regularmente terminaban con un merengue.
La única excepción dentro de ese período de tiempo que casi todo lo que tocaba era merengue lo fue Johnny Ventura y su Combo Show. Sin lugar a dudas fue la orquesta mas popular a partir de los años sesenta y tres hasta los finales de los setenta.
Pero no fue la de mejor calidad musical. En cambio la orquesta de Félix del Rosario y los Magos del Ritmo, la orquesta de Rafael Solano si lo fueron.
Junto a esos grupos que empezaron una revolución, seguían trabajando La Orquesta Santa Cecilia dirigida por Luís Alberti, la Orquesta San José dirigida por Papa Molina, Orquesta de Antonio Morel, dirigida por el mismo y otros grupos pequeños.
Nuestro sistema de enseñanza envuelve una gran politización que ha sido como un cáncer y seguimos estancados. En Puerto Rico el 90% del músico tiene una preparación a nivel de cualquier Escuela de Música de los Estados Unidos, en cambio nosotros, un estudiante graduado del conservatorio nacional de música apenas puede ingresar a un segundo o tercer nivel .
Músicos como Michael Camilo, José Antonio Molina “Chicho”, Juan Luís Guerra, Mario Rivera, Manuel Tejada, han tenido que estudiar mucho y fajarse de veinte a veinte como decimos.
Los estudiantes tienen que poner a un lado sus egos y aceptar que tienen que aprender de alguien mejor preparado y tener la suficiente sabiduría y paciencia para lograr el dominio de sus instrumentos.
Naturalmente no pretendemos que todos podamos tener los niveles de preparación que estos excelentes músicos tienen. Tenemos que tener en cuenta el grado de talento que Dios da a cada persona. Debemos ser verdaderos profesionales por el bien de nuestra música.
Pero no fue la de mejor calidad musical. En cambio la orquesta de Félix del Rosario y los Magos del Ritmo, la orquesta de Rafael Solano si lo fueron.
Junto a esos grupos que empezaron una revolución, seguían trabajando La Orquesta Santa Cecilia dirigida por Luís Alberti, la Orquesta San José dirigida por Papa Molina, Orquesta de Antonio Morel, dirigida por el mismo y otros grupos pequeños.
Nuestro sistema de enseñanza envuelve una gran politización que ha sido como un cáncer y seguimos estancados. En Puerto Rico el 90% del músico tiene una preparación a nivel de cualquier Escuela de Música de los Estados Unidos, en cambio nosotros, un estudiante graduado del conservatorio nacional de música apenas puede ingresar a un segundo o tercer nivel .
Músicos como Michael Camilo, José Antonio Molina “Chicho”, Juan Luís Guerra, Mario Rivera, Manuel Tejada, han tenido que estudiar mucho y fajarse de veinte a veinte como decimos.
Los estudiantes tienen que poner a un lado sus egos y aceptar que tienen que aprender de alguien mejor preparado y tener la suficiente sabiduría y paciencia para lograr el dominio de sus instrumentos.
Naturalmente no pretendemos que todos podamos tener los niveles de preparación que estos excelentes músicos tienen. Tenemos que tener en cuenta el grado de talento que Dios da a cada persona. Debemos ser verdaderos profesionales por el bien de nuestra música.
Un productor del nivel de Manuel Tejada jamás va a claudicar en hacer un arreglo de merengue de calle, no importa el dinero que le paguen, su prestigio fue logrado en base a su calidad, por igual Michael, Chicho, JLG, no van a grabar algo si su nivel de preparación no lo aprueba primero. Están consciente de que el trabajo que salga de sus manos reúna las condiciones de calidad para ser escuchado en cualquier nivel de audiencia del publico mas exigente -musicalmente hablando- que pueda existir.
El merengue como género para estudiar, tiene grandes desventajas relacionado con otros géneros. Por eje., se puede ser excelente merenguero sin el menor conocimiento armónico, porque en nuestra música desde sus primeros tiempos la armonía fue descartada y hasta la fecha, el músico de combo en un grandísimo porcentaje apenas conoce lo elemental en cuanto al desarrollo técnico y armónico de su instrumento por nuestra pobreza en la enseñanza, nos enseñaron que solo el que toca piano es el que necesita saber armonía.
Hoy día esa forma ha ido cambiando y hay unos excelentes músicos jóvenes con buena preparación pero no les interesa entrar en la rueda de los combos donde otros problemas se mueven dentro de ese medio. Algunos de esos jóvenes han logrado buenas posiciones de respeto y pago dentro de algunos combos.
Los músicos nuestros que lograron en Estados Unidos descollar en el mundo del jazz y el latin jazz nunca fueron merengueros. Tocan el merengue porque este corre por sus venas como es natural. Pero después que un músico es famoso como merenguero es casi imposible que cruce la barrera hacia otros géneros. Un día vamos a explicar con lujo de detalles este intrincado laberinto del músico merenguero.
En cambio para ser buen músico en los géneros del Latin Jazz, el Bossa Nova, el Jazz, si se requieren todos los conocimientos mencionados y otros que nunca serían aplicados dentro del merengue.
Solamente entrar al mundo de la Técnica del instrumento para dominarla se requieren años de sacrificio los cuales la gran mayoría del músico nuestro no está dispuesto a sacrificar.
Conozco músicos que jamás han tomado una clase de lo que significa técnica del instrumento, entrenamiento del oído melódico y armónico, algo fundamental para cualquier músico formado en otros países.
El concepto de sentirse un músico preparado es muy acomodado al artista para con quien se trabaje y esta apreciación es totalmente errónea. La preparación del músico debe verse como su tarea en la vida a permitirle en un mañana gozar de buenos trabajos, demandas y sentirse satisfecho consigo mismo. Sin importarle el nombre del artista.
Es un orgullo nuestro bien grande tener músicos como los arriba mencionados que han logrado traspasar las fronteras y identificarse como grandes intérpretes de otros géneros bien complicados para hacerlo como suyos.
No queremos finalmente herir ni molestar a nadie. El propósito de este artículo es puramente informático y cualquier apreciación tomada en lo personal no ha sido nuestra intención. Muchas veces para lograrnos hacernos entender tenemos que llamar las cosas por sus nombres.
Los músicos nuestros que lograron en Estados Unidos descollar en el mundo del jazz y el latin jazz nunca fueron merengueros. Tocan el merengue porque este corre por sus venas como es natural. Pero después que un músico es famoso como merenguero es casi imposible que cruce la barrera hacia otros géneros. Un día vamos a explicar con lujo de detalles este intrincado laberinto del músico merenguero.
En cambio para ser buen músico en los géneros del Latin Jazz, el Bossa Nova, el Jazz, si se requieren todos los conocimientos mencionados y otros que nunca serían aplicados dentro del merengue.
Solamente entrar al mundo de la Técnica del instrumento para dominarla se requieren años de sacrificio los cuales la gran mayoría del músico nuestro no está dispuesto a sacrificar.
Conozco músicos que jamás han tomado una clase de lo que significa técnica del instrumento, entrenamiento del oído melódico y armónico, algo fundamental para cualquier músico formado en otros países.
El concepto de sentirse un músico preparado es muy acomodado al artista para con quien se trabaje y esta apreciación es totalmente errónea. La preparación del músico debe verse como su tarea en la vida a permitirle en un mañana gozar de buenos trabajos, demandas y sentirse satisfecho consigo mismo. Sin importarle el nombre del artista.
Es un orgullo nuestro bien grande tener músicos como los arriba mencionados que han logrado traspasar las fronteras y identificarse como grandes intérpretes de otros géneros bien complicados para hacerlo como suyos.
No queremos finalmente herir ni molestar a nadie. El propósito de este artículo es puramente informático y cualquier apreciación tomada en lo personal no ha sido nuestra intención. Muchas veces para lograrnos hacernos entender tenemos que llamar las cosas por sus nombres.
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