NUEVA YORK._ Mientras activistas locales acusan al gobierno del presidente Barack Obama de continuar la política represiva y de asedio por parte de la Agencia de Inmigración y Servicios de Ciudadanía (UCIS), la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció ayer jueves que miles de indocumentados presos en Estados Unidos, reciben un trato brutal de las autoridades.
Un comunicado del tribunal internacional sostiene que los inmigrantes sin papeles, son mantenidos en condiciones inaceptables y que en muchos casos, el derecho al debido proceso legal y constitucional ha sido afectado o violado.
La denuncia se emite tras varios meses de investigaciones en los llamados “centros de detención” de la USCIS y comisiones de la corte visitaron docenas de cárceles entrevistando a los inmigrantes bajo custodia.
La comisión del tribunal de la OEA fue autorizada hace cuatro meses por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a hacer las indagatorias en las cárceles para inmigrantes creadas durante el gobierno de George W. Bush. Critica el reporte la subcontratación de compañías correccionales privadas, las que dice, obstaculizan considerablemente la atención que se merecen esos inmigrantes.
También denuncia el que las atenciones que no se les prestan son compatibles con la violación a sus derechos humanos. Entre el 20 al 24 de julio una delegación de la OEA visitó centros de detención para adultos, uno para familias y dos para menores en Arizona y Texas, encontrando que en ellos hay evidentes violaciones a los derechos de los reos.
Otra investigación iniciada por la OEA entre el 2003 y el 2008 fue enfrentada por obstáculos en el gobierno de Bush, por lo que se pudo concluir. Los informes harán recomendaciones al gobierno de Obama sobre la situación de los inmigrantes y la mejoría en las cárceles migratorias de los Estados Unidos.
En la mayoría de los casos, los indocumentados y residentes legales en procesos de deportación, son trasladados a largas distancias de las ciudades donde viven como una forma de alejarlos de sus parientes inmediatos, separándolos de sus hijos, padres, madres y hermanos.
Los investigadores dijeron que en la cárcel de Pinal en Arizona, los indocumentados, son sometidos a las mismas condiciones que los criminales y en el Centro de Detención de Willacy en Texas, halló graves insuficiencias de personal y la poca comida que se les da a los inmigrantes bajo custodia de la policía migratoria (ICE).
En la mayoría de los casos, la ICE hace allanamientos de madrugada a veces, sin orden judicial y los inmigrantes son encadenados por la cintura, manos y pies y vestidos con uniformes color naranja destinados a peligrosos criminales.
Finalmente, el reporte denuncia que cientos de inmigrantes no criminales, están confinados en cárceles destinadas a delincuentes comunes, considerando lamentable y grave el trato que se les está dando.
Fuente El Nuevo Diario
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