La National Football League
(NFL), la Liga Nacional de Fútbol Americano de Estados Unidos, está de
luto por la muerte de Junior Seau, quien fue uno de sus jugadores
estrella.
Seau, de 43 años, fue encontrado muerto por una herida de bala en el pecho en su casa en California, aparentemente por suicidio.
Si se confirma, con ésta sería la
tercera muerte por suicidio de jugadores retirados de la NFL en poco más
de un año, la segunda en una semana.
Las dos muertes previas, de Ray Easterling y
Dave Duerson, ya han sido vinculadas a la larga controversia que rodea a
este deporte por los traumas de cráneo que sufren estos jugadores.
Ray Easterling, encontrado muerto el 19 de abril
pasado había interpuesto una demanda contra la NFL por lesiones
vinculadas a conmociones cerebrales que sufrió.
Y Dave Duerson, también muerto por una bala en
el pecho, dejó una nota en la que establecía que deseaba donar su
cerebro para el estudio de las lesiones de la cabeza en el fútbol
americano.
Los expertos se preguntan ahora si la muerte de Junior Seau se agrega a este patrón de riesgos causados por estas heridas.
"Junior Seau pasará a la historia como uno de los más grandes linebackers
(apoyadores) de la NFL" explica a la BBC Mike Carlson, comentarista de
fútbol americano de varios medios de comunicación británicos, incluida
la BBC.
"El linebacker es una posición clave de defensa y quien se espera que lleve a cabo la mayoría de las jugadas".
"Esto quiere decir que, a medida que el juego se
desarrollaba frente a él, Seau tenía que estar frecuentemente en el
punto de impacto" agrega.
Larga controversia
La controversia sobre las lesiones en la cabeza
que sufren los jugadores de fútbol americano, que pueden incluir heridas
en el cráneo o conmoción cerebral, no es nueva y han sido tema de
estudios y debates, incluida una audiencia en el Congreso
estadounidense.
"Hay otros paralelos, porque tanto la exesposa de Dave Duerson como la novia de Junior Seau habían hablado de muchos problemas, como depresión, insomnio, cambios violentos de estado de ánimo. Y ambas atribuyeron estos cambios a los daños causados en el cerebro"
Mike Carlson
Los informes indican que más de 1.300 jugadores
retirados han entablado más de 60 demandas contra la NFL argumentado
haber ignorado, con conocimiento, los peligros de una conmoción y no
haber advertido a los jugadores sobre este riesgo.
Una conmoción cerebral, que es la lesión más
común en estos jugadores, por lo general ocurre cuando la cabeza se
acelera rápidamente y se detiene de súbito.
Este violento sacudimiento del cerebro puede
provocar que las neuronas sufran una "despolarización", un cambio en su
potencial eléctrico que provoca que sus neurotransmisores se disparen
todos al mismo tiempo.
Esto conduce a una "inundación" de compuestos
químicos en el cerebro y a problemas de algunos receptores vinculados al
aprendizaje y la memoria.
Aunque una conmoción puede no presentar síntomas
físicos, como inflamación o sangrado, el individuo puede presentar
confusión, visión borrosa, pérdida de memoria, náusea y pérdida de
conciencia.
Los estudios han mostrado que una persona que
sufre una conmoción tiene más riesgo de sufrir problemas neurológicos y
cognitivos a largo plazo.
"Creo que es inevitable, por la forma como se
encontró a Junior Seau muerto con un tiro en el pecho y dejando intacto
su cerebro, que su muerte sea vinculada a estas lesiones" explica Mike
Carlson.
"También hay otros paralelos, porque tanto la
exesposa de Dave Duerson como la novia de Junior Seau habían hablado de
muchos problemas, como depresión, insomnio, cambios violentos de estado
de ánimo. Y ambas atribuyeron estos cambios a los daños causados en el
cerebro" agrega.
Estudios
Los estudios ya han confirmado el vínculo.
Una investigación en 2007 de la Universidad de
Carolina del Norte llevada a cabo con 595 jugadores retirados de la NFL,
encontró que los que habían sufrido tres o más conmociones en la cancha
mostraron 20,2% más riesgo de tener depresión.
"Creo que todos los que juegan fútbol americano saben que eventualmente tendrán que pagar un precio con este deporte y que al final tendrán problemas"
Mike Carlson
Entre los jugadores que no habían sufrido conmoción no se vio ese incremento.
En 2009, la propia NFL comisionó una
investigación al Instituto de Investigación Social de la Universidad de
Michigan que encontró que los jugadores retirados de fútbol americano
habían sido diagnosticados con enfermedades neurológicas como Alzheimer o
trastornos similares vinculados a la memoria con mucho más frecuencia
-19 veces más- que la población general.
Más recientemente, investigadores del Centro
para la Salud Cerebral de la Clínica Cleveland en Estados Unidos,
llevaron a cabo escáneres cerebrales de 109 boxeadores.
Los resultados mostraron que los repetidos
golpes en la cabeza que habían sufrido estos individuos provocaron
"cambios detectables en el cerebro" incluso antes de que aparecieran
síntomas de enfermedades neurológicas como pérdida de memoria o de
función cognitiva.
Estos, dicen los expertos, son los cambios degenerativos que se ven en enfermedades como Alzheimer.
Tal como señala Mike Carlson, la NFL ha tenido que tomar seriamente estas preocupaciones.
"La NFL se está balanceando de un hilo muy
delgado porque ya se han sumado más de 1.000 jugadores retirados a las
demandas por el manejo de lesiones" dice a la BBC el comentarista
deportivo.
"Esto la enfrenta a un enorme caso de responsabilidad legal y está siendo muy cuidadosa".
"Pero creo que todos los que juegan fútbol
americano saben que eventualmente tendrán que pagar un precio con este
deporte y que al final tendrán problemas".
En 2009 la NFL anunció que impondría reglamentos
estrictos para el manejo de conmociones cerebrales, incluido el retiro
del juego o de entrenamiento de jugadores que se sospecha sufrieron una
lesión.
Y en 2010 la Liga produjo afiches sobre los
riesgos de las lesiones de cabeza con advertencias para alertar a los
jugadores sobre los riesgos a largo plazo de sufrir una conmoción, como
depresión y síntomas precursores de demencia.
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