La hipertensión no es sólo de adultos

Carla Sánchez Brache

carla.sanchez@listindiario.com

Santo Domingo

La infancia es una etapa donde la persona requiere una supervisión exhaustiva de cada una de las áreas de su vida. En ella se crean las bases para el adulto del futuro, por lo que cualquier cambio anormal, como es el caso de la presión arterial, debe ser tratado para prevenir consecuencias graves, como las enfermedades cardiovasculares. Para muchos, la hipertensión arterial es tema de adultos, pero no lo es, pues los niños también pueden llegar a padecerla.

Si un individuo presenta la presión sanguínea por encima del percentil 95% para la edad y sexo, demostrada en tres mediciones subsecuentes, tomadas en adecuadas condiciones, en horas de descanso o actividad, entonces se dice que hay hipertensión arterial. La posición del niño, la temperatura ambiente y el grado emocional influyen notablemente, asegura la cardióloga pediátrica Janet Toribio, del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT). La hipertensión arterial en niños es significativamente menor que en adultos y fluctúa entre 1 y 3%, señala Toribio, quien es directora del servicio de cardiología pediátrica del referido centro de salud.

Muchos estudios demuestran que la hipertensión esencial o primaria del adulto tiene su origen en la edad pediátrica. Por tal razón, la cardióloga pediátrica Rebeca Pérez, advierte que la consulta del ñiño sano es imprescindible para su prevención y regularización temprana. No obstante, la hipertensión es más común en los adultos, también los adolescentes, los escolares y lactantes pueden ser afectados aunque es menos frecuente; la prevalencia en edad escolar es de un 1% aproximadamente, en adolescentes hasta un 5.5% en el sexo masculino y un 6.4% para el sexo femenino, explica la especialista Rebeca Pérez, quién también labora en CEDIMAT.

CAUSAS COMUNES DE HIPERTENSIÓN INFANTIL

Entre las causas principales de la hipertensión, de manera particular la esencial o primaria,figuran el factor genético y el factor ambiental, determinado por condiciones de vida como la alimentación, la actividad física y el estrés, dice la doctora Rebeca Pérez. Los antecedentes familiares de hipertensión, el colesterol elevado como consecuencia de una alimentación rica en grasas y sal, la obesidad, la falta de actividad física, ambientes contaminados, niños nacidos con peso bajo o prematuros son factores que influyen en el futuro desarrollo de esta patología, detalla Pérez.

Cuidados de la hipertensión infantil

Aunque los pedíatras comienzan a medir la presión arterial en el infante durante los controles de evaluación del desarrollo, cuando este tiene tres o cuatro años, hay algunos casos que requieren tomar la medición de la presión arterial de manera frecuente en niños menores de tres años como son: antecedente de prematurez, peso muy bajo al nacer u otra complicación neonatal que requiera cuidados intensivos, indica la cardióloga pediátrica Janet Toribio, del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT).

Según Toribio, aproximadamente el 60% de los niños son asintomáticos. En tal sentido se hace necesario, para aumentar la detección temprana de la hipertensión arterial en el niño, medir con precisión la presión arterial en las consultas pediátricas periódicas, especialmente en los niños con factores de riesgo y durante las consultas de urgencias. En los casos en que sí se presentan síntomas, es habitual que los niños con tensión arterial alta se quejan con frecuencia de dolores de cabeza, mareos, náuseas y cansancio extremo. Además de presentar coloración rojiza o sangrado por la naríz.

Clasificación

La clasificación de la hipertensión varía según su causa. Existen dos grandes grupos: la esencial o primaria y la sistémica o secundaria. De acuerdo con la doctora Toribio, es en la adolescencia y prepúberes que la hipertensión esencial incrementa su frecuencia. La hipertensión arterial sistémica, ya sea por trastornos anatómicos subyacentes o por algún proceso infeccioso previo, es el grupo etiológico más frecuente en niños.

Por otra parte debido a la gran incidencia de casos renales, los clasifican como renales y extrarrenales. La hipertensión renovascular es la causa más frecuente en el niño. Puede ser congénita o adquirida, apunta Janet Toribio.

Tratamiento

Estos dependerán en gran medida de la condición de cada paciente así como de la gravedad del cuadro de hipertensión, pero en general cuando es secundaria a una patología depende mucho del manejo de la enfermedad de base. Para la hipertensión primaria se puede iniciar con medidas no farmacológicas, que incluyen la reducción de la ingesta de sal y el incremento en la dieta de alimentos ricos en potasio (frutas y vegetales); reducción de peso, mediante un aporte calórico total adecuado, evitando excesos de azúcar y grasas; programas de actividad física adecuados a la edad, prefiriendo siempre caminar o bicicletas. Si con estas medidas no logramos normalizar la presión arterial, el tratamiento farmacológico debe iniciarse, dice la cardióloga pediátrica Rebeca Pérez.

Para la doctora Janet Toribio, la decisión de tratar con drogas a un niño hipertenso, deberá ser tomada una vez que se han evaluado o descartado las causas corregibles, se ha investigado la magnitud de la repercusión sistémica y la presencia de factores de riesgo. En caso de que la decisión es positiva se deberá determinar la urgencia de su iniciación, la rapidéz con que la presión arterial debe ser normalizada y las drogas que se usarán en el tratamiento que requiera el infante.

PRIMEROS PASOS EN EL DIAGNÓSTICO DEL NIÑO

El diagnóstico inicia, según las explicaciones de Janet Toribio, con un exhaustivo examen físico del paciente, además de su historial clínico personal y familiar, para luego realizar estudios dirigidos a investigar la repercusión de la hipertensión a otros órganos como el corazón, a través de un ecocardiograma. Es de rigor, descartar la existencia de tumores o masas que causan hipertensión a través de un tomografías u otro examen relacionado. Por otra parte se realizarán múltiples análisis de laboratorio.