Washington, .- La familia
presidencial estadounidense abrió hoy jueves oficialmente la temporada
navideña con el encendido del árbol en los jardines de la Casa Blanca,
más pequeño este año pero plagado de estrellas.
El abeto procedente de
Colorado de más de 12 metros de altura que se había usado durante los
últimos 32 años se partió en febrero pasado a causa de los fuertes
vientos y tuvo que ser sustituido por otro, originario de Nueva Jersey,
de casi 8 metros y que debutó esta noche.
Ante un público
mayoritariamente infantil, el presidente Barack Obama fue el encargado
de iluminar el árbol, lleno de estrellas, como manda una tradición que
se celebra desde 1923 por iniciativa del entonces presidente John Calvin
Coolidge (1923-1929).
Obama estuvo acompañado de la primera dama,
Michelle, de sus dos hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson,
que vive con ellos en la Casa Blanca y a la que hoy llamó cariñosamente
"jefa".
Michelle se animó a leer un cuento navideño con el
muñeco "Kermit the frog" (conocido como la rana Gustavo o la rana
René), ante la atenta mirada de su marido y de las dos niñas.
La ceremonia también estuvo animada por Papá Noel y por las actuaciones de Big Time Rush y Black Eyed Peas, entre otros.
En un breve discurso, Obama abogó por aprovechar
la Navidad para "reforzar el compromiso" con la familia, vecinos y
amigos, y no se olvidó de los militares estadounidenses que están fuera
del país, para que "pronto vuelvan a casa".
Fotos, cartas y medallas militares iluminan este
año la decoración navideña de la Casa Blanca, que incluye además
réplicas de la mascota familiar, el perro "Bo", hechas con botones y
bolsas de basura.
A los militares y a sus familias está dedicada la
decoración navideña de la Casa Blanca y especialmente el árbol
principal, un abeto de más de cinco metros de altura procedente de
Neshkoro (Wisconsin) y ubicado en el salón azul.
El abeto está adornado con tarjetas navideñas
creadas por hijos de militares y lo rodean fotos de familias de las
Fuerzas Armadas.
Medallas, insignias y cintas inspiradas en los colores de las Fuerzas Armadas cuelgan también de sus ramas.
En el ala este de la residencia presidencial se ha
colocado otro árbol en el que hay cartas, mensajes y fotos de militares
estadounidenses que prestan servicio en todo el mundo.
Las 85.000 personas que se prevé que visiten
durante diciembre la Casa Blanca podrán si lo desean escribir mensajes
para esos militares. EFE
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