Los pronósticos se quedaron cortos
Por Bernardo Kliksberg
Qué puede pasar si el calentamiento global sigue envenenando la atmósfera? Da idea la denuncia del New York Times (Simon Romero, 24/06/09) sobre la situación de la Oroya, un pueblo andino del Perú de 35.000 habitantes.
Se ha convertido en uno de los 10 lugares más tóxicos del planeta. El responsable, una fundidora americana de plomo, que no cumplió con sus compromisos ambientales. El 95% de los chicos de La Oroya de menos de seis años tienen niveles de plomo en la sangre considerados tóxicos.
Pregunta Rosa Amaro líder de un grupo ambientalista del lugar: "No puedo entender por qué estamos expuestos a los riesgos de una inversión americana, pero no tenemos las protecciones ambientales que tienen los ciudadanos de EEUU".
La fundidora según la nota es una de las propiedades de un multimillonario que posee una de las mayores mansiones de EEUU con más de 66.000 pies cuadrados. Los últimos datos sobre el cambio climático muestran que las emisiones de gases contaminantes aumentan mucho más rápidamente de lo previsto.
El dióxido de carbono retenido en la atmósfera es de 385 partes por millón frente a la ya muy alta cifra de 339 en 1980. El aumento de las temperaturas trae la fusión de los glaciares, y se están produciendo ascensos de tres milímetros al año en el nivel del mar, el doble que en el siglo XX. Las altas temperaturas, y el aumento de las lluvias, facilitan la reproducción de mosquitos transmisores de enfermedades infecciosas.
El cambio climático lleva a más dengue, malaria, cólera, fiebre amarilla, y hantavirus. Está provocando ya la muerte de 300.000 personas por año, y crecen los "refugiados climáticos". Eran 25 millones en el 2005, y pueden llegar a 50 millones en el 2010.
Se requieren políticas públicas pro ambientales activas, y altas dosis de Responsabilidad Social Empresarial muy diferentes a las de la empresa minera del Perú mencionada. También aumentar sustancialmente la ayuda internacional.
En tanto que los 12 países desarrollados con menos riesgo invirtieron 72.000 millones de dólares para prevenir los impactos del cambio climático, sólo aportaron 400 millones para este fin, a los países en desarrollo.
Los países ricos en su conjunto, donde durante muchos años predominaron los lobbies económicos que promovían la negación del cambio climático, producen el 65% de las emisiones que lo provocan, y el 95% de los residuos tóxicos.
Son muy importantes políticas alternativas como las que plantea Obama, que se propone reducir drásticamente el consumo de combustibles, y potenciar las fuentes renovables y verdes como la solar, hidroeléctrica, eólica, y maremotriz.
América Latina está siendo afectada en todos los campos desde el recrudecimiento de huracanes e inundaciones, hasta el aumento del riesgo de enfermedades infecciosas. Los más afectados son los más pobres, entre ellos en primera fila los pueblos indígenas, que están luchando denodadamente por preservar su medio ambiente.
Su suerte, y la del género humano están en juego en este tema decisivo. Presidente de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial
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