Vistas de página en total

lunes, 30 de abril de 2012

DANILO, HIPÓLITO Y LA APUESTA POR EL CAMBIO

Escrito por José L. Tavárez Henríquez
  Filósofo, psicólogo y profesor universitario.
 
Desde que Heráclito, en el siglo VI antes de Cristo, planteara su famoso “panta rei” (todo fluye) el tema del cambio ha sido objeto de debate. 
 
 Aquel filósofo, ante las consideraciones de Parménides, su contemporáneo y también filósofo griego, de que el Ser era estático, inmóvil y eterno, postula el carácter dinámico y cambiante de las cosas. 
 
Su conocida frase: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”, ejemplifica su visión sobre un mundo cuya esencia es el cambio constante.
 
A más de 26 siglos de distancia, y muy lejos de la antigua Grecia, los dominicanos asistimos a un proceso electoral, donde los dos candidatos punteros en las preferencias electorales reclaman para sí la representación del cambio. 
 
El viejo Heráclito de Éfeso, desde el reino donde moran los filósofos, estará sonriendo y pensando para sí: “Danilo, Hipólito, ambos tenéis razón, vosotros y los demás candidatos representan el cambio”.
 
Resulta imposible no cambiar, el problema es determinar el tipo de cambio de que estaríamos hablando.
 
 Hipólito Mejía, quien reclama con carácter de exclusividad la consigna del cambio, tiene el inconveniente de que ya fue presidente hace pocos años, por lo que cambiar, en sus términos, podría significar volver a un gobierno parecido al que encabezó.
 
El inconveniente de entender el cambio como regreso a la gestión 2000-2004 es que de ese período hay pocos logros para exhibir, y sí mucho fracasos para olvidar. Para complicar aún más la propuesta de cambio que hace Mejía, sus señales en esa dirección se perciben como equívocas o confusas, dado que mantiene el mismo equipo, el mismo discurso y las mismas actitudes díscolas que tanto rechazo le generaron.
 
Danilo por su parte nos habla de “el mejor cambio, el cambio seguro”. Quiere el candidato peledeísta que la gente no lo vea como una mera continuidad de la presente gestión, sino como portador de nuevas ideas para la renovación de un modelo que ha tenido sus luces, pero también algunas sombras.
 
 Esta actitud conecta perfectamente con el slogan con que inició su campaña, “continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho”.
Cuando Danilo postula “el cambio seguro”, parece alertar contra los riesgos que encerraría la otra oferta de cambio, la que ha venido haciendo Hipólito Mejía. Aquel podría ser un cambio para peor, cosa que asusta a mucha gente. 
 
No hacemos nada con tumbar el árbol si termina cayéndonos encima y aplastándonos. 
 
Por lo que nos vienen indicando las encuestas, es decir, el crecimiento constante de Medina, hasta situarse más allá del apetecido 50%, combinado con el estancamiento o decrecimiento de Mejía, parece que la oferta del candidato peledeísta ha calado más que la del PRD. 

A muchos les seduce la idea del cambio, pero igualmente les preocupa cambiar para peor, como ya ocurrió en el año 2000, oh paradoja del destino, con los mismos actores que hoy se enfrentan

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinion nos ayuda a crecer