CULTURAVIVA
Autor Lincoln López
La Guerra de la Restauración se enmarca históricamente desde el Grito de Capotillo en 1863 dado por los nacionalistas dominicanos hasta 1865 con la retirada de las fuerzas españolas del país y la anulación del pacto de anexión expresado en el “Real Decreto” emitido por el gobierno español, y por tanto, se reestablece la República Dominicana.
Como es lógico suponer durante ese popular movimiento armado porque estuvo constituido fundamentalmente por campesinos y gentes del pueblo, considerado “el mayor que conoció el país en toda su existencia” ocurrieron diversos acontecimientos. Pero hay uno en particular que merece ser destacado y es del 6 de setiembre de 1963.
Para esa fecha el escenario principal de las acciones bélicas se concentró en esta ciudad de Santiago de los Caballeros, especialmente en la fortaleza San Luis ocupada por españoles y donde se refugió el General Buceta. Allí ocurrió lo que muchos consideran “la acción más importante de la Guerra de la Restauración: el incendio de Santiago, hecho único en la historia en las guerras de independencia latinoamericanas” (S. Mata. 16-08-2011).
Muchos historiadores consideran que sin esa acción de incendiar la fortaleza San Luis y sus alrededores el curso de la guerra restauradora hubiera sido distinto. Se atribuye esa decisión a Gaspar Polanco “General en Jefe de los Ejércitos en Operaciones de la República” con el fin de precipitar la derrota de los guarnecidos españoles, y la pequeña ciudad de Santiago “se vio envueltas en llamas”.
Posiblemente motivaron ese hecho, la topografía del terreno donde fue construida la fortaleza que hacía un tanto difícil tomarla por ser un lugar “elevado, abrupto y boscoso” pero estaba rodeada de “hilera de ranchos cobijados de yaguas que servían de hospital, depósitos… estando situados la mayoría en la parte Este hacia el barrio de Los Pepines” y el viento del este favorecía para esos propósitos a los dominicanos. Algunas crónicas expresan que el “incendio empezó por la parte Sureste…pone en grave aprieto a los españoles…porque temían que se incendiase el polvorín, y los enfermos en el hospital sufrían lo indecible con el calor y el humo, asfixiándose muchos…” ; y la segunda motivación sería el arsenal y la condición de militares de profesión de los ocupantes extranjeros.
Gaspar Polanco nació en Guayubín en el 1816. Este hijo de campesinos no asistió a la escuela en su niñez, pero demostró tener extraordinarias condiciones militares. Realmente un jefe y héroe militar. Estuvo entre los primeros dominicanos que se levantaron a favor de la Restauración. Previo a la toma de Santiago había levantado el Cantón General de Quinigua venciendo a Hungría, Alfau y Buceta. Luego de abandonar la fortaleza las tropas españolas, Gaspar Polanco las persiguió camino de Puerto Plata inflingiéndoles “una gran cantidad de bajas”. Posteriormente fue Presidente de la República.
En un aniversario más de ese hecho histórico, creemos importante que sea más conocido y reconocido por la ciudadanía, especialmente por estudiantes, organizando actos, encuentros, seminarios…teniendo como escenario el mismo terreno donde ocurrieron.
Que no sea una fecha descuidada.
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