En el pasado, esta era la época del año en la
que el deporte de la pelota entraba en su apogeo en la isla, cuando sus
jugadores estaban fuera de temporada en las Grandes Ligas
estadounidenses y regresaban a jugar allá.
Pero como reseña un reciente informe publicado en el diario estadounidense The New York Times,
el béisbol ha decaído en Puerto Rico al punto que hace cuatro años se
canceló una temporada completa, la liga puertorriqueña sólo tiene cuatro
equipos y ninguno de ellos en la capital por primera vez desde 1938.
También se ha desplomado el número de
beisbolistas puertorriqueños en las Grandes Ligas, que apenas llegaron a
20 a comienzos de la temporada pasada.
Muchos atribuyen esto a una decisión que tomó la
Federación de las Grandes Ligas en 1990: por ser Puerto Rico un
territorio de Estados Unidos, sus jugadores están sujetos a las reglas
del llamado draft, el sorteo de jugadores de nuevo ingreso al que se ciñen los equipos de la liga profesional de ese país.
Eso quiere decir que deben esperar hasta cumplir
los 18 años para poder entrar en las Grandes Ligas, al igual que el
resto de beisbolistas estadounidenses.
Combinación de factores
Lester Jiménez, cronista deportivo del diario
Primera Hora de Puerto Rico, explicó a BBC Mundo que, si bien eso tiene
algo que ver, él cree que el declive del béisbol en Puerto Rico es una
combinación de factores.
"Al entrar al draft, obviamente se
limita la cantidad de peloteros con opción a ser firmados, porque los
buscadores de talento de los equipos no tienen libre albedrío de apostar
al talento que vieron y tienen que esperar a que pasen por el sorteo
completo y eso incluye a todos los jugadores de Estados Unidos".
Eso no pasa en países caribeños en los que se
practica el béisbol y cuyos jugadores tienen acceso a las Grandes Ligas,
como Venezuela y República Dominicana, "donde uno escucha de un jugador
que cree que tiene potencial, convence al equipo de que lo puede firmar
y lo firma sin ninguna restricción".
De hecho, muchos equipos han abandonado Puerto
Rico para invertir en la formación de talento en esos países, donde
pueden reclutar jugadores de sólo 16 años sin inconvenientes.
Tiempos modernos
La realidad es que el béisbol en Puerto Rico ha perdido arraigo y su decadencia va más allá de un tema político.
Mako Oliveras, exjugador y manager que también trabajó con los Angelinos de California y los Cachorros de Chicago, no está de acuerdo en reducir al draft la falta de peloteros en Puerto Rico.
"Simplemente para mí (la razón) es la
computadora: es más fácil cuidar a un muchacho ahora con una computadora
que ir al parque a tirarle pelota", dijo a BBC Mundo.
Oliveras achaca mucha de la responsabilidad a
los padres, "porque en vez de llevarlos a un parque y estar una o dos
horas con ellos tirándoles pelota", los dejan frente a una computadora o
un televisor.
El exmanager admite que el béisbol es
un deporte difícil y sacrificado, pero ahora ve "muchos parques y me da
pena, están con la luz prendida y no hay nadie. Me da pena que la
tecnología esté absorbiendo a nuestra juventud".
Lester Jiménez también asegura que las ligas
profesionales no se han preocupado por desarrollar nuevas generaciones
de fanáticos.
"Dan el béisbol como algo sentado y la gente que
va al estadio es porque quiere ver béisbol, no salen a buscar nuevos
fanáticos", agrega.
"Se han perdido quizás dos generaciones de
puertorriqueños que nacieron con otras alternativas antes que el béisbol
para entretenimiento".
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